Mundo Judío

MiSinai

Tenemos el honor de compartir con nuestros lectores MiSinaí No. 13. Esperamos que lo disfruten tanto como nosotros.

No. 13
Parashá: Rée
Descargar PDF aquí
Horario de velas de Shabat en Montevideo, viernes 30/8 18:06
Demás localidades ver en  www.jabad.org.uy

EL OJO DEL ALMA

Por Yanki Tauber

"Mira, hoy presento ante ustedes la bendición y la maldición" (Devarim 11:26)

“Bendición” es una palabra muy importante. Necesitamos saber que hay bondad en el mundo, y que esta bondad ha sido dada y se ha hecho accesible a nosotros.

“Maldición” también es una palabra importante. Necesitamos saber que hay cosas negativas que debemos rechazar y derrotar. De eso se trata una criatura moral: saber que hay bien y que hay mal, distinguir uno del otro, y saber abrazar el primero y rechazar el segundo.

“Ustedes” también es una palabra importante. Debemos saber que la elección es nuestra, que solo nosotros somos responsables por nuestras acciones. Que el mundo ha sido puesto en nuestros corazones y en nuestras manos.

“Hoy” también es importante. Nuestras acciones no son algo al azar, son registradas en las profundidades del cielo por una Mano invisible, para tener que responder por ellas en una distante vida venidera. Las implicaciones de nuestras acciones son presentes e inmediatas.

Pero la palabra más importante del versículo citado arriba es el verbo que comienza la sentencia y abre la sección de la Torá Ree dándole a la parashá ese nombre. La palabra “mira”.

De todos nuestros sentidos y facultades la vista es el más real y absoluto. Por ello la ley (Talmud Rosh Hashaná 27a) de que “un testigo no puede ser juez”. Un juez debe estar abierto a los argumentos en defensa del acusado; si vió el acto cometido, este posible juez tendría una impresión demasiado fuerte de la culpabilidad del hombre, y ya no sería capaz de encontrar simpatía o justificación para la acción.

Cuando escuchamos algo, olemos algo, sentimos algo o deducimos algo lógicamente, sabemos que es verdad. Pero nunca es un conocimiento absoluto. Siempre queda alguna reserva, alguna leve duda, algún vestigio de “sí pero...”. Pero no cuando se ve algo. La visión es la “experiencia perfecta”.

Es debido a esto que los profetas describen la era mesiánica como una época de ver: “Tus ojos verán a tu Maestro” (Isaías 30:20); “Toda carne verá junta que la boca de D-os ha hablado” (Isaías 40:5). “Ver” es habitar un mundo en su máxima perfección, un mundo que se ha dado cuenta de su propósito Divino y logrado un conocimiento total y absoluto de su Creador.

Por lo tanto la Torá proclama: “Mira, hoy presento ante ustedes la bendición y la maldición”

Mira la bendición. Ten un conocimiento íntimo y absoluto de la bondad de tu Creador, tu mundo y tu alma. Está allí; mírala.

Mira la maldición. Mira que no está verdaderamente maldecida, porque el mal no es una entidad, es una mera ausencia como la oscuridad es la ausencia de luz. Mira que “existe” solo para desafiarte a que la venzas, solo para provocar tu pasión por el bien, solo para despertar tus más profundas lealtades, convicciones y poderes. Mirala por lo que realmente es y la conquistarás. Mirala por lo que realmente es y la transformarás incluso en una bendición mayor.

Mírate a ti mismo. Conoce quién y qué eres tú, y conócelo absolutamente; un hijo de D-os, al que se le otorgó el poder para ser su Socio en la creación y perfeccionar Su mundo. Todo obstáculo y limitación, todo fracaso, es solo el fracaso de ver tu verdadero potencial. Vete a ti mismo, y no habrá nada que no puedas lograr.

Ve hoy. No solo “escuches” a la bondad y la Divinidad como un concepto abstracto; miralo en el aquí y ahora, mira su inmediatez y realizabilidad. Miralo salir a la luz hoy.

En sus últimos años, el Rebe preguntó repetidamente: ¿qué falta por hacer?

Abraham ha estado aquí, y también lo estuvo Itzjak y Iaacov, Moshé y Aharón, David y Shlomo, Elías y Ezra, Maimónides y el Baal Shem Tov. Cada uno hizo su parte para hacer del mundo un hogar para D-os. Hemos tenido nuestro Éxodo, nuestra Revelación en el Sinaí, nos hemos asentado en la Tierra Prometida, construido el Templo, escrito el Talmud, hemos sido esparcidos a las cuatro puntas del mundo, pasado por toda prueba imaginable, sobrevivido un Holocausto. ¿Qué falta por hacer?

Ya se ha hecho todo, dijo el Rebe. Tan solo necesitamos abrir nuestros ojos y ver.

EL HIJO ÚNICO DE D-OS

[Dijo Moshé al pueblo judío:] “Vosotros sois hijos de D-os.” (Devarim 14:1)

En palabras de Rabí Israel Baal Shem Tov, fundador del jasidismo, “Para D-os, todo judío es preciado, como lo es para los padres en edad avanzada su único hijo; de hecho, más preciado aún.”

D-os creó el mundo en aras del pueblo judío, y se entiende por esto que no es solamente en aras del pueblo judío como un todo sino también en aras de cada judío tomado individualmente. Es por ello que todos deberíamos vivir la vida como si todo el mundo hubiera sido creado para cada uno de nosotros, y esperara nuestra contribución singular para cumplir con su destino.

Likutei Sijot, vol. 3, pág. 982

Devarim (Deuteronomio): 11:26 – 16:17

La cuarta sección del Deuteronomio continúa el segundo discurso de despedida de Moshé al pueblo judío. Moshé comienza urgiendo al pueblo a ver (reé, en hebreo) que D-os da a elegir entre una vida de bendiciones y otra de maldiciones, y que la elección depende de cada uno.

COMPROMISO Y ENTREGA

Una noche en 1935, en medio de la opresión Estalinista más feroz, una mujer golpeó en la puerta de Rabí Levi Itzjak Schneerson, el padre del Rebe.

"He venido de una ciudad distante cuyo nombre no puedo mencionar. En aproximadamente una hora, mi hija y su novio también llegarán. Ambos poseen altísimos cargos en el gobierno y debido a ello su venida aquí está cargada de peligro. Los dos están de acuerdo en casarse según la ley judía, con la condición de que usted realice la boda en su casa."

Rabí Levi Itzjak aceptó y se puso a reunir un minian para la boda. En menos de media hora, había traído a otros ocho hombres a su casa. Pero le estaba faltando el décimo. En el piso de abajo del apartamento donde vivía Rabí Levi Itzjak vivía a un judío joven que había sido contratado por las autoridades comunistas para espiar las idas y venidas de la gente a la casa del Rabino. Rabí Levi Itzjak era totalmente consciente de quién era esta persona y para qué había sido empleado. Cuando aun faltaba el décimo hombre, envió a buscar al espía.

"Necesitamos un décimo hombre para un minian, para que una pareja judía pueda casarse", le dijo a su vecino.

"¡¿Y por qué envió a buscarme a mí?!", reaccionó el delator con absoluto asombro. Y sin embargo, consintió en participar del minian y no informó sobre la ceremonia.

Años después, el Rebe dijo: "De mi padre aprendí a no tener miedo nunca".

HOY EN DÍA ¿CUÁNTOS MANDAMIENTOS DE LA TORÁ SIGUEN EN PIE?

Por Eliezer Danzinger

Mientras muchos de nosotros sabemos que hay 613 mitzvot (preceptos), 248 positivos y 365 negativos, no se conoce cuántas de las mitzvot son aplicables hoy en día, fuera de Israel, cuando no está el Templo Sagrado en pie. Por ejemplo, todas las ofrendas, hoy en día no se entregan. De los 248 preceptos positivos, sólo 126 se aplican hoy en día. Y de los 365 negativos, se aplican 243. Así que en total, hoy por hoy, 369 mitzvot siguen en pie. Rabí Ishaia Horowitz, conocido por su famosa obra como el Shaló (un acróstico de “Shnei Lujot HaBrit”), escribe que el código mnemotécnico (Un código mnemotécnico (o código nemotécnico), es un sistema sencillo utilizado para recordar una secuencia de datos, nombres, números, y en general para recordar listas de ítems que no pueden acordarse fácilmente) para este número puede ser encontrado en el versículo “Yo duermo, pero mi corazón está despierto”. Si sumas los valores numéricos de las letras hebreas de la palabra “Yo duermo”, da un valor de 365. Y cuando sumas el número de letras que hay en la palabra misma (4), da un total de 369. Esto insinúa el hecho que cuando el pueblo judío está en exilio, dormidos espiritualmente, sólo 369 Mitzvot están en pie.

Usando un poco de matemáticas, el autor señala que hoy en día, por lo tanto, hay 122 Mitzvot positivas de menos que observar (248-126= 122), y también 122 mitzvot negativas que cumplir (365-243=122). Así que en total, hay 244 mitzvot de menos. El Shaló nota, que éste número, 244, tiene el mismo valor numérico que la palabra Hebrea Mered, que significa rebelarse. Esta equivalencia, señala, alude al hecho de que por culpa de nuestra “rebeldía”, fuimos exiliados de nuestra tierra y nuestro Templo fue destruido (Que se construya pronto en nuestros días).

De las 369 Mitzvot que siguen vigentes hoy en día, sin embargo, no necesariamente las cumplimos todas. Ya que muchos de estos preceptos dependen también de la circunstancias. En otras palabras, sólo en ciertas situaciones es que podemos cumplir con las mitzvot. Por ejemplo, sólo si una persona hace una promesa, es que puede cumplir con el mandamiento de “no tardar” en cumplirla. Sólo aquél que posea una casa con un tejado que se pueda salir por él, está obligado a cercarlo, etc.

En la actualidad pues, hay sólo 270 preceptos que cada judío está obligado a observar, sin importar la circunstancia ni la situación en la que se encuentre. De estas 270 Mitzvot, 48 son positivas, y 222 negativas. Interesantemente, en el Sefer Hajinuj, su autor Rabí Aarón HaLeví, señala que 270 es el valor numérico de la palabra hebrea “despierto”, del arriba mencionado versículo “Yo duermo pero mi corazón está despierto”.

Ningún judío está completamente dormido, dice el Rey Salomón. El corazón, nuestro núcleo espiritual, está siempre despierto. Así que al estar “dormidos en el exilio”, seremos sin duda meritorios de la final y completa redención, muy pronto.

Me gustaría remarcar, no obstante, que los Rabinos establecieron el número de plegarias diarias que corresponden con el número de los sacrificios que se ofrecían a diario en el Templo, sirviendo de cierta forma como sustituto de los servicios del Templo. Así también, cuando estudiamos las leyes que gobiernan tales preceptos, en un nivel espiritual, podemos acreditar como si los hubiésemos hecho en la práctica. En un nivel más profundo, el Jasidut explica que todos los preceptos están en operación incluso hoy en día. Por ejemplo, al no capitular las demandas de nuestra “alma animal”, la base de nuestro instintos, estamos ofrendando al “animal” de adentro nuestro, a D-os.

MiSinaí es una publicación de Jabad Uruguay. Pereira de la luz 1130, Montevideo.
Artículos extraídos de www.Jabad.org.uy y www.Chabad.org, publicados con permiso.
Para recibir MiSinaí por email o por whatsapp, contactar por teléfono al 2628 6770 o por mail: [email protected].

 

 

Ultimas Noticias Ver más

Esta página fue generada en 0.0526390 segundos (7291)
2024-04-20T12:09:10-03:00