En comunidad

Recordando a Nisso Acher, a los 3 años de su fallecimiento

Co-fundador y Director de la Cátedra Permanente de Judaísmo en la Universidad Católica

 

Hace ya casi dos décadas, se hizo historia en la Universidad Católica del Uruguay “Dámaso Antonio Larrañaga” y en la colectividad judía uruguaya, al iniciarse la Cátedra Permanente de Judaísmo, co-fundada por Nisso Acher, que la dirigió, y el Padre Antonio Ocaña, entonces Rector de la institución.

 

Nisso y el Padre Ocaña, tras una entrevista conjunta con Semanario Hebreo

 

Desde poco después del lamentable fallecimiento de Nisso (z”l) hace ya 3 años, la Cátedra lleva su nombre, en su bendita memoria.

En este nuevo aniversario de su partida, pensamos compartir entrevistas que le hicimos al querido Nisso en distintas ocasiones en relación a la Cátedra. Pero en lugar de ello, optamos por reproducir parte de dos notas escritas por Isaac Gliksberg, colaborador de Semanario Hebreo desde hace muchos años-de su muy recordada seria “Postales”, en las que de hecho reprodujo lo que Nisso le contó sobre su vida y trayectoria comunitaria.

 

Lo recomendamos ampliamente. Por Nisso, y porque a través de su historia personal, aprendemos sobre la comunidad sefaradí del Uruguay.

 

El título de aquellas postales: Nisso Acher, activísimo judío, sefaradí y sionista, y la educación judía como objetivos de vida.

 

      ---“Nací en Montevideo el 14 de julio de 1933. Una época muy particular porque en ese mismo año, Hitler tomó el poder en Alemania y, a partir de esa fecha, ocurrieron grandes y lamentables eventos, para la humanidad y para el pueblo judío.”

---“Mis padres fueron dos inmigrantes provenientes de Turquía, Felipe Acher y Conda Esquenazi. Ambos, venidos al Uruguay durante y al finalizar la Primera Guerra Mundial, en 1916 mi padre y en 1923 mi madre.”

 --- “Mi padre vino al Uruguay con su tío, Don David Morón, que fue una figura emblemática de la comunidad sefaradí en Montevideo. Fue uno de los primeros inmigrantes sefaradíes y mi padre vivió los primeros años en su hogar.”  

---“Mi padre y mi madre se conocieron en Montevideo y se casaron en el año 1936.Decidieron entonces abandonar la Ciudad Vieja, donde residían la mayoría de los judíos sefaradíes, y se fueron a vivir a Pocitos, de modo que yo me crié en Pocitos, prácticamente, durante toda mi vida.”

---“Tuvieron tres hijos. Yo que soy el mayor, otro hermano que me sigue y mi hermana menor.”

---“Yo viví mi infancia en un barrio donde la gran mayoría eran cristianos muy activos, participantes del catolicismo, estudiantes del Seminario, estudiantes de los Hermanos Maristas, y éramos muy, muy poquitos los judíos que vivíamos allí, en esa zona. No éramos más de seis o siete familias, en su totalidad, sefaradíes.”

---“Yo  no fui a escuela judía, pero recuerdo que mi padre nos llevaba siempre a la Sinagoga de la calle Buenos Aires, la anterior a la actual, y solía ir a la Ciudad Vieja porque mi padre tenía un comercio en la calle Sarandí y Alzaibar. La verdad es que aprendí a leer el alfabeto hebreo, recién cuando ya era mayorcito.”

---“Yo sabía que en la Ciudad Vieja estaban los orígenes, las raíces de todo el grupo humano nuestro, pero nosotros nos habíamos “separado” porque, claro, al vivir en Pocitos, de alguna manera teníamos una vivencia bastante diferente a la de la Ciudad Vieja, no era lo mismo, éramos, digamos, de algunas características un tanto diferentes.”

--“En mi hogar paterno se respetaba muchísimo la tradición judía sefaradí. Se celebraban en casa todas las festividades que marca el calendario judío. Sentíamos una fuerte identificación con el judaísmo y como sefaradíes y, siempre que correspondiera, nuestros padres nos llevaban para asistir a la Sinagoga Comunitaria Sefaradí.”

---¿Qué puedo contarte de mi infancia como niño judío? Pues, debo contarte que desde el punto de vista judío, sentía una extrema soledad, porque yo era el único judío en toda la barra de amigos y, probablemente, en seis o siete cuadras a la redonda de donde vivíamos.”

 ---“Esta situación  me daba varias sensaciones extrañas. Primero, una sensación de soledad y segundo, de reafirmación de mi carácter judío, de lo cual,   lamentablemente, no tenía mucha base. De todos modos, tenía una identidad muy, muy clara de que yo era un niño judío y, yo diría, que era una identidad casi combativa, porque yo estaba inmerso en un medio que no me era muy favorable.”

---“Era aquélla una época muy particular, por lo menos así la vivía yo en mi barrio y en mi entorno. Las relaciones judeo-cristianas no eran como lo son ahora y, por el contrario, y por el contrario, todavía quedaban resabios de la expulsión de los judíos de España, de la Inquisición y de todo eso, de modo tal que había remoras de esos elementos en la sociedad de jóvenes o de niños de aquellos tiempos. Y, bueno, se oían muchas cosas desagradables e injustas que culpaban a los judíos…Por lo menos, es lo que sucedía en mi barrio y en el núcleo de amigos entre los cuales me criaba. Incluso, Gliksberg, viví algún caso de discriminación. Por ejemplo, había una de las familias que nunca me invitaban para participar de los cumpleaños, pero, debo decirte que, también había amigos y vecinos que no hacían ningún distingo con respecto a mi condición de niño judío, eran familias mucho más abiertas y, siendo cristianos, no les molestaba que yo fuera un niño judío…”

---“La verdad es que en aquella época aprendí dialéctica y que ésta me resultó muy útil en los años que siguieron. La respuesta a mis interrogantes las encontré en la biblioteca familiar de mi tío, don Nissim Abudara, que tenía muchos libros de temas judíos. Allí, en la biblioteca de mi tío, encontraba la respuesta a las inquietudes mías como judío, entonces yo iba y leía  y trataba de nutrirme de una artillería de argumentos para poder de alguna manera dar respuesta a las interrogantes que se me planteaban con mis amigos y así, poder enfrentarlos intelectualmente, y superar el estado de inferioridad frente a ellos en que yo me encontraba.”

---“Fue ahí, en ese entonces, yendo a la biblioteca de mi tío, leyendo, estudiando y discutiendo con mis amigos cristianos, que empezó mi conocimiento, y de alguna manera también, mi amor por el pueblo judío, al cual pertenecía y pertenezco,  y, luego, como lógico corolario, mi adhesión al sionismo y mi amor por el Estado de Israel.”

--- “Yo fui a la Escuela Pública “Estados Unidos de Brasil”, en Avda. Brasil . También ahí, en mi época, había pocos alumnos de origen judío. En el turno de la mañana, al cual yo concurría, asistirían no más de tres o cuatro alumnos judíos. En cambio el liceo, ya fue otra cosa para mí, desde este punto de vista. Fui al Liceo público No. 1, José Enrique Rodó, en la calle Colonia entre Rio Branco y Convención y como estaba en pleno Centro,  muy cerca de la zona donde residían muchísimos judíos asquenazíes, me ocurrió exactamente lo contrario de lo de la Escuela Pública, donde de treinta y tres o treinta y cuatro alumnos de clase, entre 17 y 20 eran de origen askenazí.”

---“Aquí comencé a sentirme rodeado de muchachos y muchachas parecidos a mí, aunque claro, también existía la diferencia de que yo era sefaradí y la mayoría de mis compañeros judíos, por no decir la totalidad, eran de origen askenazí. De modo que allí, tuve que aprender y culturalizarme de acuerdo a las costumbres y tradiciones asquenazíes lo cual me vino muy bien , porque realmente aprendí muchísimo de muchas cosas que hoy son los elementos fundamentales de mi cultura cotidiana.”  

 ---“Me preguntas cómo y cuándo me vinculé a la actividad comunitaria. Bueno, ello fue así: Yo tuve un problema de salud que me impidió durante un año concurrir al liceo. Esto fue en el año 1946. El médico que me atendía era el siempre recordado y querido Dr. Jacobo Hazán, Z’L, que era el médico de mi familia y de una gran parte de la comunidad sefaradí y, en ese momento, él era el Representante Oficial de la Agencia Judía para Palestina, que así se llamaba esa Agencia y, como vio que yo no tenía ninguna actividad  dado que tampoco iba al liceo, me invitó a ir a ayudar, a dar una mano, a la oficina de la Agencia Judía, que él dirigía, lo cual acepté con muchísimo gusto.”

---“De modo que, debo decir, que fue el Dr. Hazán Z’L quien me vinculó por primera vez, a la actividad comunitaria que, felizmente, no he abandonado hasta el día de hoy.”

---“Ahí me sumergí, prácticamente, en el tema del sionismo, en el tema judío. El local de la Agencia Judía estaba situado en el barrio Cordón, en la calle Constituyente 1711, pegado al entonces Cine Monumental, actualmente, sede de una secta religiosa. En aquel local funcionaban, además, el Comité Central Israelita, y otras instituciones comunitarias. El Comité Central Israelita contaba entonces como Secretario Ejecutivo con el hermano del Dr. Hazán, Don Isaac Hazán.”    

---“Entonces ahí me puse en contacto con todas las instituciones judías que yo desconocía porque venía de otro medio, y con las fuerzas vivas, digamos, del movimiento sionista y fueron años muy importantes para mí, particularmente el año 1947, cuando las Naciones Unidas resuelven la creación del Estado de Israel. Este sería, entonces, el comienzo de mi ya larga, pero siempre rica, actividad comunitaria.”

 

---“ Así que gracias al Dr. Jacobo Hazán Z’L me vinculé a la Agencia Judía y al Comité Central Israelita en el año 1946 y ese fue mi primer gran vínculo con la colectividad.”

---“En 1947 seguí cooperando con ambas instituciones. Yo era, digamos, algo así como el “chico de los mandados”. No realizaba tareas de mucha importancia. Escribía las cartas y hacía otros trabajos de igual significación, pero el contacto que tenía a través de esas tareas con la colectividad era tremendamente importante.  E, incluso, me tocó participar de todos los preparativos que se hicieron para obtener el voto uruguayo a favor de Israel en la Asamblea de las Naciones Unidas en el año 1947. También me tocó enviar una cantidad enorme de mensajes, telegramas, firmados por políticos uruguayos, incluso por el propio Senado y la Cámara de Diputados a diferentes países y a distintos gobiernos y Partidos políticos a lo largo y a lo ancho del mundo para que ellos votaran afirmativamente la Resolución de Partición de Palestina, cosa que no era nada menor, muy importante y que yo, en mi juventud, no había podido aquilatar cabalmente su importancia histórica. “

---“Ahora,de alguna manera me siento muy orgulloso de haber aportado un granito de arena, pequeñito, para que esa Resolución fuera positiva , porque debo decirte que, muchos de los lugares donde insistimos con nuestros mensajes, donde “presionamos”, digamoslo así, finalmente votaron positivamente.”

---“Recuerdo con mucha emoción, que el día de la Resolución final, la alegría nos embargaba a todos, nos parecía que vivíamos en un mundo que no era realmente el que conocíamos, que no era real y pensamos, eso sí, que se abría una suerte de nuevo camino, una esperanza enorme, enorme… Lo que también recuerdo es que el día de la Resolución, en Montevideo hacía muchísimo calor y la alegría de todos los que estábamos en la Agencia. Sentíamos todos que habiéndose terminado la guerra, habiéndose terminado la Shoá, ahora, se abría un gran camino de luz y de esperanza para todos nosotros, para todo el pueblo judío. Era algo que nos conmocionaba profundamente. Recuerdo que en ese momento era una efervescencia sionista muy, muy importante. “

---“Recuerdo también que cuando oímos por la radio la Resolución final aprobada, todos los que estábamos en la Agencia nos paramos y cantamos el “Hatikva”, todos allí estábamos pendientes de lo que decía la radio y cómo se desarrollaba la votación y, debo decirte, Gliksberg, que había lágrimas en los ojos de cada uno de los que allí estaban, incluyendo en los míos, y recuerdo que, pocos meses después, cuando el 14 de mayo se declaró el Estado Judío, se hizo un gran acto, un enorme acto en el entonces amplio espacio de confluencia de las calles Colonia y Avda. Agraciada (actualmente Avda. del Libertador) y ahí se reunió toda la colectividad y se cantó y se bailó y se festejó la creación del Estado Judío, hubo discursos de los cuales recuerdo el de Don Elías Seroussi, entonces Presidente del C.C.I., del Dr. Lubin y del Dr. Jacobo Hazán Z’L y pese al frío que hacía esa noche, la multitud palpitaba de emoción. Y muchos de nosotros llorábamos de alegría, por la proclamación del Estado de Israel.”

---“Debo contestarte que la vida judía en mi familia era muy fuerte. Recuerdo las conferencias que se daban en la Kehilá de la calle Buenos Aires, la anterior a la actual, donde intelectuales y activistas de la comunidad hablaban de temas básicos que siempre estaban relacionados con la vida sefaradí. La identidad sefaradí era muy, muy  fuerte y parecía que mis abuelos y padres, como tantos otros, hubieran salido ayer de España…Y ni qué decir del ladino y del djudeo-español que aún nosotros lo hablamos con fluidez y conservamos con muchísimo amor. Es que esos idiomas eran un símbolo de identidad. Y recuerdo también la imagen y sabiduría del Rabino Isaac Algaze y me impresionaba su gran voz como “jazán” (Cantor litúrgico).”

---“En 1950 me incorporé a un movimiento juvenil sefaradí, “Tejezakna”, que fue la respuesta sionista de los jóvenes a la creación del Estado de Israel. Recuerdo de aquel movimiento a gente muy activa como Nelson Pilosof, Violeta Merchant que después emigró a Israel donde falleció, Bernardo Levy, Felipe Curiel y se me escapan algunos otros nombres y, de allí, salí para participar en el seminario “Instituto de Instructores Juveniles”.

---“Entonces fui a Israel a estudiar y me produjo un gran shock cultural, enorme…Porque era otro mundo, otra visión de la vida, otro concepto de la responsabilidad nacional y personal, otro esfuerzo para participar en una gran epopeya y un mundo intelectual enorme que yo desconocía. Allí, en Jerusalem, estudiamos durante siete meses, en un curso para americanos, europeos, sudafricanos, neocelandeses y australianos, cada uno estaba por una “tnuá” diferente y había desde la extrema izquierda hasta los más de derecha y todos juntos participábamos allí de la gran aventura, primero, de la creación del Estado Judío y ,segundo, de prepararnos para ser instructores juveniles en la diáspora. Luego experimentamos la vida en dos kibutzim diferentes. Hay que ver que éramos todos muy jóvenes.  Trabajábamos como miembros del Kibutz. Yo trabajé en el gallinero y en el tambo. Esta experiencia duró otros siete meses.”

---“Volví al Uruguay con la tarea de instruir a jóvenes judíos. Primero en la “tnuá” “Gordonia”, que se llamaba así en homenaje al pensador Arón David Gordon, como “Madrij” (“Instructor”). Esta “tnuá” luego se denominó:”Ijud Hanoar Hajalutzim” que luego se unió al “Dror” del Partido “Mapai”.

---“En 1954 me enviaron como “sheliaj” (Emisario) a Asunción, luego a Santa Fé, a Bahía Blanca y a Santiago de Chile. Todo ello en forma voluntaria. En realidad, yo debí haber hecho “aliá” (emigración) con mi grupo, pero razones familiares me lo impidieron y me quedé en Montevideo, donde nunca abandoné la actividad comunitaria judía y sionista en una u otra forma. Fui Vice-Presidente de la Comunidad Sefaradí, trabajé en la Comisión de Amigos del I. C. Weizman, estuve en la Organización Sionista del Uruguay durante cierto período.”

---“En 1978 la Comunidad Sefaradí me designa delegado en el C.Central Israelita, en aquella época, con características muy diferentes a las actuales. Manuel Tenenbaum que había sido Presidente del Comité se fue a trabajar al C. Judío Latinoamericano y lo sucedió el Arq. Bernardo Sapiro, que reside en Israel y que era Presidente cuando yo me integré al Comité. A mí, Isac, me entusiasmó muchísimo el trabajo allí y dediqué buena parte de mi actividad a ese Comité. Alli fui Tesorero, abandoné luego por un breve período y luego, fui electo, en el año 2001, Presidente del C. C. I. Yo fui Presidente del Comité C. Israelita desde 2001 hasta 2003. Me tocaron episodios internacionales antijudíos y antiisraelíes de mucha trascendencia que había que combatir y neutralizar.”

---“Al final de mi período presidencial en el Comité, hubo un contacto con la Universidad Católica. Fue un contacto institucional y yo, como Presidente, me reuní con los representantes de “la Católica”. Y luego de muy cordiales, afables y simpáticas reuniones, muchas reuniones, tuve la suerte de encontrarme con alguien que hoy es un gran amigo personal y de la colectividad, el Padre Jesuita Antonio Ocaña,actualmente Rector de la Universidad y Docente en la Cátedra de Judaísmo. En aquel momento era el Vice-Rector y con él, pudimos encontrar un gran entendimiento, y de ahí surgió la idea de crear la Cátedra, que el Rector quiso denominar “Cátedra Permanente” para fijar una posición de futuro, de judaísmo en la Univ. Católica.”

---“Esta Cátedra fue generada por ambos. Esto fue en el año 2003. Hicimos el primer intento y estuvo basado en Maimónides, y recuerdo como hoy, que cuando propuse ese título, el P. Ocaña, con gran sonrisa y como Profesor de Filosofía, me dijo: “Ah, de Moisés a Moisés, no hubo otro Moisés”, frase muy conocida por los judíos, indicando que desde Moisés Rabeinu, al Rambam, no hubo otro de ese nivel. Al hablar con el P. Ocaña me dí cuenta que estaba hablando con alguien que era un amigo mío y de los judíos y que tenía el nivel intelectual como para manejar esta idea lo que me dio gran alegría. Y, cuando se propuso el tema de Maimónides me dijo, además:”Mira, yo soy de Andalucía, y esto me resulta muy cercano…”

---“El primer curso lo dictó el Rabino Maarabi. Tuvimos una asistencia de treinta y cinco alumnos, lo que constituía un gran logro. En, realidad hubo varios logros: a) el establecimiento de la “Cátedra Permanente” en la “Catòlica”, cosa que 20 o 25 años atrás habría sido impensable, b) estrechábamos puentes y acercamiento entre judíos y católicos, c) lo realizábamos a nivel de lo más importante para judíos y cristianos, las ideas, la historia, el mundo de la cultura y d) la participación, realmente interesante, por los alumnos que asistieron.”

---“En el segundo curso ya sentimos la certeza de que esto se había institucionalizado, luego vino el tercer curso en el cual comenzamos a alternar varios temas y diversos profesores,  pero, todos con un hilo conductor y continuamos con éxito de alumnado y con diversos entusiastas docentes. En uno de ellos, fuiste docente tú Gliksberg y fue tu curso sobre la literatura idish una muy buena presentación del tema. Hay absoluta libertad de Cátedra, tú bien lo sabes, y pretendemos, con ella, tocar todos los temas que atañen a la historia, la filosofía, la tradición , los personajes las ideologías en las diferentes etapas del proceso histórico del pueblo judío, desde Moisés hasta el presente.”

 ---“En esta Cátedra hay lugar para todos, judíos y no judíos. La Cátedra ya está consolidada y, es nuestro deseo mayor, que siga siendo un vínculo importante para los jóvenes, vengan de donde vengan, para fortalecer la hermandad entre judíos y no judíos, particularmente con los católicos, y que sea una fuente de educación judía permanente para las actuales y futuras generaciones. Para que ello sea así, hemos instituido , incluso, becas especiales, por lo cual, es posible para cada situación particular, recibir esta magnífica formación que otorga la “Cátedra Permanente de Judaísmo”.

 

Nisso (z"l) y el Padre Ocaña, junto a Iche Margulies (z"l) y a Sylvia Goldstein que lo ayudó como vice Directora de la Cátedra y pasó a dirigirla al fallecer Nisso

 

 

 

 

Nuestro homenaje a Nisso Acher (z”l), en el tercer aniversario de su fallecimiento. 

Ana Jerozolimski
(20 Mayo 2020 , 09:36)

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