Entrevistas

El diputado opositor argentino Waldo Wolff y la decisión del Presidente Fernández sobre Hizbala

Entrevista al legislador argentino Waldo Wolff, miembro del Congreso de la Nación, ahora en la oposición

El parlamentario argentino Waldo Wolff, férreo defensor de Israel y de una política por parte de su país que combata al terrorismo y busque la verdad de los atentados allí perpetrados, espera expectante ver qué línea seguirá el flamante Presidente Alberto Fernández. De entrada, veía  señales problemáticas. Pero está  dispuesto a ser sorprendido para bien y su condición, ahora, de diputado opositor, no es un impedimento al respecto. También está listo para exigir respuestas a duras preguntas aún abiertas.

Esta semana lo entrevistamos en Israel.

Y ya de regreso él en Buenos Aires, se publica la noticia que cita el nuevo Canciller Felipe Solá confirmando que “es una decisión tomada” mantener a Hizbala en la lista de organizaciones terroristas, adoptada por el Presidente anterior Mauricio Macri. Consultamos a Waldo Wolff al respecto y éste es su comentario:

“ Me parece muy bien que se sostengan las políticas de señalamiento de grupos terroristas que actuaron en nuestro país,  que implementó nuestro gobierno de manera absolutamente pionera. Me parece muy bien que mantengan lo bueno que hicimos nosotros”.

A continuación la entrevista que le realizamos en Israel. Cabe reiterar: fue previa al anuncio del Canciller Solá.

 

P: Waldo, está asumiendo Alberto Fernández como Presidente de Argentina. De por medio, en el fondo, están los temores, las preocupaciones de la oposición y parte de la comunidad judía respecto a cuál será su línea, por ejemplo a los temas referentes a Israel, Hizbullah, terrorismo. Y Argentina ya ha sufrido dos atentados, en realidad tu planteamiento es que ha sufrido más.

R: Así es. En 1992 la embajada, 1994 la AMIA, luego la firma del memorándum en el 2013  y el asesinato del  fiscal Nisman en el 2015. Esperamos que no, que no tengamos problemas. El gobierno saliente, el gobierno del cual yo fui parte, ha mostrado una línea con la que yo me siento identificado, que es derogar el memorándum, recibir al Primer Ministro de Israel por primera vez en la historia y nombrar a Hizbullah como grupo terrorista. Esperemos que nunca más los judíos, como nos ha tocado cuatro veces en estos últimos ya más de 25 años, tengamos problemas con atentados terroristas.

P: Están a la expectativa los judíos argentinos de ver cuál será la línea de Fernández.

R: No todos los judíos argentinos, los judíos también tenemos nuestras funciones políticas partidarias. Yo soy uno de los que va a luchar por exigir que nos respeten en el lugar que siempre tuvimos.

P: Habrá por cierto que esperar a ver qué línea sigue el nuevo Presidente. ¿Qué estimás que sucederá? El hecho que tiene una línea distinta de la del presidente saliente Macri no es secreto.

R: La  verdad que yo tengo la obligación intelectual de ser optimista y de darle la posibilidad del nuevo presidente a que muestre las cartas. Nosotros vamos a ser una oposición absolutamente constructiva. No vamos a ser una oposición destructiva, así que lo primero que tenemos que hacer es darle la derecha para que muestre cómo se va a insertar en el mundo. Pero, dicho esto, también tengo la obligación de decir que Alberto Fernández es un hombre que llega con más contradicciones tal vez que ningún otro presidente que yo he visto llegar. Él ha tenido apreciaciones contundentes en contra de Cristina Fernández de Kirchner en las cuestiones que tienen que ver con líneas políticas que atañan a la comunidad judía local. Recordemos que  él es un hombre que se manifestó diciendo que Cristina Fernández de Kirchner había cometido el delito de encubrimiento del atentado al firmar el memorándum con Irán.

La dirigencia de la comunidad judía argentina ha tenido tiempo para felicitar al nuevo presidente, pero no ha tenido tiempo de preguntarle qué piensa de tener una vicepresidenta que él mismo la acusó de encubrimiento de un atentado en el que que murieron 85 personas en la Argentina. Así que hoy estoy expectante y ejerciendo mi lugar de oposición y pidiéndole explicaciones a través de los medios, a través de las redes. También espero que tengamos una vida tranquila como comunidad judía en Argentina, lo cual no tuvimos en la última etapa del kirchnerismo.

P: Se atribuyó a Alberto Fernández haberle dicho la embajadora de Israel, Galit Ronen, que planeaba  derogar el decreto que declara a Hizbullah como  organización terrorista. ¿Se sabe algo con mayor claridad? Porque la embajadora no lo confirmó oficialmente, entiendo que el portavoz de Fernández lo desmintió. ¿Cómo aclarar ahora el tema?

R: Bueno, empezaron aclarándolo bastante mal porque eligió de ministra de Seguridad a una antropóloga llamada Frederic, que dijo en una nota hace pocos meses que el terrorismo no era un problema de Argentina, sino que era un problema de los países de la OTAN y que  Hizbullah no era un grupo terrorista. Así que hasta el momento las señales que ha dado no han sido buenas. Yo la invité a la ministra a través de los medios, si ella considera que no es un problema nuestro, que nos acompañe un día a nuestros colegios, donde nosotros llevamos a nuestros chicos cada mañana y nos hacemos pasar por medidas de seguridad aeroportuarias para que vea que sí es un problema de la Argentina; salvo que no considere a los judíos argentinos, que cosa que no creo.

P: Y está pendiente aún también el esclarecimiento del asesinato del Fiscal Alberto Nisman.

R: Yo he escrito un libro donde hablo de la muerte del fiscal Nisman y estoy terminando un documental sobre el tema. La Suprema Corte determinó claramente que fue asesinado.  Como dije antes, el asesinato del fiscal fue otro atentado. Espero que no nos sorprenda un gobierno con cuestiones vinculadas al terrorismo.

 

Argentino y judío, sin contradicciones

P: En otro orden de cosas  ¿qué significado tiene para vos estar en Israel en un  congreso bajo el título de Aliados por Israel?

R: Mi identificación con Israel se corresponde con la identificación milenaria de cualquier judío. Yo tengo muy claro cuál es mi vínculo con el Estado de Israel. Mi identificación con Israel es reconocerlo como centro de nuestra vida espiritual. Después, las cuestiones geopolíticas del país son una cuestión coyuntural y no me meto. Me puedo sentir identificado o no con lo que hace la coalición de gobierno que le toca gobernar o no, como cualquier otro gobierno del mundo. Así que no tengo ningún conflicto, suelo decirlo. Así como los armenios cuando viajan y ven el Monte Ararat, se emocionan, los cristianos cuando viajan a Roma y se persignan ante los lugares santos, yo soy un argentino hasta la médula y al mismo tiempo en Israel está mi centro de vida espiritual.

P: ¿Y cómo se conecta esa identificación emocional con Israel con tu condición de político argentino? En tu gestión precisamente como político, has estado del lado que defiende las buenas relaciones con Israel.  Pero ahora el futuro quizás sea más problemático…

R: Por empezar, la Constitución de mi país, en su artículo 14, establece la libertad de culto, y yo profeso el judaísmo. Si a alguien no le gusta, es su problema.  Me siento muy conforme de integrar la coalición de gobierno que integré. Nuestro gobierno, que levantó las banderas de un gobierno que se identificó con lo que llamamos el ala occidental de la civilización, fue el primero en recibir en Argentina al Primer Ministro de Israel,  derogó el memorándum con Irán, puso a Hizbala en la lista de grupos de terroristas, que es donde debe estar, sobre todo en nuestro país donde según determinó la Justicia de nuestro país, cometió dos atentados. Y lo hago con convicción. Soy un hombre que saltó el cerco de la comunidad judía hacia la política nacional. A Algunos judíos les cuesta entenderlo, pero a mí no, lo hago con plenas convicciones y muchas veces más sólo de lo que entiendo que debería estar, con menos apoyo de la dirigencia de la comunidad judía, pero ejerciendo mi rol cívico, ocupando una banca de la provincia de Buenos Aires, provincia en la que vivo hace muchos años, por la cual tributo y empleo.

P: ¿Has tenido algún problema por tu condición judía en el Congreso de la Nación, en el ámbito político nacional argentino?

R: Problemas los judíos tenemos en todas partes del mundo. Pero la verdad que son los menos. Siempre hace ruido el avión que no llega, vos como periodista lo sabés bien. No suelo tenerlos, pero tenemos. En la Argentina también tenemos un partido de ultraderecha hoy que proclama a viva voz su oposición a los judíos. El progresismo de izquierda muchas veces se disfraza de antisionista. Esto ya es una problemática mundial. Vimos hace pocos días cómo en Francia se proclamó legalmente el antisemitismo equiparado con el antisionismo, así que el fenómeno existe. Trabajaremos para que pase lo mismo en nuestro país.

P: Para que se entienda que “antisionismo” es un disfraz del antisemitismo.

R: Exacto. La verdad que es una batalla que los judíos debemos dar, una batalla cultural que incluso debemos dar dentro de nuestras comunidades. Hay judíos incluso que manifiestan esto. La verdad que no existe ser antisionista, porque el mundo es sionista. En 1947 la propia ONU determinó que  éste es el lugar donde el pueblo judío tiene la posibilidad de tener su Estado, o sea que el mundo reconoció al sionismo. Mi país, la Argentina reconoce al Estado de Israel. Pero parece que es una batalla que recién comienza en la que tenemos que trabajar fuertemente. El progresismo ha levantado esta bandera de que se puede ser antisionista, y la verdad que habiendo 197 países en el mundo, justo meterse con el único judío, hace pensar. Es que Israel es el judío entre las naciones.

P: ¿Te parece que arriesgás tu vida con tus posturas, que probablemente sean opuestas a las del nuevo régimen? Al menos, distintas en varios puntos.

R: No, no creo que arriesgue mi vida y aunque así lo hiciera, lo haría. A los judíos no nos ha ido bien nunca con los fascismos y no nos ha ido bien nunca quedándonos callados. Así que no creo que mi vida corra riesgo, pero correría riesgo mi salud mental y mis vísceras si yo me quedase callado y no honrara la historia que nosotros tenemos en la participación de la política mundial, incluso siendo del pueblo de la ley. SI no nos involucramos nosotros en la vida cívica, como religión abrahámica genésica trajimos a la sociedad a las tablas de la ley…¿Quién lo va a hacer?

P: Muchas gracias Waldo

R: A vos.

Ana Jerozolimski
(12 Diciembre 2019 , 19:51)

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