Traicionó a su condición judía y a su país.
Al enterarnos este domingo del fallecimiento de Héctor Timerman, pensamos en lo triste que es dejar este mundo sin que uno tenga palabras elogiosas que decir o escribir en su memoria. Qué duro es que el recuerdo que deja una persona sea de traición a su país y a su propia identidad. Resulta ineludible tener esa imagen al pensar en Héctor Timerman, el Canciller argentino que pactó el Memorando secreto con Irán para olvidar la investigación del atentado de la AMIA, a cambio de la recuperación de los lazos comerciantes entre ambos países.
Timerman mintió mucho tiempo al respecto y hasta se hacía el ofendido cuando se lo planteaban. Pero tal como dice el dicho popular, no se puede mentir a todos todo el tiempo.
Recordamos la patética rueda de prensa conjunta que brindaron Timerman y su anfitrión, el entonces Canciller de Israel Avigdor Liberman en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel. Fue el 4 de abril del 2011. "Quisiera reiterar una vez más que el gobierno argentino-el de Néstor Kirchner primero y luego el de Cristina Kirchner- tienen un firme compromiso para con las víctimas de la AMIA y de la embajada de Israel en Argentina, los dos atentados terroristas internacionales sufridos por Argentina. Hemos hecho y seguiremos haciendo todo lo posible por hallar a los responsables de esos actos y llevarlos a la justicia"-aseguró Timerman. Agregó que Argentina lucha contra el terrorismo “con hechos y no con palabras". Liberman le dio mucho crédito, dijo que aceptaba las palabras de Timerman y parecía convencido.
Rueda de prensa conjunta en el Ministerio de Exteriores de Israel. Timerman junto al entonces Canciller israelí Avigdor Liberman.
Pero no todo fue tan calmo. Udi Segal, el cronista político del canal 2 de la televisión israelí, planteó un tema que a Timerman no le gustó nada. Poco antes, el diario argentino Perfil había publicado que el ministro había estado en Damasco reunido con el canciller sirio y que ello era para facilitar un encuentro con el iraní, en relación a un pacto secreto. Timerman reaccionó evidentemente molesto, aunque sin levantar la voz.
“Cuando mi padre fue secuestrado y torturado, se le preguntó cuándo el ejército israelí invadiría la Patagonia. Supuestamente, era una pregunta simple, pedían sólo una fecha. Esto es lo mismo", dijo Timerman, intentando ridiculizar al periodista israelí y la lógica de su pregunta. Insistía en que si hay una acusación, quien acusa debe demostrar la veracidad de los cargos, no quien se defiende. "Según la Torá ,el que acusa es el que debe presentar la evidencia..y no la víctima quien debe mostrar su inocencia", respondió. “Me niego a responder a las mismas preguntas que le hicieron a mi padre en la cámara de torturas. Pero si las víctimas del atentado terrorista en AMIA me lo hubieran preguntado, les contestaría".
El entonces Canciller israelí se movía con cierta incomodidad, pero parecía creer las palabras asertivas de su colega argentino.
Antes de finalizar aquella visita oficial de Timerman a Israel, lo entrevistamos para “La Nación” de Argentina, junto con los colegas de “Clarín” y “Radio Netherlands”. Al preguntársele si Argentina seguiría con la investigación de los atentados, respondió: “ No hay ninguna evidencia que Argentina haya cambiado su curso de acción, que comenzó en 2003 con la elección de Néstor Kirchner, en que el objetivo de nuestro país es investigar el tema de los atentados a la AMIA y a la embajada de Israel, buscar la mayor cantidad de evidencias posible, sea contra quien sea, y que esas personas sean juzgadas en un tribunal argentino o internacional. Buscamos justicia, no venganza. No vamos a hacer ningún uso militar ni político de este tema que tenemos con Irán. Lo vamos a resolver llevando a quienes nosotros tenemos evidencia que pueden haber estado participando, a un tribunal. Y será el tribunal el que decida sin son culpables o no son culpables”.
Entrevista conjunta con colegas argentinos
Que sería un tribunal el que decida culpabilidad o inocencia, está claro. El problema es cuando la entonces Presidenta argentina y su Canciller elaboran un plan detrás de las bambalinas, cuyo evidente objetivo era entorpecer esa investigación, no facilitarla, complicarla lo más posible, a través de un memorando mentiroso presentado justamente como lo contrario.
Y si no fuera trágico, sabiéndose claramente cuál fue el rol de Irán en los atentados-no en vano Interpol emitió órdenes de arresto internacionales contra varios jerarcas iraníes-resultaría cómico recordar otra de las respuestas de Timerman a una de nuestras preguntas.
“Uno de los temas que preocupa a Israel es la entrada de Irán en Latinoamérica, según la acusación, a través de Venezuela. ¿Es un tema que se elevó?”-preguntamos en la entrevista conjunta. “No específicamente a través de Venezuela. Sí se tocó, por parte del Canciller Liberman, la preocupación por las actividades de Irán en América Latina. Por supuesto, no involucran a la Argentina porque en Argentina eso no ocurre”, respondió.
“En Argentina eso no ocurre”…increíble volver a leerlo hoy.
La Fiscalía AMIA elaboró una denuncia oficial contra la Presidenta Cristina Kirchner y su Canciller Héctor Timerman por su rol en todo este nefasto embrollo. El texto a continuación, es una selección de párrafos de la denuncia, sobre el papel que jugó Timerman, que tan alevosamente desmintió en Jerusalem.
(...) el 23 de enero de 2011, Timerman arribó a Damasco, donde se reunió con el canciller sirio Walid al-Mohalem. Posteriormente, viajó a Alepo, donde se entrevistó con el Presidente Bashar Al-Assad. La cancillería no emitió comunicado al respecto. No obstante, un cable público de la agencia oficial de noticias Siria –SANA- informó que, con fecha 23 de enero de 2011, el canciller sirio se había reunido con sus pares de Argentina y de Irán, uno después del otro, y que al día siguiente ambos cancilleres viajaron a la ciudad de Alepo. Obran evidencias que demuestran que existió “un mano a mano entre Salehi y Timerman para tratar el tema”
La denuncia del Fiscal Nisman demostró que el Canciller Salehi tomó nota de tal ofrecimiento y se lo comunicó por escrito al entonces Presidente Mahmoud Ahmadinejad: “…Argentina ya no está más interesada en resolver aquellos dos atentados…en cambio prefiere mejorar sus relaciones comerciales con Irán”.
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el propio Alí Akbar Salehi reconoció posteriormente: “…nos hemos reunido durante dos años con el Canciller argentino Héctor Timerman…”, esto literalmente ubicó el inicio de las negociaciones en enero de 2011, justamente, para la reunión de Alepo. De esa forma, Salehi desmintió categóricamente a Timerman que, empeñosamente, había intentado mantener oculto el inicio de las maniobras delictivas.
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De este modo, comenzó un período de negociación secreto entre los gobiernos de Argentina e Irán que se extendió hasta septiembre de 2012 y durante el cual, ambas partes realizaron gestos claramente indicativos del acuerdo que, en esa época, se estaba incubando.
(...)El resultado visible de las negociaciones, tanto secretas como públicas, fue el Memorando de Entendimiento firmado el 27 de enero de 2013 en Etiopía.
(...) el Ministro de Relaciones Exteriores y Culto de la Nación, Héctor Timerman no solo firmó un Memorando de Entendimiento abiertamente inconstitucional que garantiza la impunidad de los acusados iraníes, sino que también cerró acuerdos secretos mucho más beneficiosos para los prófugos. De allí que se compruebe que no se trató, como se presentó públicamente, de dos partes contrapuestas que negociaron un acuerdo bilateral, sino que fueron dos socios que confeccionaron un sofisticado plan criminal de impunidad para desligar definitivamente a los prófugos de la causa AMIA de toda relación con el atentado y cerrar toda investigación respecto de ellos.
La muerte nunca alegra. Tampoco el sufrimiento. Pero al mismo tiempo, la muerte no justifica olvidar la verdad. Podríamos concentrarnos en la condición judía de Héctor Timerman y preguntarnos cómo pudo un ministro judío dar pasos ilegales para limpiar a un régimen oscuro que llama a exterminar a Israel y niega la Shoá. Pero en realidad, Timerman no traicionó sólo a su propia condición judía, sino a su condición de argentino, tan argentino como los más de 80 muertos de la AMIA por los que aún no se ha hecho justicia.
Así quedó la AMIA el 18 de julio de 1994. Foto: Esteban Alterman
