Mundo Judío

MiSinai

Judíos Perdidos - Conocer a D-os en Todos Tus Caminos - La Vida Previa del Baal Shem Tov - Bendiciones Miscelaneas

 

 

 

 

No. 203

Bamidbar
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Horario de velas en Montevideo, Viernes 19/5 17:29 hrs

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JUDÍOS PERDIDOS

Por Yossy Goldman

¿Cuántos judíos hay en el mundo? ¿13 millones? Quizás 14 millones siendo generosos. ¿Cuántos judíos habían antes de las Segunda Guerra Mundial? Aparentemente el número rondaba los 19 millones. Asi que si deducimos los seis millones exterminados en el Holocausto, llegamos a 13 millones que es exactamente la cifra en la que estamos hoy. Entonces la gran pregunta es: ¿Dónde están todos los judíos perdidos? O, específicamente, ¿por qué en los últimos 60 años no hemos recuperado nuestras pérdidas?

La verdad es que todos sabemos las razones. El éxito, la riqueza y los estilos de vida que alientan el egoísmo sofisticado (¿por qué gastar dinero en niños cuando lo podemos disfrutar nosotros mismos?) ha fomentado la extrema adherencia al crecimiento cero de la población. De hecho, con 1,8 hijos por familia, ni siquiera estamos reemplazandonos a nosotros mismos.

Luego, por supuesto, está la devastación de la asimilación. Si uno de cada dos judíos americanos se casa con no judíos, ¿qué posibilidad tenemos de incrementar nuestro número?

Ahora es cierto que, tradicionalmente, los judíos nunca jugaron el juego de los números. D-os mismo dijo esto en la Biblia cuando nos dijo “No debido a su gran número los he elegido, porque son la más pequeña de las naciones.” Sin embargo esto no significa que debemos ser complacientes sobre los judíos que están desapareciendo. Leemos en el libro de Números como D-os ordena un censo de nuestro pueblo. Y no importa el tamaño de nuestra barba o que tipo de kipá usamos o no usamos, al final de cuentas, D-os cuenta lo que es precioso para él. Asi que si el Todopoderoso aprecia a cada judío, ¿cómo podemos permitir que un judío se aparte?

Hace algunos años, cuando conducía el único programa de radio judío de Sudáfrica, entrevisté a un líder prominente del Congreso Judío Mundial. Y hablamos del asunto. Le pregunté si no estaba preocupado por las terribles predicciones sobre la disminución de la población judía. Su respuesta fue que probablemente tendremos una comunidad judía más pequeña, pero que sería fuerte. Aquellos que resistieron la asimilación serían judíos orgullosos y comprometidos.

No pude discutirle el punto, pero lo que me perturbó profundamente fue una aparente actitud de indiferencia y una naturalidad en su tono de voz. Es como si dijera “¿Y qué? Seremos más pequeños pero más fuertes.”

“¿Y qué?”! La Torá dice que cada judío es suficientemente importante para ser contado. Los místicos enseñan que cada uno de nosotros tiene un alma que es una verdadera parte de D-os. Perdimos seis millones en el Holocausto y un líder judío dice, de hecho, “¿y qué?”

Sólo ahora la gente se está dando cuenta de lo visionario que fue el Rebe. En los 1950, al comienzo de su liderazgo, inició el concepto de acercar a los judíos. Envió jóvenes rabinos y esposas a lugares lejanos, geográfica y espiritualmente. Incluso en los 60 y 70 otros movimientos judíos se reían y burlaban de la idea. Ridiculizaron la noción de enviar parejas religiosas jóvenes a lugares como UCLA en California. “Se los van a comer para el desayuno”. “No tienen posibilidad de cambiar nada.” “Ni siquiera van a poder permanecer religiosos ellos mismos.”

Hoy, gracias a D-os, hay más de 100 centros de Jabad sólo en el estado de California. Y hoy, gracias a D-os, esos mismos movimientos que inicialmente pensaban que las ideas del Rebe eran ridículas están ellos mismos en la tarea de acercar. De hecho, es gratificante ver sus esfuerzos pioneros ser seguidos por tantos, incluso aquellos que eran muy cínicos al comienzo.

Pero usted no tiene que ser un profesional para acercar a un prójimo judío. Traiga un amigo a la sinagoga. Llevelo y hágaselo saber a los rabinos para que lo reciban y lo hagan sentir cómodo. No tiene que ser una rebetzin, la esposa del rabino, para invitar a una familia judía alejada a su mesa de Shabat de viernes a la noche. Si sabe la primera letra del alfabeto hebreo, alef, enseñe esa letra alef a alguien que no la sabe. Si conoce la bet, es seguro que hay alguien que no la conoce. Usted puede ser un maestro y una inspiración incluso si no es un rabino. De hecho, muchos judíos sin experiencia se intimidan con los rabinos, y necesitan un amigo para apoyo moral y una introducción suave a la vida judía.

Con el favor de D-os, todos cumpliremos la responsabilidad y el privilegio de ayudar a reconstruir la generación perdida y las comunidades desaparecidas de Europa oriental. Con la ayuda de D-os, nuestra nación será fuerte y crecerá en números, hasta que todo judío perdido encuentre su lugar, se pare y sea contado entre nuestro pueblo.

CONOCER A D-OS EN TODOS TUS CAMINOS

[D-os le dijo a Moisés] “Toma a los Levitas en lugar de todos los primogénitos israelitas.” (Bamidbar 3:45)

Las otras tribus fueron contadas a partir de la edad de 20 años en adelante, la edad en la que podían servir en el ejército. La tarea de los Levitas, sin embargo, era proteger el Tabernáculo, y cualquier aumento en su población - incluso los bebés recién nacidos - los ayudaban en esta tarea. Por lo tanto fueron contados casi apenas nacieron.

Todos podemos unirnos a los Levitas en un sentido espiritual, nutriendo nuestra conexión intrínseca con D-os. Esta conexión no es afectada por ninguna variación en el tiempo, edad o ambiente. Nos permite “conocerLo en todos tus caminos”, hasta en los aspectos simples de la vida que un adulto maduro comparte con el niño más pequeño.

Likutei Sijot, vol. 2, págs. 558-559.

Números (Bamidbar) 1:1 – 4:20

Números, el cuarto libro de la Torá, describe el viaje del pueblo judío desde el pie del Monte Sinaí hasta el límite de la Tierra de Israel. La primera sección abre con D-os diciéndole a Moisés en el desierto (Bemidbar en Hebreo) que haga un censo de los hombres judíos adultos. El propósito del censo es formar a los hombres adultos en un ejército, por si fuera necesario luchar contra los ocupantes paganos de la Tierra de Israel.

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LA VIDA PREVIA DEL BAAL SHEM TOV

Una noche, cuando apenas había terminado la plegaria de Tikun Jatzot elegías de medianoche y se afligía por la destrucción del Sagrado Templo, escuchó que alguien golpeaba a su puerta.

A su "¿Quién es?", le respondieron "Eliahu Hanavi". Rápidamente abrió la puerta y Eliahu entró a la habitación. El recinto de repente se llenó de luz y alegría.

He venido a revelarte el poderoso secreto de la venida del mashiaj. Pero primero tu debes revelarme qué acto digno de mérito hiciste en el día de tu Bar Mitzvá, un acto que movió a la Corte Celestial a decretar que tu eres digno de escuchar la revelación de los más esotéricos secretos.

El hombre le respondió simplemente, "Lo que hice, lo hice solo por la Gloria de D-os y yo no puedo revelarlo a nadie. Si ello implica que tú tampoco me reveles el secreto de la redención, entonces renuncio a conocerlo. Es un principio básico para mí que los actos del ser humano deben ser solo para la Gloria de D-os."

Eliahu desapareció y volvió al Cielo, donde había causado gran excitación la lealtad de ese hombre a D-os, una lealtad que le había hecho rechazar la posibilidad de aprender los más importantes secretos del Cielo. Se decidió que Eliahu no debería nunca más retornar a enseñarle Torá y revelarle sus secretos.

Este hombre sencillo fue único en su generación, pero como él lo había deseado, nadie conoció su grandeza. Sus actos fueron solo para la Gloria de D-os.

Cuando llegó el momento de su partida al otro mundo, su alma pura fue llevada ante la Corte Celestial. Allí fue decretado que como recompensa debería descender nuevamente a la Tierra y volver a nacer. Esta vez el debería revelarse al mundo, y a través suyo, una nueva forma de vida. El purificaría al mundo con su espíritu. Así podría él glorificar el Nombre Divino, llenar al mundo con sabiduría y así acelerar la redención.

Así fue que ese mismo espíritu del sencillo Judío de Safed renació en Reb Israel Baal Shem Tov.

BENDICIONES MISCELANEAS

Aparte de las bendiciones diarias, por ejemplo cuando comemos o tomamos, y aquellas que son parte de los rezos, existe una variedad de bendiciones que se recitan en diferentes ocasiones. Esto es una característica del judaísmo: reconocer la mano de D-os en todo aquello que experimentamos y manifestar dicho reconocimiento con humildad.

A continuación, se encuentran algunas de las bendiciones más comunes. Todas comienzan con “Bendito eres Tú, Señor, nuestro D-os, Rey del universo…”.

Al salir del baño y después de lavarnos las manos, agradecemos a D-os por el funcionamiento normal de nuestro cuerpo y por “… por haber creado al hombre con sabiduría…”.

Antes de disfrutar de una fragancia agradable, “… creador de varios tipos de especies”.

Al ponernos una prenda nueva o al tomar un fruto de estación por primera vez: “… quien nos ha concedido la vida, el sustento y nos ha permitido llegar a esta ocasión”.

Al ver una estrella fugaz, un cometa, un terremoto, un volcán, un tornado, un huracán, un rayo (una vez por cada tormenta), un océano o una montaña imponente (por primera vez en treinta días): “… que renuevas las obras de tu creación”.

Al oír un trueno (una vez por tormenta): “… cuyo poder colma el mundo”.

Al ver un arco iris: “… quien recuerda el Pacto (hecho con Noé), y es fiel a Su Pacto y cumple sus promesas”.

Luego de sobrevivir a una situación que haya puesto en riesgo nuestra vida, por ejemplo, una enfermedad muy severa o un accidente automotor, o luego de un viaje al exterior, se debe recitar la bendición Hagomel en presencia de diez hombres (de ser posible, luego de haber subido a una aliá): “… que retribuyes beneficencia al culpable, pues me has retribuido con bondad (La congregación responde: ‘Que aquel que te ha retribuido con beneficencia, siempre te retribuya con toda beneficencia’)”.

Cuando nos embarcamos en un viaje de larga distancia, de más de 72 minutos fuera de los límites de la ciudad, debemos recitar la bendición del viajero.

Nota: Las bendiciones anteriores son aquellas que se consideran básicas. Consulte a su rabino para conocer el resto de las normas que regulan estas bendiciones respecto de cuándo y cómo recitarlas.

 

MiSinaí es una publicación de Jabad Uruguay. Pereira de la luz 1130, Montevideo.
Artículos extraídos de www.Jabad.org.uy y www.Chabad.org, publicados con permiso.
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