MiSinai

No. 21

Bereshit
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Horario de velas de Shabat en Montevideo, viernes 25/10 18:50
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EL ESPÍRITU QUE SOBREVUELA

Por Yanki Tauber

La Torá comienza con la bien conocida frase: ”En el principio D-os creó los cielos y la tierra”.

Menos famoso y más inquietante es el segundo versículo de la Torá: “Y la tierra estaba desolada y vacía; las tinieblas estaban sobre la faz del abismo y el espíritu de D-os sobrevolaba sobre la superficie de las aguas”.

Veamos más de cerca estas palabras. Una vez que las entendamos quizás no suenen más tan temibles. También nos dirán mucho sobre porque las cosas son como son, hacia dónde vamos y como sabemos que llegaremos allí.

El Talmud mira el segundo versículo de la Torá y dice: “Esa es la forma de la creación: primero viene la oscuridad, luego la luz.”

Esta afirmación es la fuente de la ley de que la noche precede al día. Es debido a esto que el Shabat comienza el viernes a la noche, y todas las festividades y fechas especiales del calendario judío se observan una noche y el día siguiente. “Primero viene la oscuridad, luego la luz.”

También expresa una profunda verdad sobre toda área de nuestras vidas: que en todo lo que hacemos y experimentamos, comenzamos en la oscuridad. Emergemos del útero a un mundo bendecido por el sol; procedemos de la ignorancia al conocimiento, de la barbarie a la civilización, del egoísmo al altruismo, de la confusión a la serenidad, del desafío al logro.

También es una fuente de aliento y fortalecimiento para nosotros. Nos dice que en el mundo de D-os las cosas mejoran. “Primero viene la oscuridad, luego la luz.” Y no, D-os libre, al revés.

De hecho, los filósofos y místicos están de acuerdo en que la única forma de tener luz es comenzar con la oscuridad. Sea debido a (como explican los filósofos) que sin oscuridad, no hay nada que defina la realidad y experiencia de la luz. O (como revelan los místicos) porque la oscuridad es el material con el que se hace la luz.

El Midrash mira la segunda parte de nuestro versículo (“el espíritu de D-os sobrevolaba sobre la superficie de las aguas”) y explica: “Este es el espíritu del Mesías”.

¿Quién y qué es Mesías? Maimónides lo describe como aquel que “restaurará el reinado de David a su antigua gloria... Construirá el Templo Sagrado y reunirá a los exiliados de Israel. En su tiempo, todas las leyes de la Torá serán restablecidas.”

Y: “En esa época no habrá hambre ni guerra, envidia ni rivalidad. Porque lo bueno será abundante, y todas las delicias de la tierra estarán disponibles como el polvo. La ocupación de todo el mundo será solo el conocer a D-os.”

En otras palabras, el mundo que tu, yo, y todo ser humano decente sueña todos los días.

Y eso es lo que estaba sobrevolando, esperando a suceder, incluso antes que el tiempo, espacio, energía y materia emergieran del “agua” del vacío y desolación en el primer día de la creación.

A los ojos del judío, el mundo no es un mal al que hay que derrotar y trascender. Tampoco es una masa neutral sobre la que es necesario crear e imponer bondad. La bondad y la perfección están allí, sobrevolando sobre nosotros, esperando ser anclada y revelada. El espíritu del Mesías está programado en cada molécula de la creación, solo necesitamos apretar los botones correctos para desatarlo.

“Y la tierra estaba desolada y vacía; las tinieblas estaban sobre la faz del abismo y el espíritu de D-os sobrevolaba sobre la superficie de las aguas”. De allí deriva el judío su optimismo eterno, nuestro esfuerzo incesante por mejorar el mundo, y nuestra fe inquebrantable que este esfuerzo tendrá éxito.

Porque sabemos: La oscuridad es la materia de la que está hecha la luz. Y todo ya está aquí, sobrevolando sobre nosotros, esperando suceder.

EL ALMA DIVINA

"D-os formó al humano del polvo de la tierra e insufló en sus narices un alma de vida." (Bereshit 2:7)

Al “insuflar” el alma en el cuerpo, D-os indicó que nuestra alma se origina en un lugar más profundo “dentro” de El que el resto de la creación. Esto recalca el hecho que somos el propósito primario de la Creación, mientras que todo lo demás es secundario.

Nuestra alma Divina es una chispa de D-os. Por lo tanto, el alma no puede perder nunca su conexión intrínseca con D-os. Nuestro desafío es asegurar que esta conexión esté siempre de manifiesto dentro de nuestro ser físico. Así como cuando alguien sopla, el aire puede alcanzar su destino solo si no hay obstrucciones físicas, así también, cuanto más libramos nuestras vidas de “residuo” espiritual, pensamientos, palabras o acciones dañinas o negativas, tanto más nuestras almas Divinas pueden brillar libremente.

Tania, cap. 2; Iguéret HaTeshuvá, caps.4-5

Bereshit (Génesis) 1:1 – 6:8

El nombre de la primera sección del libro de Génesis está tomado de sus primeras palabras, “En el comienzo” (Bereshit en Hebreo), y comienza con la creación del mundo por parte de D-os. La Humanidad fue creada con la capacidad de elegir entre el bien y el mal, pero los primeros humanos, Adán y Eva, hicieron mal uso de este don, lanzando a la humanidad a un camino de degeneración moral creciente. Eventualmente, fue necesario establecer un nuevo orden y darle al mundo un nuevo comienzo.

CONFIAR EN EL

Rabí Itzjak Eljanán, Rabino de la ciudad de Kovna, salió a recolectar fondos para ayudar a un respetable miembro de la comunidad, que había perdido casi todo su patrimonio y necesitaba de una asistencia inmediata, antes de que se hiciera público el quebranto.

El Rabino visitó a uno de los judíos más prominentes de la ciudad, quien estuvo de acuerdo en colaborar con una fuerte suma, pero sólo con la condición de saber de quién se trataba. Rabí Itzjak Eljanán se negó rotundamente a dar la información, y el rico aumentó la suma de dinero a fin de conocer el nombre del receptor. El secretario del Rabino, que estaba presente, trataba de sugerir al Rabino que quizás era conveniente revelar el secreto. Sin embargo, Rabí Itzjak Eljanán seguía firme en su negativa.

Finalmente el rico invitó al Rabino a pasar a su oficina privada. Allí le reveló que su propia situación económica era desastrosa y había pensado pedirle ayuda pero temía que su secreto fuera descubierto. Ahora sabía que era posible confiar en él..."

UNA CASA LLENA DE LIBROS DE TORÁ

Un recipiente se define por su contenido. Por ejemplo, si una jarra contiene aunque sea un poco de agua, dirás “pasame el agua”.

Tu casa también se define por su contenido. Aparte de aquellos que viven en ella, los objetos más significativos son los libros de Torá que cubren los estantes y están diseminados en tu casa. Ellos transforman el ambiente en el que vives.

Hay otra ventaja de llenar tu casa con libros de Torá: Tu o tus hijos pueden tomar uno y leer un poco. Y luego, tal vez, comenzar a hacer algunas preguntas. Cuidado: este comportamiento se puede volver costumbre.

Libros Básicos

Empieza con lo básico, y expande a partir de allí. Esta es una guía para principiantes. Todos estos están disponibles con traducción.

Jumash (Los Cinco Libros de Moshé)

D-os dicta, Moshé transcribe, y tu debes tener el libro en tu casa.

Tehilim (Los Salmos de David)

El libro sobre el que tus antepasados volcaron su corazón.

Sidur (Libro de Rezos Judío)

Se necesitaron 120 sabios y profetas para componer una forma para que todos los judíos hablen con D-os.

Tanaj (La Biblia)

Toda profecía y escritura divinamente inspirada que los sabios determinaron que se necesitaría en cada generación. Asegúrate de obtener una traducción auténticamente judía.

Talmud

Compendio voluminoso de discusiones, debates y anécdotas que definieron la práctica judía en el comienzo de la Diáspora. La carne y las papas del aprendizaje judío.

Kitzur Shuljan Aruj

Guía muy popular de práctica judía para toda persona, publicado por primera vez en 1864 por una reconocida autoridad húngara en ley judía.

Tania

La obra más importante de las enseñanzas jasídicas, mezclando y balanceando los aspectos místicos y prácticos del pensamiento clásico judío.

Vida en los Libros

Tratamos a los libros de Torá con respeto: los besamos cuando se caen, nos cuidamos de dejarlos siempre con la tapa hacia arriba, y nunca los usamos para otra cosa que no sea leer y estudiar.

MiSinaí es una publicación de Jabad Uruguay. Pereira de la luz 1130, Montevideo.
Artículos extraídos de www.Jabad.org.uy y www.Chabad.org, publicados con permiso.
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