Mundo Judío

Yuridia Ruhama Yisraeli: ¿Cómo dar gracias a Di-s por no haberme creado mujer si eso es precisamente lo que soy?

Yuridia Ruhama Yisraeli

¿Cómo fue salir del closet?

Tengo apenas 10 años que empecé a vivir abiertamente como mujer, aunque soy consciente de que siempre me he identificado como tal. Cuando apenas tenía 8 años de edad ya manifestaba mi carácter. Siempre fui dócil, y aunque no era exactamente el típico niño amanerado, si era bastante femenina y me gustaba relacionarme con las demás niñas. Siempre quería jugar con muñecas, con pinturas de uñas y labiales. Quería llevar mi pelo rizado largo y soñaba con ser profesora. Sí, una vez me dijeron que me dibujara como quería ser de adulta y dibuje a una profesora, mujer por supuesto. Eso hizo sonar todas las alarmas en mi familia. Sufrí terapias de conversión. Muy duras, me ingresaron en una escuela religiosa solo para varones, una yeshiva. Me cortaron mi pelo, me prohibieron todo tipo de juegos que percibían como femeninos, y me forzaron a hacer deportes. Fue terrible. Viví muchos años pretendiendo una identidad masculina que no sentía como propia. Con 33 años yo ya no pude más, y empecé a vivir como mujer. Pero ya había llevado una doble vida desde mi adolescencia.


¿Por qué tanta gente prefiere una doble vida antes que mostrarse con su identidad de género?


A veces, el depender de tus padres, la presión social, el miedo al rechazo y tus propias inseguridades te llevan a ello. Desde que comprendí que jamás me dejarían ser una niña como las demás, escondía mi identidad, y la llevaba en secreto. Me maquillada cuando estaba sola, usaba los vestidos de mi hermana. A veces me descubrían y los castigos eran tremendos. Pero nunca pude dejar de hacerlo. Durante toda mi vida. Cada vez que tenía que recitar las bendiciones de la mañana, suprimía la partícula "lo" delante de "sheasani Ishá". ¿Cómo dar gracias a Di-s por no haberme creado mujer si eso es precisamente lo que soy?
Yo soy una mujer trans que siente atracción hacia las mujeres, y eso complicaba mucho las cosas. Porque cada vez que me gustaba alguna chica, a ella no le gustaba mi carácter tan femenino. Ahora es más sencillo todo, soy percibida como mujer y he podido relacionarme con otras mujeres lesbianas.


¿Por qué muchas mujeres trans se maquillan de manera exagerada, o se visten con un estilo que busca la mirada del otro?


Hay algo que es la necesidad de validación social. A muchas mujeres trans nos han reprimido tanto nuestra identidad que muchas necesitamos remarcarla. Muchas buscan atraer a los hombres y sentirse deseadas. Pero en mi caso no soy así, no me gustan los hombres y no he buscado atraerlos. Vengo de un origen ortodoxo y sefardí, y siempre he querido usar ropa kosher. Soy de esas mujeres que usan vestidos, faldas y blusas modestas. Soy moderna, pero no puedo renunciar a mi cultura. Yo le pedí mucho a Di-s poder vivir como mujer, y fue mi promesa cumplir con todas las mitzvot. En mi congregación soy conocida por ser religiosa.


¿Por qué vivis en Estados Unidos?


Estados Unidos me ofrece la posibilidad de ser libre. Algo que en mi país de origen nunca experimenté. El judaísmo español sigue siendo muy conservador, disperso y poco numeroso. Casi todo el mundo se conoce, y mis padres sienten vergüenza cuando les señalan como vivo. Nadie en España sabe absolutamente nada de mi vida y tampoco yo deseo regresar.


Sos una gran militante del judaísmo en línea y también del movimiento LGTB, ¿cómo se concilia estas dos cosas?


Soy una judía religiosa convencida. Uso ropa kosher, sigo las reglas de alimentación kashrut, acudo a la sinagoga casi todos los sábados y en mi casa cada semana se conmemora el Shabat. Incluso en mi trabajo pedí descansar los sábados para poder seguir la mitzvá. Sigo todas las mitzvot que puedo, y soy consciente que por ser trans hay algunas que he dejado de cumplir. Mi nombre hebreo es Ruhama, porque espero que Ha Shem tenga compasión de mi. Ser LGBT y ser judía puede parecer contradictorio, pero empecé a ver que la Torá es mucho más inclusiva de lo que nos han dicho. He leído mucho sobre los géneros en el Talmud, y realmente, hoy por hoy, no siento que ser LGBT suponga ser una mala judía.


¿Vas a las marchas LGTB?


Este fin de semana participé con otras personas judías del Área de La Bahía, en la Celebración del Orgullo de San Francisco. Suelo participar en marchas en favor de los derechos de la mujer, con la organización National Council of Jewish Women de la que formó parte. Y en todo tipo de eventos culturales LGBT promovidos por las organizaciones judías como JCCSF o Keshet.


¿Cómo vivis tu identidad judía?


Expreso de forma muy clara mi identidad judía. Todos los que me conocen saben que lo soy. El único inconveniente en EE.UU. es que ser judía y ser latina a la vez es algo bastante incomprendido. Hasta hace poco, yo desconocía muchas de las tradiciones askenazíes y a veces me percibían de forma errónea como conversa. No hay tantas personas sefardíes en este país, en mi congregación hay algunas personas descendientes de parejas mixtas sefardí con askenazí, que han adoptado la cultura mayoritaria.


¿En qué sinagoga encontraste apoyo?


Desde hace poco más de un año soy miembro de Sha'ar Zahav. La Rabbi Mychal Copeland me abrió las puertas no sólo de la sinagoga sino de su corazón. Ha sido algo muy bonito. Con ella tuve mi inmersión en la Mikvé y pude elegir mi nombre hebreo, un nombre femenino, Ruhama. Le debo mucho a todos ellos. Es una sinagoga que ha dado cobijo a nuestra comunidad desde 1977 y ha tenido miembros tan destacados como Harvey Milk.


¿Qué significa para vos Israel?


No soy ciudadana israelí, pero soy sionista militante. Como mujer trans siempre supe de la importancia de tener un espacio seguro propio. Al leer la historia judía y ver todo lo que fueron los pogromos, entendí que era muy necesario un lugar seguro para el pueblo judío.


¿Cómo es la inserción laboral de las mujeres trans en Estados Unidos, dónde vos vivis?


En el Estado de California, sobre el papel, no pueden discriminar a ninguna persona por su identidad o expresión de género. Incluso deben respetarlo en tu entorno laboral. Pero eso es sobre el papel, la realidad es que en los trabajos se siguen dando prácticas discriminatorias y diferencias en el trato respecto a las demás mujeres. A mi me han puesto a hacer trabajos que a ninguna otra mujer le han encomendado.


¿Existen cupos a nivel laboral?


No exactamente. Lo único que se ha hecho es promover la contratación de personas trans a través de ferias de empleo. Pero la ley no establece la discriminación positiva de colectivos minoritarios. Partimos de la base de que hay plena igualdad legal, aunque eso no es real en la vida diaria. Yo he tenido más dificultad para conseguir un empleo que muchas otras mujeres que son cis.


¿Por qué el promedio de vida de las mujeres trans es 35 años? ¿Qué debería pasar para que cambie eso?


Ha que tener en cuenta la cantidad de violencia que hemos sufrido las mujeres trans y que seguimos padeciendo. El tenernos en muchos casos que dedicarnos a la prostitución nos lleva a situaciones de mucho riesgo. Los crímenes contra nosotras no han hecho más que crecer en los últimos años. Luego están los problemas de salud física y mental. Los tratamientos fallidos, las cirugías mal hechas, y los suicidios. Cuya tasa entre la población trans es altísima y muy preocupante.
Yo considero que una persecución más eficaz de los crímenes de odio acabaría con la sensación de impunidad. Y haría bajar la tasa de criminalidad. Ofrecer alternativas laborales a las mujeres que son víctimas de trata. Y programas de salud integral, son cosas que ayudarían mucho a reducir esa negra estadística.


¿Leiste  "Las malas"  de Camila Sosa Villalba?


Descubrir la vida de aquellas mujeres en el Parque Sarmiento, me hizo en cierto modo revivir mi propia historia como trabajadora sexual. Durante un tiempo tuve que dedicarme a eso, pues no tenía ninguna otra fuente de ingresos. En mi caso, resultó muy doloroso, a diferencia se algunas de las mujeres del libro, yo no elegí esa vida como algo voluntario. Pero el libro narra experiencias personales muy poderosas de esas mujeres y yo lo leí con mucho entusiasmo, a pesar de que me hizo llorar bastante por lo que recordaba de mi propia vida.
 
 

Janet Rudman
(28 Junio 2022 , 10:21)

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