Mundo Judío

MiSinai

Tenemos el honor de compartir con nuestros lectores MiSinaí No. 42. Esperamos que lo disfruten tanto como nosotros.

No. 42
Vaikhel Pekudei Hajodesh
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Horario de velas de Shabat en Montevideo, viernes 20/03 18.37
Demás localidades ver en  www.jabad.org.uy

 

UNA BASE DE AMOR

Por Shlomo Yaffe

Los materiales para la construcción del santuario portátil que había en el desierto, el Mishkan, provinieron de las donaciones voluntarias del pueblo judío. Cada uno aportó de acuerdo con sus posibilidades y con la generosidad de su corazón.

Sin embargo, los adanim, las "bases" sobre las cuales descansaban las paredes verticales del Mishkan, sus cimientos, vinieron de otra fuente. Esas bases fueron confeccionadas con la plata aportada por los judíos, como parte de la contribución obligatoria que debían realizar, un total de medio shekel por persona. (El shekel era una medida de peso pequeña estándar que se utilizaba para pesar el oro, la plata y el cobre con fines monetarios). Tanto ricos como pobres, motivados o desmotivados, felices o a regañadientes, cada judío tuvo que dar exactamente la misma cantidad.

El Mishkan, la construcción que "alberga" la presencia Divina, representa la totalidad del pueblo judío. Toda la nación y, a su vez, cada individuo en particular, es un santuario para la presencia de D-os.

Todos tenemos diferentes niveles de habilidad, oportunidad y compromiso. Todos tenemos fortalezas y debilidades en cada una de estas áreas. En nuestra vida, construiremos y sostendremos el Santuario del Judaísmo de diferentes formas, todo dependerá de las circunstancias que podemos controlar y de aquellas que no podemos controlar. Sin embargo, los cimientos de este edificio, las bases de plata cuidadosamente alineadas al suelo que soporta la estructura del santuario, están construidas sobre la base de la constancia, que es la misma para todos en cada etapa de su vida.

"Plata" en hebreo, kesef, también, significa "anhelo" y "amor". Lo único que todos los judíos deben tener en todo momento es amor incondicional por el otro.

Sin importar las diferencias que existan entre nosotros, la base para construir un lugar donde more D-os en nuestro mundo es un recordatorio de la igualdad y del valor irreemplazable y fundamental de cada judío en nuestra misión como pueblo. No debemos ver a ningún judío como un ser marginal ni tampoco podemos catalogar a ningún judío como irremediablemente desconectado de sus raíces. No podemos permitir que cuestiones de comportamiento e ideología opaquen la necesidad de apoyarnos los unos a los otros, cualquiera sea nuestra necesidad.

Es por este motivo que hablamos del amor como un anhelo, kesef. Debemos permitirnos ser atraídos los unos a los otros por la fuerza y el deseo de unidad, que son más poderosos que las fuerzas que tienden a separarnos.

 

LO QUE SIGNIFICA DESCANSAR EN SHABAT

[Moisés le dijo al pueblo judío] “Trabaja seis días y el séptimo día será sagrado para ustedes, un reposo absoluto.” (Shemot 35:2)

Cada semana es una repetición - a nivel espiritual - de la semana de la Creación: D-os vuelve a crear al mundo durante los seis días de trabajo y “descansa” cada Shabat. D-os “descansa” al volver a experimentar la idea original que dio lugar a la creación del mundo. Durante los seis días originales de la Creación, D-os atendió los detalles de ejecución de Sus diseños; luego de que el maestro arquitecto completó Su obra maestra, la examinó y la revisó como la realización de Su plan.

De este modo, durante los seis días laborables, el mundo es recreado por la energía “creativa” de D-os, mientras que en Shabat, el mundo es creado por la energía “reposada” de D-os.

Nuestra tarea en Shabat, entonces, no es trabajar en rectificar la creación, sino experimentar la creación como la morada Divina que hemos trabajado en hacer durante la semana. Entramos en este estado de consciencia absteniéndonos de las 39 categorías de trabajo creativo que hacemos en la vida cotidiana.

Or HaTorá, Shemot, pág. 2113.

Shemot (Éxodo) 35:1 – 40:38

La décima sección del libro de Éxodo comienza con Moisés bajando del Monte Sinaí por tercera y última vez e inmediatamente congrega (Vaiakhel en Hebreo) al pueblo judío. Moisés les informa que D-os los ha perdonado por el pecado del Becerro de Oro y les ha instruido que construyan un Tabernáculo como señal de su perdón.

La onceava y última sección del libro de Éxodo comienza informándonos a quien Moisés había designado (Pekudei en Hebreo) para ocuparse del funcionamiento y transporte del Tabernáculo. Habiendo concluido el relato de cómo los artesanos hicieron los diversos componentes del Tabernáculo, la Torá procede a describir cómo esos mismos artesanos hicieron las vestimentas sacerdotales y cómo finalmente fue erigido el Tabernáculo.

CÓMO DAR...

Por Yanki Tauber

Se cuenta la historia de un Rabino que regresa a su hogar después de su disertación anual para recaudar fondos para "MAOT JITIM" (En las semanas previas a Pesaj es una costumbre en todas las comunidades judías, recaudar fondos para maot jitim -dinero del trigo- con el cual se adquiere Matzá, vino y otros productos necesarios para los carenciados en la festividad de Pesaj.

"¿Nu?", preguntó la esposa, "¿cómo te ha ido?"

"Bueno", dijo el Rabino, "la mitad de la tarea se ha logrado. Los pobres están de acuerdo en recibir. Ahora sólo me resta convencer a los ricos de dar."

En realidad, este Rabino estaba equivocado. Dar es la parte más fácil.

La parte más dificultosa es la de recibir. ¿Cuántas personas conocemos que se hayan especializado en el arte de recibir graciosamente un obsequio o un elogio?

¿Por qué a la mayoría nos cuesta pedir instrucciones cuando estamos perdidos?

Existe una razón para ello. Según se nos ha dicho, el hombre fue creado a imagen y semejanza de su Creador.

El dar proviene de la Fuente de Todo. ¿Pero como puede Alguien al que no Le falta nada, recibir? Sólo por el acto de auto -contraerse, por medio del gran misterio de una voluntad Divina que proclama: "Yo deseo esto de ti."

Creado con la Imagen Divina, el hombre es un dador natural. Pero se requiere un esfuerzo supremo de nuestra parte para recibir genuinamente, debemos ahuecar nuestro yo y convertirlo en un recipiente apropiado para recibir amor.

Y un desafío mayor aún es el esfuerzo para lograr ser un vehículo auténtico en el acto de dar. Transmitir al recipiente de nuestro dar -así como D-os nos lo transmite- el profundo deseo que tenemos de proveer, y lo agradecidos que estamos por habérsenos otorgado la oportunidad de dar.

BÚSQUEDA Y DESTRUCCIÓN DE JAMETZ

La Noche Anterior a Pesaj

En la noche anterior a Pesaj (este año la noche del martes 7 de Abril), una vez que la casa está limpia de jametz (leudado), se realiza el ritual de búsqueda y destrucción:

Después del anochecer, reúna a  la familia, encienda una vela y diga:

Bendito eres Tu, Señor D-os nuestro, Rey del Universo, que nos ha santificado con Sus mandamientos, y nos ha ordenado lo concerniente a la eliminación del jametz.

Busque a fondo en su casa y auto cualquier jametz que pueda haber quedado luego de la limpieza (si puede pasar). Ponga la evidencia en una bolsa y guárdela para la ceremonia de quemado de la mañana siguiente.

Después de la búsqueda diga:

Toda levadura o cualquier cosa leudada que está en mi posesión, que yo no haya visto ni eliminado, y de la cual no tengo conocimiento, sea considerada nula y sin dueño como el polvo de la tierra.

Notas:

A los niños les encanta esta parte. Antes de la búsqueda envuelva cuidadosamente diez pedacitos de pan en papel y escóndalos alrededor de la casa. No olvide donde los escondió.

Además de la vela, es costumbre usar una pluma y una cuchara de madera.

¿Va a estar fuera de casa durante Pesaj? Pregúntele a su rabino cuándo y cómo hacer la búsqueda.

El Día Anterior a Pesaj

Se puede comer Jametz hasta el comienzo de la quinta hora del día (este año hasta el 8 de Abril a las 10:52). Para la sexta hora (hasta las 11:49), todo el jametz ya debe haber sido destruido o vendido. (Estas “horas” son una doceava parte del período de luz del día.)

A partir de este momento toda la comida debe ser kosher de Pesaj.

Antes del comienzo de la sexta hora del día (11:49) haga un fuego y queme la bolsa de jametz de la noche anterior además de cualquier otro resto de jametz.

Mientras se quema el jametz, diga lo siguiente:

Toda levadura o cualquier cosa leudada que está en mi posesión, que yo haya visto o no, la haya observado o no, la haya eliminado o no, sea considerada nula y sin dueño como el polvo de la tierra.

A partir de este momento ya está libre de jametz y libre para disfrutar la experiencia liberadora del Seder y los ocho días de la Festividad de la Libertad.

MiSinaí es una publicación de Jabad Uruguay. Pereira de la luz 1130, Montevideo.
Artículos extraídos de www.Jabad.org.uy y www.Chabad.org, publicados con permiso.
Para recibir MiSinaí por email o por whatsapp, contactar por teléfono al 2628 6770 o por mail: [email protected].

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