Nuevas manos robóticas inspiradas en personajes de historietas

Superman, Spiderman, Hello Kitty o el FC Barcelona: si tuvieras la opción de estilizar tu apariencia de acuerdo con tu personaje o club favorito, ¿a quién elegirías?

Esta “difícil” elección es la que enfrentan los niños israelíes a punto de recibir una mano biónica. Y según el hombre que ofrece estas manos, cuanto más coloridas y destacadas sean, mejor.

«Para mí fue una sorpresa que los niños no quieran manos que se parezcan a las naturales sino más tecnológicas, similares a las robóticas», explicó Yacov Malinovich, cofundador de Haifa 3D, una organización creada para brindarle a niños y adultos israelíes accesorios anatómicos biónicos. Y, con una sonrisa, añadió: «En general, piden manos de superhéroes«.

La opción de personalizar y crear manos coloridas es apenas una de las ventajas de usar tecnologías de impresión 3D para crear prótesis de plástico.

Otro factor clave en los brazos y manos impresos en 3D es el bajo costo, lo que hace posible que la organización ayude a la mayor cantidad de personas posible. Todos los participantes en el proceso son voluntarios y las prótesis se entregan de forma gratuita.

Años atrás, el físico Malinovich fundó Haifa 3D junto con el ingeniero aeronáutico Yoav Medan. En un principio se centraron en familiarizar al público en general con la impresión 3D pero al descubrir que podrían imprimir extremidades, comenzaron a dedicarse por completo a eso hasta convertirse en la rama israelí de Enabling the Future, una red internacional de voluntarios que imprimen manos en 3D.

«Comenzamos con niños que nacieron sin manos. Ellos crecen rápidamente y la prótesis debe ser reemplazada con frecuencia. Por lo tanto, no tienen una solución permanente», destacó Malinovich, que con Medan comenzaron a trabajar sobre los modelos estadounidenses ya existentes a los que luego modificaron según el tamaño del usuario.

«Ya al principio nos dimos cuenta de que cada niño es un caso único, así que empezamos a encontrar soluciones personalizadas”, explicó el emprendedor.

Haifa 3D buscó soluciones para niños con brazos amputados debajo del codo pero también para adultos que luchan por encontrar soluciones más cómodas. Hasta la fecha, la organización ya ayudó a 60 personas, muchas de las cuales han recibido múltiples manos y accesorios.

La organización mantiene una estrecha cooperación con investigadores y trabajadores del Technion, el prestigioso Instituto de Tecnología de Israel. También recibe donaciones de equipos usados ​​de compañías como Autodesk.

Las manos impresas «simples» no son los únicos productos que entrega Haifa 3D. La organización acaba de trabajar en un accesorio para manos que les permiten a los usuarios tocar la guitarra. Otro dispositivo en desarrollo es un agarre para andar en bicicleta, ya que las manos impresas existentes no se desprenden del manillar en caso de un choque, lo que pone en peligro al conductor.

Además, un producto que se ha entregado a aproximadamente la mitad de los usuarios de Haifa 3D, es el “kfafitz”. Se trata de un producto hecho en una máquina de coser en lugar de una impresora 3D. Es una especie de guante que permite abrir y cerrar las manos. Es ideal para víctimas de accidentes cerebrovasculares o niños con parálisis cerebral.

Malinovich enfatizó en que las manos y los accesorios que ofrece su organización no son mágicos. «Esta mano no reemplaza la mano que no está allí. Desde un punto de vista práctico de efectividad, puede hacer un número limitado de cosas», reconoció.

Sin embargo, esto no significa que su influencia en el usuario sea limitada. «El mayor efecto de esta mano es psicológico. A menudo, estos niños están en lo más bajo del orden social. Y de repente tienen una mano de superhéroe que los eleva», explicó Malinovich.