Entrevistas

Con el empresario mexicano Isaac Assa, sobre el pasado y la apuesta por un buen futuro

Fundador de ILAN, que promueve el espíritu de innovación israelí en América Latina

 

Isaac Assa, nacido en Israel de un padre refugiado judío de Siria,  residente desde niño en México, miembro de la colectividad judía local, empresario y filántropo, combina a través de su intensa actividad, los distintos mundos que ama: Latinoamérica donde vive y el Israel en el que nació y que ve hoy como corazón del pueblo judío. Sobre todo esto y su historia familiar es esta entrevista.

 

P: Isaac, es un  gusto tener la oportunidad de conversar contigo.Andas siempre en mucho movimiento porque vives haciendo cosas . Y como entre muchos otros proyectos, creo que es bueno presentarte como el creador de la Fundación ILAN, hay que comenzar por eso. ¿En qué consiste?

R: Es una fundación que busca  inspirar e impulsar el talento innovador de los latinoamericanos, vinculándolos con la innovación de Israel. Israel, como tú sabes, es un país que en las últimas tres décadas ha crecido en su Producto Interno Bruto más de cuatro veces y ha crecido en su producto per cápita de 16.000 a más de 46.000 dólares por persona, y eso todo lo ha logrado a través de la innovación. Eso es lo que ha convertido a este pequeño país en una potencia. Y lo que queremos de alguna manera es llevar esta historia a los países latinoamericanos, para mejorar la vida de las personas.

 

P: Una de las características israelíes que inciden mucho en el éxito innovador, es la osadía de probar, de tirarse al agua aún cuando el resultado no es seguro. Pero eso es cuestión de idiosincracia. ¿Te parece que se puede trasladar un espíritu a otro lado?

R:Mira, en la visita que acabamos de realizar con un grupo de latinoamericanos, uno de los sitios vistados fue Bereshit, la empresa que envió una nave israelí a la luna. Nos explicaron sobre todas las partes, como cada una fue un éxito, y cómo el final, el aterrizaje, que sabían de entrada sería un reto muy grande, no lo fue. Pero en ningún  momento de toda la presentación se mencionó la palabra fracaso. Para ellos,  todo el programa fue como un éxito total. El lanzamiento fue un éxito, también la llegada la luna, las vueltas alrededor de la luna, todas las veces que tomaron fotografías. Sólo el aterrizaje no. Involucraron a toda una juventud israelí en todo este proceso con éxito inspiraron con éxito, impulsaron con éxito. Y nunca jamás se menciona la palabra un fracaso, todos son aprendizajes y ahorita están ya trabajando en el segundo proyecto.

 

P: Excelente el encare.

R: Así es. El segundo será inclusive algo mucho más sofisticado, una especie de satélite que podrá mostrarnos también la cara de la luna que no conocemos. Y pienso que probablemente en cualquier país de América Latina, después de lo ocurrido con Bereshit 1, habrían resumido el hecho como fracaso. En Israel no. Israel lo vio como aprendizaje. Yo creo que eso es de las cosas que más se aprende de los israelíes. Es parte de este modelo innovador que queremos llevar América Latina.

 

P: Con la fundación de ILAN y todo lo que deriva de ello ¿qué valores has descubierto en América Latina, o quizás ya los conocías, como para saber que tenía sentido lanzar esta iniciativa?

R: En  América Latina realmente tenemos grandes innovadoras. Yo  creo mucho en los latinoamericanos, por lo general son gente muy curiosa. Pero no se impulsa lo suficiente la innovación. Por eso nosotros decidimos hace pocos años premiar a los innovadores.  Es una cuestión estratégica, ya que ellos son los que nos van a ayudar a impulsar la innovación en nuestros países. Los traemos a Israel para vincularlos con los innovadores israelíes, pero también porque estamos formando una Comunidad de innovadores latinos. Y que esos van a ser los que van a impulsar y motivar a los jóvenes a hacer hacia la innovación.

Con un grupo de emprendedores latinoamericanos premiados, en el Centro Peres por la Paz y la Innovación. A la izquierda de Isaac Assa , Hemi Peres, hijo de Shimon Peres y actual Presidente del Centro homónimo. A su derecha, el entonces ministro y hoy diputado Alon Shuster. En la punta derecha Jonathan Peled, Director General adjunto de la cancillería israelí para América Latina.

 

 

P: Y sé que a ti te importa mucho destacar al público latino de Estados Unidos que cada vez asciende más a posiciones de influencia.

R: Absolutamente. En Estados Unidos hay casi 60 millones de latinos y abrimos ILAN en Estados Unidos. Precisamente por eso, ya que yo creo que esos latinos son los que más oportunidades han tenido. Son gente estudiada, gente que ha tenido oportunidades de ir a buenas universidades. Hay muy buenos innovadores. 

 

P: Y entiendo entonces que tú tienes claro que en términos prácticos, toda esta gente de América Latina que viene a Israel, se va con elementos que les aportan a su propia creatividad.

R: Absolutamente . Veo cómo se sienten, cómo quedan…motivadísimos con grandes ideas, emocionados. Siempre les digo a las delegaciones que traigo a Israel que las mejores compras que pueden hacer no son de cosas físicas, son de ideas, vayan y busquen ideas . Y realmente te puedo decir que van de regreso a sus países con la cabeza llena de ideas, llena de motivación.  

Años atrás, con Shimon Peres, cuando era Presidente de Israel

 

Con el Primer Ministro Biniamin Netanyahu

 

Las raíces que lo explican todo

P: Isaac, en general uno no actúa en un vacío. Lo mueve lo que trae consigo de su historia familiar. Y entiendo que cuenta la leyenda que tu papá huyó de Siria con solamente 100 dólares en el bolsillo  y se abrió camino. ¿Es así?

R: Voy un poco más para atrás. Te cuento que mi abuelo fue el último rabino en Siria. Mi padre salió de Siria a raíz de un atentado terrorista perpetrado aquel día de mayo en el que David Ben Gurion declaró la independencia de Israel. El atentado fue  contra la sinagoga más importante que había en Damasco. La comunidad se juntaba para los rezos de Shabat. Gente del lugar lanzó granadas y fueron masacradas  más de 70 personas. Eso precipitó una gran huída especialmente de los jóvenes que querían definitivamente salir y buscar un mejor futuro, ya que la situación no se veía nada bien para los judíos en Siria. 

Por un lado, los judíos en los países árabes nunca vivieron situaciones de violencia tan extrema como en países cristianos. Recordemos los pogromos, la Inquisición y tanto ás. Pero por otro lado, siempre éramos ciudadanos de segunda. No teníamos derechos,  teníamos limitaciones de oficio, limitaciones de desplazamiento, etcétera. Y cuando a raíz del establecimiento del Estado las cosas se tornan todavía mucho más complejas, mi padre decidió salir del país junto a un grupo de amigos. Eso fue sólo una semana después de la declaración de independencia de Israel. 

 

La vida entre México e Israel

P: Tu papá se fue pues de su Siria natal y llegó al entonces recién nacido Israel.

R: Así es. Pero en Israel no tenía familia, no tenía nada. No fue fácil. La guerra acaba de comenzar. Se enlistó en el ejército para luchar en la guerra de independencia de Israel. Estuvo tres años en las Fuerzas de Defensa de Israel y luego tuvo distintos trabajos, hasta 1957. Ese año llegó un amigo suyo de Siria que se había instalado en México, lo invitó a conocer y le consiguió una visa para ir. Mi padre llegó pues a México y se enamoró del país. En Israel tenía que lidiar con muchas carencias.

 

P: Era una época muy dura en Israel.

R: Así es. Un estado recién hecho, la comida estaba racionada y he aquí que llega a México, un país que sintió estaba lleno de oportunidades.  Conoció allí a mi madre, cuya familia también venía de Siria, concretamente de Aleppo,  se enamoraron y se casaron. Tiempo después nació allí mi hermana mayor, mi papá comenzó a tener éxito en los negocios, siempre procurando hacer las cosas derechitas, sin vueltas torcidas . En 1963 decidió retornar a Israel ya que siempre le había quedado el deseo de vivir en el Estado judío. Abrió una fábrica de ropa para niños . No le fue bien, pero intentó. Y en ese tiempo, nací yo, en Israel. 

P: Pero la familia siguió su rumbo y entiendo que poco después tus padres decidieron volver a México.

R: Así es. Al año de mi nacimiento regresamos. Aunque nací en Israel toda mi vida crecí en México y sin duda soy israelí de nacimiento pero también mexicano plenamente. 

P: El sentimiento de apego a Israel, a pesar de haber optado por vivir en México, entiendo que siempre estuvo allí.

R: Sin duda ninguna. Mi padre era un hombre muy sionista. Recuerdo de niño que siempre nos traía de vacaciones a Israel. Mi madre siempre tenía una frase que no olvido:  mira, hijo, un judío que no hizo algo por Israel, desperdició su vida. Siempre nos decía a mí y a mis hermanos: preocúpense siempre por hacer algo por Israel.

Isaac, de niño, con sus hermanos y sus padres
De jovencito, con su papá. Vivencias compartidas.

 

Uniendo mundos

P: Y justamente, lo que tú haces con ILAN, une ese amor por Israel con el amor por la tierra que acogió a tus padres y de hecho a ti.

R: Así es. La fundación ILAN me permite a mí como judío y mexicano,  poder hacer por los dos. Mi padre siempre decía que México y Latinoamérica es una tierra bendita. Nos acogió a tantos judíos, especialmente después de la Shoá e incluso antes,  con los brazos abiertos. Como decía mi padre, nos dio muchas oportunidades y le debemos mucho, mucho. Para mí es muy importante reconocer al país y al continente que ha hecho tanto por nosotros. Y creo que nada mejor que llevar a estos países oportunidad de crecimiento y desarrollo a través de la innovación. Es que hoy en día está comprobado que el verdadero progreso es solamente a través de la innovación.

Y sin duda es singular el modelo de innovación de Israel, la nación de la innovación . Esto permite progresar y mejorar la vida de los ciudadanos . Y con esto de alguna manera también estamos ayudando a Israel porque Israel tiene mucho que aprender de los latinos, mucho que aprender de estos países, que tienen una cultura enorme y también tiene mucho que ofrecer y yo creo que esta vinculación realmente es un ganar ganar.

P: Isaac, creo que sería bueno destacar, junto al digno agradecimiento a América Latina, que los judíos convertidos en ciudadanos de los distintos países del continente, también supieron aportar a su desarrollo. Esa es la otra cara de la moneda.

R: Sin duda alguna. Absolutamente. Yo creo que en todos los países de América Latina las comunidades judías, así como otras comunidades de inmigrantes , han aportado mucho. Las comunidades judías siempre destacan en todos los países de Latinoamérica, con actitudes proactivas, emprendedoras. Los judíos radicadosen el continente han aportado claramente a su desarrollo. Y creo que también podemos hacer mucho más.

P: Que así sea Isaac. Y que tus éxitos continúen aportando. 

R: Que así sea. Muchísimas gracias.

Ana Jerozolimski
(20 Febrero 2023 , 02:25)

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