Entrevistas

Martín Kesman, periodista deportivo, juntando trabajo y pasión

Transmite desde hace 25 años en Radio Universal

Padre e hijo, Alberto y Martín Kesman, cubriendo un Mundial

 

Martín Kesman es una de las voces más conocidas del periodismo deportivo en Uruguay. Y no sólo porque se parece a la de su padre Alberto-a quien admira- sino por su propia trayectoria. Hace pocas semanas se cumplieron 25 años desde que comenzó a trabajar en radio Universal . Tiene también experiencia en televisión en dos lugares distintos pero en la radio ha estado siempre en el mismo lugar, desde el 2 de mayo de 1998. “Me siguen soportando”, dice en broma.

Martín está en Argentina cubriendo el Mundial de fútbol sub-20 y aceptó gustoso conversar con nosotros.

En esta primera entrega, publicamos la parte de la entrevista relacionada casi exclusivamente  al Mundial, salvo algunas generalidades. Publicaremos por separado una segunda parte sobre su trayectoria, la relación con su padre y su sentir como uruguayo miembro de la colectividad judía.

Esta es la entrevista.

 

P: Martín me pregunto si lo tuyo es trabajo o pasión…aunque claro que no tiene por qué haber contradicción entre ambas cosas.

R: Es una pasión, por como yo lo vivo, pero es un trabajo porque es lo que me da de comer. Me genera un compromiso permanente los fines de semana, los días de fútbol, pero tengo la suerte de vivir de lo que me gusta y hacer lo que me gusta, así que de alguna manera convivir con trabajo, pasión, vocación, te diría que es una ecuación fantástica. 

 

P: Es una bendición realmente, yo lo siento en lo mío también. Nunca te lamentás que tenés que ir a trabajar ¿no?

R: No, no. Pero dentro de lo lindo existe el sacrificio de que lo mío, al ser el tema del fútbol, son todos los fines de semana, y a veces falto en casa varias horas y  con niños chicos se siente más que cuando era solo el matrimonio. Pero tengo el apoyo total de mi familia, y la verdad que estoy feliz. 

P: ¿Cuántos hijos tenés? La foto de tu padre en el celular es con una chiquita divina. ¿Es tu hija?

R: Sí, Sofía, que cumple dos años el 23 de julio. El grande se llama León, tiene 5, cumple 6 en setiembre. 

P: ¿Y qué dice León del papá en el fútbol? 

R: Le encanta que esté Uruguay en estas definiciones, pero también es cierto que le falta el papá hace más de 20 días. Yo me fui el 17 de mayo.

Los desafíos de la selección juvenil, no sólo en lo deportivo

P: Tengo claro que el Mundial juvenil despierta menos pasiones que el general, de adultos. ¿Qué importancia tiene para vos cubrir algo así?

R: Primero que nada, el fútbol uruguayo es un fútbol exportador de grandes talentos. Yo digo siempre que acá se van diamantes para ser pulidos en las grandes ligas europeas y transformarse en joyas. Las selecciones juveniles son de alguna manera las que van a terminar nutriendo a las selecciones mayores. Y nosotros tenemos siempre un protagonismo: tenemos dos finales jugadas, cuatro cuartos puestos, un tercer lugar, una continuidad de clasificaciones a la competencia… Siempre ha sucedido que las juveniles han sido atractivas porque, dentro del fútbol pobre que tenemos a nivel de liga local, estos son los típicos campeonatos que van mostrando las joyitas del fútbol y que cotizan a los jugadores que después se convierten en grandes contrataciones y en grandes figuras de equipos poderosos.

 

P: Pero aparte de que se convierten en estrellas a nivel internacional, ¿es demasiado poético decir que son el futuro del fútbol uruguayo?

R: En muchos casos son el futuro y en algunos son el presente. Por ejemplo, hay un chico en esta selección que se llama Fabricio Díaz que tiene 120 partidos en primera con 19 años. Entonces, de alguna manera es un poco confirmar que en un juego de fútbol entre chicos de la misma franja etaria de alguna manera los destacados de verdad se transforman en destacados también en diferencias de edad. 

 

P: ¿Cómo pintarías el perfil de esta selección? Siempre se destaca el tema de pibes que vienen del interior, algunos de entornos donde no les sobraba nada y estar en la selección los levanta… ¿Cómo lo ves vos?

R: Hay un poco de todo, en cuanto a lo que veo, primero decirte que estamos en un momento en el que en el fútbol profesional hay una distancia cada vez más amplia entre lo que significa el jugador de fútbol, el deportista y el periodista. Hoy en día hay muchos filtros para poder llegar a hacer una nota directa con el jugador, sobre todo en los equipos grandes, ni que hablar en la selección. Aquí estoy viendo un grupo de chicos muy educado, muy sano, muy empático con el trabajo de la prensa, muy saludable a la hora de dejar todo en la cancha, porque están deseosos de gloria, los ves y te das cuenta de que dejan hasta lo que no tienen para poder venir a jugar. 

El otro día, por ejemplo, un chico se desgarró el músculo y dijo “yo no dejo a mis compañeros ni loco” y se terminó quedando en la cancha jugando 18 minutos más de los que tendría que haber jugado, haciéndose incluso más importante su lesión y su dolencia; a consecuencia, se termina perdiendo todo lo que queda de la copa. Eso se trata de una mancomunidad, de un trabajo grupal, de no querer soltarle la mano al compañero, y se ve un juego solidario, un juego asociado. 

Tiene una identidad bárbara esta selección, juega a cosas como siempre se jugó a la uruguaya pero también en un fútbol de calidad con individualidades que han hecho cosas muy lindas y han marcado la diferencia. Uruguay ha tenido, por ejemplo, jugadores destacados que para mí en sus puestos han sido los mejores de la copa, salga finalista, campeón, tercero o segundo. El trabajo individual se notó y el colectivo viene siendo muy bueno.  Eso en líneas generales de la selección.

P: ¿Y en cuanto a los contextos de los que algunos vienen?

R: Tenés a un chico que vino de Artigas que se llama Rodrigo Chagas que se vino a Montevideo a los 12 años dejando a su familia y su pueblo para venir a trabajar a Nacional. Yo a los 12 años estaba muy cómodamente en mi casa comiendo con mi familia, él estaba comiendo con sus compañeros, yo tenía el cobijo de los mayores de mi casa -mis abuelos y demás- y él lo mucho que podía tener era una llamada por teléfono, entonces… Cuando uno tiene que tomar un poco de analizar el tema y pensar que es sacrificada la vida del jugador de fútbol, y sí, la verdad que es sacrificada. Te puede cambiar la vida, sí, también; podés laburar 20 años y hacer la diferencia mientras otros tienen que laburar 40, sí; pero el primer paso es el sacrificio. Y hay muchos chicos que han sido carentes, de lujos ni que hablar, pero de situaciones como el plato de comida diario, el ir a un centro educativo, hay un montón de cosas en eso.

P: Ojalá a todos les vaya realmente muy bien. ¿Cómo los ves en este campeonato de cara a la semifinal? ¿Con la sensación de que pueden ganar, esperanzados, temerosos?

R: Este es un equipo que no se excede en cuanto a la confianza y no subestima a nadie, encara partido a partido y pone alma y corazón en cada pelota. Yo si tengo que ganar me gusta hacerlo con identidad, y si tengo que perder me gusta hacerlo con haber dejado todo en el campo de juego, que es un poco lo que en esta selección se destaca, dejar todo por cada pelota. Los veo muy bien.

 

El amor por la camiseta y por representar al país

P: Escuché a un cronista  deportivo israelí en una de las radios hablando de la selección uruguaya y decía que Uruguay en general, cuando juega al fútbol,es un equipo que siempre deja el alma en la cancha. Yo le decía a un israelí que eso es la garra. Eso se ve también en este grupo. 

R: Si, lo que hay acá como diferencia es que yo creo que el israelí que está obligado a tener un servicio militar, que tiene ya, por los desafíos que enfrenta Israel,  y con las dificultades que los vecinos han siempre generado, ellos ya toman una cuestión patriótica que es destacada. Acá no ha habido problemas bélicos, entonces el amor a la camiseta es por el amor en su más pura expresión, sin nada que lo decore ni lo complique alrededor, sino que todo lo contrario. Todas las formas de amar tu tierra son respetables. Yo con los israelíes me saco el sombrero porque es un país sin tradición futbolística y vienen siendo sin lugar a dudas la sorpresa grata del campeonato. Fueron discriminados al punto tal que el mundial se organiza en Argentina por la participación de Israel y que Indonesia se bajó, entonces cuando a ti te están marcando como la selección que viene a pudrir la organización en un lugar y se tiene que armar en otro, eso es para destacar. Porque vinieron los chicos y eliminaron a Brasil, vinieron estos chicos israelíes que no eran los favoritos y se terminaron quedando con el partido, David le terminó ganando a Goliat una vez más. 

 

P: ¿Cómo te parece que los ve la selección? ¿Viste algún comentario del entrenador o de los jugadores sobre la selección israelí, sobre cómo se sienten ante esta semifinal?

R: Yo viajé de Buenos Aires a Mendoza con la familia de uno de los chicos de la selección israelí, no retuve el nombre, y la verdad que estaban felices de ver a sus hijos representando a nivel deportivo al conjunto de Israel en fútbol. También sé que hay chicos que son empleados de banco, que tienen sus laburos y que el profesionalismo no es absoluto. Hay una mistura religiosa. Hay chicos que vienen de sangre futbolera, como Revivo, que es uno de los jugadores del plantel. Entonces todo lo que vi alrededor de la selección es impactante: desde algunos jugadores amateurs, algunos que laburan y juegan, y otros que evidencian que el fútbol está cada vez más globalizado y que de alguna manera en estas categorías se manifiesta todo mucho más parejo. Ni que hablar que a futuro Israel tiene una selección super competitiva si los chicos siguen evolucionando como hasta ahora. 

 

P: ¿Sentiste o te topaste con algún comentario en la selección uruguaya respecto al seleccionado israelí?

R: Si, hay un reconocimiento absoluto por lo que significa que una selección sin tradición futbolera haya podido eliminar a una selección que siempre es candidata para ganar todo, como Brasil. Por eso te digo, creo que se trata de un rival muy peligroso a nivel deportivo pero también muy admirable por lo que realizó. 

¿Uruguay o Israel?

P: Me decía alguien de la cole desde Uruguay que no tiene dudas de que quiere que gane Uruguay, pero al menos si pierde no lo va a sentir como motivo de amargura totalmente porque también es lindo que gane Israel. ¿Cómo ves vos como uruguayo judío esta situación tan especial?

R: Un poco de la misma manera. Primero quiero que gane Uruguay. Primero es mi patria, Uruguay primero es mi país, mi patria, Israel es mi patria religiosa. De alguna manera creo también que si llega a ganar Uruguay hay un incremento en la cotización de los jugadores y una expectativa mejor para que les vaya muy bien a estos chicos, cosa que sería muy linda. La verdad que soy muy optimista respecto a que se pueda encontrar un buen resultado para la selección uruguaya, es lo que más deseo. 

P: Ojalá, sin duda. Te parece que en el peor de los casos, si no ganan la semifinal, el pueblo igual los va a ver como campeones por el desempeño que tuvieron hasta ahora?

R: Mmm… No. 

 

P: Así no sea como campeones, sí verlos bien, porque en Israel con respecto a la selección israelí sí está esa sensación, fue una sorpresa todo lo que lograron, aunque ya se conocía su trayectoria. Si vuelven ahora los reciben de brazos abiertos por todo lo que lograron.

R: Bueno, en el caso de los uruguayos habría un reconocimiento, pero nosotros tenemos una idiosincrasia de fútbol mucho más importante que la de Israel. En Israel es una sorpresa, una novedad, lo nuestro no te voy a decir que es una obligación porque suena muy duro, pero tenemos siempre la intención de ir a ser protagonistas. Acá en América hay tres selecciones que siempre son las destacadas: Argentina, Brasil y Uruguay. En consecuencia, hay que ir en son de eso, hay que ir a defender ese lugar que se ha ganado en cada una de las competencias que se jueguen. 

 

(Continuará)

Ana Jerozolimski
(08 Junio 2023 , 10:08)

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