Rosh Hashana

Con el Rav Mendy Shemtov de Jabad

“Aquel que practica su judaísmo más que otro no es más judío que otro. Aquel que vive una vida de modo más “distraído” no es menos judío que quien está más “atento”.

Mendy (34) está al frente de Jabad desde hace aproximadamente  6 años, aunque él mismo duda sobre los tiempos, dado que sus padres, siempre presentes –hasta los 120- continúan al firme trabajando duro. Mendy nació en Uruguay.

Está casado con Musya (31) y tienen cuatro hijos: Tzemaj, Schneior , Tzvi y Jana.

Mendy y Musia con sus 4 hijos
Mendy y Musia con sus 4 hijos

 

P: Querido Mendy, es un gusto estar en contacto contigo más allá del vínculo que siempre tenemos, para poder acercar a la colectividad tu visión sobre algunos temas, ya en medio de los lamim Noraim, lo cual es también una buena oportunidad para desearte lo mejor junto a tu toda tu familia y por supuesto tu comunidad. ¿Cómo vives todos los preparativos en estas fechas?

R: Gracias a ti, Ana, por tu invitación. Los preparativos, Gracias a Di-s, vienen muy bien y estamos emocionados de las cosas nuevas que estaremos ofreciendo este año. Para empezar, después del éxito de los últimos dos años que tuvimos con Iom Kipur en el Hyatt, este año, Rosh Hashaná y Iom Kipur, los dos, se celebran en este hotel. 

P: Les deseo que siga siendo exitoso. ¿Cómo se maniobra entre la dimensión personal, familiar, y la responsabilidad comunitaria?

R: Como se pueda (risa) En realidad, es el desafío más importante de la vida comunitaria. Pero con la ayuda de Di-s y mi esposa, todo se logra equilibrar y mejor aún, todo se une. La familia participa en y se nutre del trabajo con la comunidad. Así me crié en la casa de mis padres, quienes fueron enviados por el Rebe de Lubavitch, zi”a, a este bendito país, y hasta el día de hoy aquí están al firme. 

P: Hasta los 120. Voy a hacer una pregunta poco feminista…¿Musia es la única encargada de la cocina o también tú aportas?

R: Yo aporto... ideas! Pocas en realidad. Casi ni me meto. 

P:Me imaginaba…apoyo espiritual. Ya que formulé esa pregunta…¿eran muchos en la mesa de Rosh Hashaná?

R: Unos cuantos. Gracias a Di-s.


ROSH HASHANA PARA TODOS

P: Mendy, como bien sabemos, y seguro también tú lo ves porque no todos los que se acercan a Jabad son religiosos en el sentido estricto de la palabra,  los Iamim Noraim son muy especiales no sólo para los judíos religiosos. Todos sentimos que son fechas especiales, más allá del grado de observancia de cada uno. ¿Qué significan estos días que están por llegar para ti?

R: Son días muy especiales. Días que despiertan lo más profundo de nuestro ser. No importan las etiquetas que nos hayamos puesto o nos hayan puesto; en Iom Kipur “estamos” porque “somos”. “Religiosos” y “no religiosos” son etiquetas impuestas. Estas fechas tienen la fuerza de tocar la esencia misma, y frente a ella, las etiquetas caen. No existen. Rosh Hashaná y Iom Kipur, el descubrir y despertar esa parte nuestra, nos desafían a mantener esa conexión y claridad el resto de los días del año, cuando ya estamos sujetos a caer bajo esos títulos nuevamente. 

P: ¿Y cómo explicarías qué sentido captas que tienen estas fechas para los judíos no religiosos? Te lo pregunto, lo sé, repitiendo “etiquetas”…

R: Cómo recién dije, en esencia somos iguales, somos uno. Estas fechas nos ayudan a ver eso. Aquel que practica su judaísmo más que otro no es más judío que otro. Aquel que vive una vida de modo más “distraído” no es menos judío que quien está más “atento”. Por eso tiene sentido que todos sientan algo, pertenecía, conexión, “algo” en estos días. Está en su esencia misma. Nuestra esencia misma. 

 

UNA VISIÓN PERSONAL

P: Tú naciste en un hogar ortodoxo, en Israel se llamaría haredi, pero sé que las etiquetas siempre son problemáticas. Recordemos además que naciste en Uruguay. ¿Cómo ha sido tu marcha por el judaísmo? O sea…el hijo del rabino Eliezer Shemtov y la divina de Roji, hoy al frente de Jabad ¿marchas exactamente por el mismo camino o tiene una impronta distinta?

R: No estoy seguro si entiendo bien la pregunta. La manera que me educaron, me eduqué y hoy educo a mis hijos, es en el espíritu de las enseñanzas del Rebe de Lubavitch. El Rebe nos enseña que no hay diferencias entre judíos, no hay que sentirse capacitado para hacer una mitzvá, todos tenemos algo para enseñar, todos, y que cada acción, palabra o pensamiento mío puede cambiar al mundo entero para bien a uno de redención, unión y paz. Entiendo que por afuera parecemos “haredi” pero no sé bien qué es eso. Si “haredi” es esforzarse por vivir una vida guiada por la voluntad de Di-s según nos es expresada en  la halajá, entonces intento serlo. Si “haredi” significa cerrado, defensivo, excluyente y acusador, entonces espero estar lo más lejos posible de ese título. 

P: Preciosa explicación. ¿Se puede decir qué es lo más atractivo del judaísmo para quien se acerca “desde afuera”? 

R: Creo que la claridad. Las respuestas. Y no es poca cosa. Estamos hablando de claridad en un mundo de muchísima confusión y oscuridad, y de respuestas a interrogantes existenciales que cada uno tiene, y que cuando las encontrás, por nada las cambias. También esto viene con un elemento de alegría y seguridad que es difícil de encontrar fácilmente por otros lares. Te digo más: el judaísmo está en el ADN espiritual de nuestras almas. Aunque uno no lo sabe, aunque no se haya “conectado” antes, no importa. Siempre estuvo allí adentro, y siempre puede saltar. En cualquier momento. Dale judaísmo a un judío, y verás cómo empieza a brillar. 

P: ¿En algún momento te pareció que la observancia, el cumplimiento de los 613 preceptos, mitzvot, pueden ser una “carga” para quien siente fe pero en su diario vivir no se siente cómodo con reglas rígidas? ¿O este planteamiento es para quien no entiende la esencia del judaísmo?

R: Claro que sí. Si yo no me profundizo, en el tema que sea, difícil es que me sea atractivo, que me apasione. Ahora si yo aparte de hacer las cosas que debo y alejarme de las que no debo hacer, también estudio, exploro, aprendo más sobre lo que hago y por qué lo hago, entonces, esa combinación de estudio y práctica hacen la mejor receta para una vida judía apasionada. 

 

¿Y LOS JUDÍOS URUGUAYOS?

P: ¿Cómo caracterizarías tú a la colectividad judía uruguaya desde el punto de vista de su vínculo con el judaísmo?

R: Linda pregunta, Ana. Yo lo veo así: primero de todo: el judío es judío es judio. Punto. El judaísmo lo lleva en su alma y no hay con qué darle. No es algo con el cual se vincula. Lo sos. Ahora, súmale a eso el ambiente secular en el cual vivimos, los desafíos de la época de los inmigrantes, los de sus hijos y ahora los de hoy en día, y te ves rodeado de judíos “muy judíos” por un lado y por el otro, con una sed muy profunda por conocerse mejor, pero en muchos casos sin saber cómo ni dónde. Algún prejuicio por acá y de alguna “experiencia” negativa por allá, tampoco ayudan a animarse a buscar bien, entonces me quedo con lo que tengo, y aguanto, hasta que no. Y entonces me acerco más.  Pero repito, hay muchas ganas de acercarse y vincularse más a la vivencia judía, al aprendizaje. Sólo hay que derribar algún mito, facilitar y ofrecer experiencias judías honestas y te encontrás con una colectividad muy vinculada. Porque nunca se desvinculó de verdad.


P: ¿Te es más fácil “aceptar” a un judío que dice que no es religioso que a un judío “masortí” o reformista?

R: Es igual. Los dos son mis hermanos, los dos son tan judíos como yo y yo como ellos. Aceptar no significa hacer propia sus formas de vivir ni de promoverlos. Aceptar, para mí, significa aceptarlos a ellos por lo que son, sin sus etiquetas. Así me crié, y así criamos a nuestros hijos, y a cualquier persona que se me cruza en el camino le digo lo mismo. De hecho, mi pie izquierdo y mi ojo derecho se llevan bárbaro también. Sin bromas, es lo mismo. Somos órganos de un mismo cuerpo. Cada uno es importante y cada uno debe cumplir su función. Ese es un cuerpo sano. Ese es un pueblo sano. (Ahora, mejor no entremos en qué pasa si el pie quiere ver y opinar sobre colores y el ojo quiere calzar un zapato… Mejor volvamos a lo anterior. Es más sano.)

Mendy en una actividad comunitaria en Jabad con jóvenes
Mendy en una actividad comunitaria en Jabad con jóvenes

 

P: ¿Cómo ves la relación dentro  de la comunidad judía uruguaya entre las distintas corrientes?

R: La relación ente las “corrientes” o “comunidades” es muy especial en Uruguay. Hay una relación cordial y a veces hasta de participación y respeto mutuo. Creo que somos un buen ejemplo también para otras comunidades. Igual, lo bueno siempre se puede mejorar.

P: ¿Qué relación tienes con otros rabinos en la colectividad?

R: Cordial, respetuosa y en varios temas hasta trabajamos en conjunto. En Jabad siempre nos fue muy claro de ser un corazón que bombea sangre a todo el cuerpo de la comunidad judía del Uruguay, sus instituciones, comunidades e individuos. Estamos al servicio de todos.

P: ¿Qué deseas al pueblo judío, a la comunidad judía uruguaya en estas fiestas?

R: Un año de bendición, éxito, salud, alegría, claridad, conexión. Un año bueno y dulce. Un año de sueños realizados y de unión entre los separados. Un año de crecimiento espiritual como material, personal, familiar y comunitariamente. El año de la verdadera y final Redención de este exilio.

P: ¿Algo más que desees agregar?

R: “Lejaim!”.,Gracias Ana nuevamente, Shana tová umetuká para ti y toda tu familia.

P: Igualmente Mendy para ti y todos tus seres queridos, tu familia y tu comunidad.

Ana Jerozolimski
(07 Octubre 2019 , 06:04)

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