Mes de la Mujer 2019

Con Verónica Alonso, precandidata a la Presidencia de la República por el PN

“Creo que Uruguay está en condiciones de darle el respaldo a una mujer en ese lugar de  tanta responsabilidad”.

Verónica Alonso (45) está en el Parlamento uruguayo desde el 2010, primero como diputada y desde el 2015 como Senadora, parte de la bancada del Partido Nacional,  que comenzó en la Correntada Wilsonista.

 Se graduó en  la Facultad de Administración y Ciencias Sociales de la Universidad ORT Uruguay y tiene un posgrado en Relaciones Internacionales y Desarrollo Político Latinoamericano de la Universidad Miguel de Cervantes (Chile) .

En el 2018 anunció su precandidatura a la Presidencia de la República por el Partido Nacional.

Está casada desde el 2000 con Marcel Gerwer. Ambos son padres de tres hijas. Camila. Delfina y Violeta. Fue de cara a la formación de la familia, que decidió convertirse al judaísmo.

Sobre los desafíos de la mujer en el Uruguay de hoy, sobre la mujer en política y su visión de la campaña electoral y su precandidatura, es esta entrevista.

Pero antes de terminar, Verónica Alonso pide recordar: 

 

"Acaban de cumplirse 3 años de la muerte de David Fremd y  tenemos que recordar y no olvidar. Que en nuestro país se mató a un papá, vecino y comerciante por el hecho de ser judío. Fue un crimen de odio. Y después de 3 años tenemos q volver a recordarlo cada día para saber que estas cosas no están lejos. Y debemos seguir educando y fomentando la vida en una sociedad plural y democrática apostando siempre a la convivencia pacífica, el respeto y la tolerancia ante cualquier credo, idea o color"

 

 

P:  Verónica, esta no es, por suerte, la primera vez que conversamos y también ahora quisiera combinar lo personal con lo político. Es ineludible porque te solicité esta entrevista en el marco del Mes de la Mujer  por tu destacado papel en la política del Partido Nacional y por tu condición de pre-candidata a la Presidencia de la República. Pues ante todo, en términos generales ¿te parece que una fecha dedicada la mujer, es  en Uruguay motivo de festejo por logros alcanzados, o un recordatorio sobre los desafíos con los que aún hay que lidiar?

R: Gracias Ana por esta nueva instancia de intercambiar ideas sobre el papel que tenemos las Mujeres en el siglo XXI.  Hoy creo más que nada es un tiempo de desafíos por todo lo que resta hacer en materia de igualdad de derechos y de seguir empoderando a las mujeres para que se animen a ser lo que quieran ser. Te lo dice una mujer, orgullosa de serlo, madre de tres hijas a quienes les transmito que tengan la fuerza y el coraje de salir adelante y conquistar el mundo. 

No obstante, Uruguay ha sido no solo en la región sino a nivel mundial, uno de los primeros países en reconocer el rol de la mujer en la sociedad. Tuvimos las primeras profesionales y políticas como Luisa o Paulina Luisi o Julia Arévalo. Las primeras dirigentes y ministras como Alba Roballo. Tuvimos el voto femenino en tempranas horas del siglo pasado. En materia de leyes, Uruguay también ha sido pionero en reconocer el derecho de la mujer incluso en materia laboral. 

Sin embargo resta mucho por hacer por la sencilla razón que las sociedades van creciendo, van desarrollándose y mutando, generando nuevas situaciones que atender y resolver. Y hoy hay q seguir rompiendo barreras culturales que están instaladas en hombres pero también en mujeres.  Las Mujeres hemos conquistado mucho en el derecho legal pero resta mucho en el derecho cotidiano, en el de todos los días. 

P: ¿Hay debes del Estado ante la mujer?

R:  Sin duda que sí. Por eso los reclamos y las marchas en demanda de visibilidad.  Marchas que tampoco han aprovechado la oportunidad de luchar por una causa común:  la igualdad de derechos ante la ley y la igualdad de oportunidades para las Mujeres. 

Lamentablemente se han utilizado las marchas desde el radicalismo y la violencia, generando un conflicto y un enfrentamiento con los hombres que no es real. Yo entiendo la vida desde una misma vereda con los hombres luchando por esa igualdad que aun falta.

P: Eso se refiere más al aspecto social que al Estado mismo ¿verdad?

R: Así es. Y entiendo que tu pregunta es dónde está ausente el Estado. Pues yo creo que en  aprobar una ley de violencia de género, pero no dar recursos para los juzgados especializados o para las pulseras que faltan o para los refugios para mujeres víctimas de violencia, entre otras herramientas. 

Hay un debe en el control por parte del Poder Ejecutivo en los controles sobre la igualdad laboral entre hombres y mujeres a igual responsabilidad. 

En esto fallan los controles, acá no se necesita presupuesto, se necesita fiscalizar y sancionar simplemente controlando las planillas de trabajo. 

Hay un debe del Estado q debería generar incentivos para dar oportunidades laborales a mujeres por encima de los 40, 45 años que es una barrera a la hora de conseguir trabajo. Hoy el desempleo femenino duplica al masculino. 

Faltan políticas que cuiden y protejan a muchas mujeres jefas de hogar que hoy son el único sostén familiar, emocional y económico de muchas familias. Hoy una de cada cuatro mujeres vive en la pobreza mientras q las cifras en los hombres es uno de cada 7. 

P: Evidentemente eso dice algo sobre la sociedad, no es sólo cuestión de leyes y el rol del Estado. ¿Y en la política?

R: En la vida política también aún resta un largo camino, más allá de lo que hemos avanzado. Los hombres a nivel de la política han generado estamentos en donde la mujer ha podido ingresar a fuerza de codazos, o sea, poco y mal. Es natural. 

Y por otro lado, el tema de la cuota femenina no ha dado los resultados esperados porque se han dado mecanismos que han desviado su primogénita intención. 

Nuestra responsabilidad es seguir empujando la puerta para que la mujer ingrese y obtenga el sitial que merece.

 

VIOLENCIA DOMÉSTICA

P: Desgraciadamente, uno de los peores problemas ha sido el de la violencia doméstica que sigue golpeando y cobrando víctimas. ¿Por dónde pasa la solución al problema?  Evidentemente, nadie tiene la varita mágica. No es una cuestión de políticas partidarias…¿ o sí?.

R: El problema es cultural y no se arregla solo con leyes ni con penas más severas como la historia se ha encargado de develar. La solución pasa por políticas de Estado, que estén por encima de propuestas partidarias.Y esto empieza desde la Educación. Todo empieza ahí. 

P: A hombres y mujeres…

R. Por supuesto. En educar a nuestras hijas mujeres pero también a los hijos varones en la igualdad, en la convivencia pacífica, en el respeto  y la tolerancia. 

Quizá, la presencia de una mujer en la cúspide del Poder Ejecutivo podría ayudar porque tenemos una visión diferente del tema. Tenemos una sensibilidad distinta para tratar estos temas. 

La violencia doméstica es un flagelo que se arrastra desde hace muchos años y hoy es más visible por el fenómeno social actual que multiplica los hechos. Antes le llamaban “crímenes pasionales” y quedaban allí. Eso felizmente ha cambiado y hoy, si bien sigue siendo profundamente repudiable, su actual denominación ayuda a concientizar acerca de su gravedad.

Pero no alcanza sólo con eso. Se necesita también establecer  prioridades y asignar recursos para que las mujeres puedan hacer uso de las herramientas que te comentaba antes.

 

¿VALORES EN COMÚN CON MUJERES DE OTROS PARTIDOS?

P: Hablamos también de política…y me pregunto qué  compartes con mujeres políticas o activistas en otros partidos.  Por ejemplo, con Carolina Cosse…claro está que no me refiero necesariamente en lo personal, Verónica y Carolina, sino como mujeres destacadas en sus respectivos partidos.

R: A Carolina.Cosse la conozco en su rol de ministra de este gobierno del Frente Amplio y de sus acciones y decisiones en los momentos en que concurrió al parlamento convocada por la oposición para responder ante muchas dudas. Lamentablemente, sus respuestas nunca fueron lo suficientemente allanadoras de esas dudas. Nunca fueron muy claras ni muy transparentes, especialmente en el uso de los dineros públicos, como ocurrió con el caso del Antel Arena. 

Desconozco su pensamiento sobre los temas que tienen que ver con ella y su perspectiva de país.  Le propuse debatir públicamente en nuestra mutua condición de precandidatas de diferentes partidos pero aún no he tenido respuestas de su parte. 

Con otras mujeres políticas y dirigentes sociales tenemos muchos puntos en común. Especialmente hemos tenido la capacidad, de poner arriba de la mesa aquellos temas que nos unen por encima de los que nos separan. Ese es un diferencial que creo q tenemos las Mujeres, creemos en el consenso y tratamos de sacar los temas adelante más allá de los partidos.  

P:  ¿Hay luchas que te parece que tienen que librar juntas mujeres de distintos partidos o es imposible concebirlo en año electoral?

R: Yo soy una mujer muy abierta en lo que refiere a encontrar puntos de encuentro para encontrar soluciones pero muy firme en mis convicciones. 

Siempre he apelado al diálogo aún pensando muy distinto. Cuando creo que algo es bueno para el país,  que trasciende las banderas partidarias trato de buscar acuerdos, como por ejemplo la lucha para combatir el consumo abusivo del alcohol, o dar un combate contra las drogas, o en encontrar soluciones para las adopciones en nuestro país.  

Estoy segura que hay muchas ideas en las que estamos de acuerdo, aunque conociendo determinadas posturas sobre política internacional o nacional, por ejemplo de parte de Cosse ya que la has nombrado, desconfío que podamos caminar juntas porque creo que allí tenemos visiones muy distintas de país, especialmente en lo que tiene que ver con valores democráticos. 

 

¿PARA QUÉ SEÑALAR EL DÍA DE LA MUJER?

P:  Quizá tendría que haber comenzado preguntándote  si consideras que tiene importancia alguna todo esto del día internacional de la mujer…también es legítimo verlo meramente como una fecha que sirve para actos y declaraciones, pero que no cambia nada para nadie. ¿Qué te parece?.

R :  Son fechas que conmemoran hitos en la historia y que, ésta en particular, alude a un luctuoso hecho que tuvo a mujeres como protagonistas. Los cambios se dan en los procesos de las sociedades y esos cambios hay que generarlos, luchando día a día.

El día que no tengamos que celebrar o conmemorar el Día de la Mujer, me voy a sentir contenta, porque quiere decir que habremos alcanzado la igualdad de derechos y oportunidades. 

Lo que cada vez creo menos es en la convocatoria que hacen algunos grupos feministas radicales, y convocan a todas las mujeres para luchar por sus derechos y te terminan envolviendo en una marcha política y violenta que nada tiene que ver con los derechos de nadie o por lo menos con los derechos que queremos la mayoría de las mujeres. 

 

Y EN TONO PERSONAL

La Senadora Verónica Alonso y sus tres hijas

P: Tú y tu esposo tienen tres hijas . ¿Cómo ves sus luchas en el Uruguay del siglo XXI?

P:  Mi esposo y yo las estamos preparando para enfrentar los nuevos desafíos  que la nueva sociedad va a demandarles.  Siempre les transmito que las Mujeres que somos agentes de cambios, tenemos que animarnos a ser generadoras de cambios en nuestro país. Les enseño que van a salir adelante, con esfuerzo, estudiando y trabajando.  Como me enseñaron a mí.

Y especialmente les transmito valores, que hoy están devaluados, el valor de la honestidad, del respeto, de la tolerancia y de hacer el bien. Seguramente el Uruguay que ellas vivirán será muy distinto al que tuvimos que vivir nosotros cuando más jóvenes. Eso trae retos, desafíos nuevos que debemos imaginar o sospechar porque, si bien nos podemos imaginar el futuro, nunca vamos a saber a ciencia cierta qué fronteras deberán cruzar en el momento. Quiero para ellas lo mejor, como así también para todos los uruguayos de su edad. Para eso estoy en política y peleo día a día.

P: ¿Qué querés que ellas aprendan de tu propia experiencia?

R: Mi desvelo es ser el mejor ejemplo que puedan tener. Con el paso del tiempo, ellas podrán discernir si en su vida adulta podrán abrevar de mis acciones o no. Espero que sí.

Y también les transmito día a día q cualquiera sea lo que ellas decidan hacer, que lo hagan con pasión, con compromiso y con Amor. 

 

EL DESAFÍO DE LA MUJER EN POLÍTICA

Verónica Alonso durante la campaña electoral
La Senadora Verónica Alonso en una reunión durante la campaña electoral

 

P: Como política, me atrevo a decir que independientemente del partido en el cual estés, te expones a todo tipo de críticas, no sólo las expresadas con altura y respeto. ¿Te parece que una mujer política se arriesga más en ese sentido?

R: Sin duda tenemos más exigencias pero yo las tomo cada día de manera más natural. He vivido experiencias amargas pero he sabido sobreponerme y, gracias a mi desempeño y al paso de los años, hoy ya no son tan explícitas esas situaciones. 

Las mujeres debemos esforzarnos más que los hombres en materia política. A veces, nuestra condición de madre nos pone en entredicho. 

En mi caso, cuento con el invalorable apoyo de mi esposo en el apoyo familiar y también emocional. Pero sí, arriesgamos más que los hombres pero también las victorias son más notorias que las de ellos.

P: ¿Prestás atención a las críticas bien expresadas? ¿Alguna vez te pones a pensar si tienen razón?

R: Escucho, leo y miro todo lo que me rodea. Aquellas opiniones o críticas que son generadas con buena intención y que tienen como finalidad el aporte constructivo, claro que las tengo en cuenta. Si tienen o no razón, eso es relativo.

P: ¿Por qué decidiste postularte como pre candidata a la Presidencia de la República? ¿Consideras que tenés probabilidades de ganar o es una forma de reforzar tu posición dentro del Partido Nacional?

R: Todos los que estamos en política tenemos ambiciones y el que diga lo contrario, miente. 

 

Foto de frente, Verónica Alonso, sonriente

Mi decisión de embarcarme en esta carrera electoral por la presidencia de la República responde a la necesidad de dar respuesta a una orfandad política. En la historia del país jamás hubo una mujer peleando por la presidencia y en mi partido, particularmente, los casos son nulos. Creo que Uruguay está en condiciones de darle el respaldo a una mujer en ese lugar de  tanta responsabilidad. 

Estoy convencida que rodeándonos de gente que quiera primero al país, antes que a su “sillóncito” podemos transformar al país. Haciendo las cosas bien y tomando buenas decisiones. 

En los últimos 15 años, mi partido ha insistido en los casi mismos nombres para presentar sus candidaturas y no hemos ganado. El crecimiento fue nulo porque son como envases retornables que van y vienen con el mismo contenido. 

Yo vengo a presentar una nueva opción, un cambio que rompe ciertos paradigmas. Estoy segura que mi candidatura aporta cosas que los demás no tienen. Y sobre si es la victoria lo que me espera o la de obtener una mayor presencia partidaria, eso lo dirá la gente cuando vote en las internas.

 

VARIOS URUGUAY

P:  En tus recorridas por el país, en general como política y también ahora, en la campaña, me imagino que te habrás topado con todo tipo de mujeres, con realidades muy distintas de la tuya. ¿Has aprendido algo de otras mujeres? ¿Qué me podrías contar al respecto?.

 

R:  Te imaginas bien. Me he encontrado con historias de vida muy difíciles y hasta dolorosas. En mi caso, ser política es sentir el dolor del otro como propio y esto lo digo no como un slogan sino como filosofía de vida. 

Es ponerte en los zapatos del otro. Ser una dirigente política te da muchos beneplácitos pero también mucha responsabilidad. Aquél que pierde la sensibilidad en esta actividad, debería dedicarse a otra cosa. 

Llevo conmigo muchas historias, de mujeres anónimas admirables, que se levantan a las 5 de la mañana y hacen kilómetros para trabajar de sol a sol, y traerles la comida a sus gurises. Y siempre con una sonrisa en la boca más allá del dolor que puedan sentir en el corazón. 

Personalmente he aprendido de muchas mujeres y hombres de mi tierra que, por malas acciones políticas u omisiones del gobierno, han debido sacrificar mucho de sí y eso te compromete más a ser no sólo una mejor dirigente, sino una mejor persona.

 

LA CONVERSIÓN

La Senadora Verónica Alonso, su esposo Marcel Gerwer y las tres hijas de ambos
La Senadora Verónica Alonso, su esposo Marcel Gerwer y las tres hijas de ambos

 

 

P:  ¿Alguien te ha preguntado, además de periodistas, por qué te convertiste al judaísmo?

R: Si, me han preguntado muchos, gente común, por curiosidad algunos, algunos cercanos a la colectividad y otros muy alejados y hasta desconfiados.

Y mi respuesta fue que lo hice porque  el día que formara una familia quería transmitirles a mis hijas un mismo camino junto con mi esposo. No desde lo religioso, sino desde las costumbres y las tradiciones. Intento marcarles q ellas son parte de un legado, de la historia de un pueblo que ellas tienen que continuar transmitiendo. 

P: ¿Qué te ha aportado o en qué ha cambiado tu vida por haberte convertido al judaísmo?

R: Después de 20 años de haber tomado esa decisión, hoy te digo que me encanta haberla tomado, me siento feliz de ser quien soy. Y sobre todo orgullosa de la familia que formamos y lo que les transmitimos a nuestras hijas: que defiendan quienes son, con orgullo y respeto. 

 

RECORDANDO A DAVID FREMD

 

P:  ¿Algo más que quieras agregar, que yo no debería haber dejado de preguntar?

R: Sí, quisiera aprovechar la oportunidad que me das, para recordar que se acaban de cumplir 3 años del asesinato de David Fremd. Hace unos días estuve en Paysandú. Y a 3 años de su muerte, tenemos que recordar y no olvidar. 

Que en nuestro país se mató a un papá, vecino y comerciante por el hecho de ser judío. Fue un crimen de odio. Y después de 3 años tenemos q volver a recordarlo cada día para saber que estas cosas no están lejos. 

Y debemos seguir educando y fomentando la vida en una sociedad plural y democrática apostando siempre a la convivencia pacífica, el respeto y la tolerancia ante cualquier credo, idea o color.

P: Muy importante lo que mencionas. Te agradezco Verónica por todo esto.

R: Gracias Ana, siempre es un placer conversar contigo. 

 

Ana Jerozolimski
(16 Marzo 2019 , 16:50)

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