Rosh Hashana

A fondo: los resúmenes del Rabino Dani Dolinsky de la NCI

Como referente religioso, espiritual y más que nada con el corazón puesto en su comunidadm, la NCI, el Rabino Dani Dolinsky es un enamorado de lo que hace. De cara al comienzo de un nuevo año conversamos con él, como ya es tradición a esta altura del calendario.

 

P: Dani hemos conversado en varias oportunidades de cara  a Rosh Hashaná, preguntándonos cómo se prepara la comunidad de la NCI. Y esta vez decidimos hacer algo distinto. Pero los resúmenes son ineludibles. Entonces..¿cómo resumirías tu anecdotario comunitario del año que termina? ¿Cuáles han sido tus grandes vivencias del último año?

R: Tú sabes que la NCI siempre es una comunidad de desafíos, de tratar de proyectarse hacia adelante, de mirar y saber claramente de dónde venimos, pero especialmente de construir con valentía y con mucha fuerza un mensaje claro, inclusivo y valioso de un judaísmo palpitante, vibrante en nuestro tiempo de cara al presente y al futuro. Este ha sido un año en el que gran parte de nuestro proyecto comunitario estuvo centrado en tratar de romper las barreras intergeneracionales, poder lograr que tanto adultos como jóvenes y niños, digamos a lo largo de toda la vida, las personas y las familias estemos atravesados por lo que es la experiencia comunitaria. 

Realmente hemos trabajado mucho en proyectos con jóvenes, consolidando el proyecto de la Casa Joven y también trabajando fuertemente en que, tras los años de pandemia y finalmente dejándola atrás, podamos recuperar el valor de celebrar los momentos fantásticos de la vida judía en familia y en comunidad. El 5783 ha sido un año muy fructífero en cuanto a ceremonias que se han multiplicado a niveles de la prepandemia. 

Después, el gran desafío de siempre de nuestra comunidad es estar siempre en cercanía. La NCI es una comunidad de cercanía, tratando de estar presentes en la vida de cada uno de nuestros miembros, de aportar nuestro granito de arena y, como decía al comienzo, mantener vivo un judaísmo vibrante y palpitante. Las grandes vivencias quizás tienen que ver con haber realmente logrado recuperar la alegría de vivir el judaísmo en forma inclusiva e igualitaria, con valores que dejen una huella indeleble desde nuestra particularidad judía en nuestra propia comunidad, pero también puertas afuera, en la sociedad uruguaya.

En una jupá,elemento central de una boda judía, parte de su actividad

 

 

P: ¿Puedo pedirte que compartas con nuestros lectores una de las vivencias más emotivas, una de las más preocupantes y una de las más molestas?

R: Yo te diría que este año, vivencias preocupantes no hemos vivido, y molestas, gracias a Dios, tampoco. Te diría que este ha sido un año de vivencias emotivas, de un montón de momentos en los cuales le hemos dicho “Gracias” a nuestras familias, a los miembros de nuestra comunidad, por confiar en nosotros como comunidad. Y también hemos recibido muchas veces ese mensaje de aliento y de “Gracias por estar”, por estar ahí, por poder poner, mucho más que el cuerpo y mucho más que un lugar… La NCI no es un conjunto de personas o un espacio físico en Bait Jadash, La  NCI es esa comunidad que mueve esas fibras íntimas, que nos hace acordar lo que nos trajo hasta aquí como pueblo en la historia, y que hoy renueva ese compromiso con la idea de modernidad. 

Quizás lo más preocupante de este año ha tenido que ver con factores externos y es nuestra preocupación, como comunidad y como personas, por lo que está pasando en Israel. Esperando que prontamente pueda andar nuestra mediná  por un camino de amor, de concordia, de paz, de valores y de democracia. Especialmente con el lograr que todo lo conseguido en estos años de existencia de Medinat Israel sea como una plataforma sobre la cual construyamos de verdad un futuro, donde sigamos siendo “or lagoím”, luz para los pueblos, iluminando el mundo con esos valores y con los valores de la forma de vivir democrática que hemos sabido construir.

 

Argentino muy uruguayo

P: Yo no puedo dejar de mencionar que no sos uruguayo sino argentino pero que hace mucho sentís que Uruguay es tu casa. ¿Cómo resumirías tu vida en Uruguay hasta ahora? Recordame por favor cuándo llegaron vos y Paula con vuestros hijos.

La familia en el aeropuerto, al despedira la hija menor que partió por un año a Israel

 

R: Sin duda hoy yo me siento uruguayo. Con mi famiia todos nos sentimos uruguayos. Te diría que así se palpita en nuestro interior y nuestra vida en Uruguay, la de nuestra familia, es realmente un privilegio poder sentirnos absolutamente parte de este ishuv, de esta colectivida, poder sentir casi como si hubiéramos nacido aquí y poder dar lo mejor de nosotros. Ya hace ocho años que estamos en Uruguay, con un compromiso ferviente de construir el futuro de esta comunidad que, como tú lo decís en la pregunta, es nuestra comunidad: nosotros la vemos como nuestra comunidad, para nosotros, para nuestros hijos y ojalá para los hijos de nuestros hijos.

 

El rol del rabino

P: Tengo la sensación que mucha gente no tiene claro el papel del rabino en una comunidad. O sea, imaginarte o saberte al frente de las plegarias en las fiestas, es evidente. Pero eso no es todo.¿Qué más?

R: El rol del rabino es realmente desafiante e intrigante. El rabino no tiene dos días iguales, obviamente ahora que llegan los momentos más centrales dentro de lo que es la propuesta espiritual del año. Es realmente un gran desafío mantenerse significativo, que nada falle, que las plegarias sean como las imaginamos, que la experiencia espiritual de nuestra gente sea significativa, que haya un clima en el cual no solo estemos rezando, sino que también podamos encontrarnos, porque parte de la experiencia del Beit Hakneset, de lo que llamamos sinagoga, es transformarlo en un lugar de encuentro. 

No solamente somos un conjunto de personas que estamos todos juntos haciendo lo mismo en el mismo lugar. Somos una comunidad. Somos los que nos unimos para preocuparnos por lo que le pasa al otro. Somos los que nos unimos para sentir que nos podemos apoyar. Somos los que nos unimos para saber que no estamos solos en el mundo. Es mucho más que compartir un espacio en el tiempo. Es realmente una oportunidad. 

Para un rabino, y justamente te agradezco la pregunta, es poder, por un lado, sentirte privilegiado por tener la responsabilidad de liderar ese momento, esa situación, pero por el otro lado también el enorme privilegio que genera responsabilidad y poder lograr que el encuentro social, espiritual y religioso sea significativo para todos.

 

P: ¿Y qué parte de todo esto ocupa más de tu tiempo?

R: Te diría que el rol rabínico es un rol full life, o sea, uno se entrega en cuerpo y alma en su vida, dejas de ser dueño en parte de tus tiempos, cosa que a veces la familia lo reclama, pero es muy importante poder interactuar con la comunidad. Lo que intentamos en mi familia, lo intentamos todos, es poder estar a la orden, que esto implica también tener nuestros tiempos para disfrutar hacia el adentro de nuestra familia, pero también construir esa familia ampliada que es la comunidad. Y también tratar juntos de que, como te decía en las preguntas anteriores, la NCI sea esa comunidad relevante y significativa que supo ser, que sabe ser y que esperamos siga pudiendo ser en el futuro, para que nuestra gente no solo venga a la NCI porque tiene que elegir un lugar, sino porque sea el lugar en el tiempo donde sienta que el mensaje es el que comparte en su forma de vivir. 

P: ¿Cómo encarás las distintas facetas de tu trabajo? O sea, digamos…¿sentís que ademas del trabajo propiamente de rabino de tu comunidad, tenés el compromiso de dedicar tiempo, por ejemplo, a la confraternidad judeo-cristiana, al contacto con rabinos de otras comunidades, a actividades fuera de la colectividad judía?

Un tuit del Cardenal Sturla en el 2019

 

R: Yo creo que el rol rabínico, como te decía, es mucho más que las cuatro paredes de la comunidad. Yo no vivo como una carga el dedicar tiempo a la confraternidad judeocristiana o a conversar con otros rabinos de otras comunidades, o incluso a actividades fuera de la colectividad judía, realmente lo veo como un tesoro, como una oportunidad que me dan la vida y este rol rabínico. Yo me siento bendecido por poder llevar el mensaje de la tradición judía, de la práctica judía, del pensamiento judío, de los valores judíos, mucho más allá de las cuatro paredes del micromundo en el que podríamos colocar a tu comunidad de base. 

Creo que el pueblo judío tiene mucho para contribuir, nosotros como personas, desde mi lugar de liderazgo rabínico, tengo mucho para contribuir, desde la humildad de aportar nuestro granito de arena, de no subirnos al caballo de creernos los dueños de la verdad, y desde, como decía, de la humildad, desde la sencillez, tratar de compartir con los demás nuestra propuesta de vida judía, nuestra propuesta de valores judíos, y construir un mundo mejor. 

Yo estoy seguro que Dios nos está mirando y nos está diciendo: cada vez que interactuamos con lo que nos rodea, más allá de nuestro micromundo, está diciendo “Bien mis hijos -como lo dice ya la literatura talmúdica-, bien mis hijos, están construyendo el mundo con el que sueño, que es un mundo de encuentro y mancomunión”.

 

La Confraternidad Judeo-Cristiana del Uruguay

P: Contame por favor sobre tu actividad en la confraternidad, desde cuándo, qué  y más que nada, por qué.

R: La Confraternidad Judeo Cristiana es un enorme proyecto de convivencia, de encuentro, de valores, de construcción, que ya lleva 65 años de existencia. Ha transitado enormes caminos de crecimiento y ha aportado muchísimo al conocimiento, a la lucha contra la indiferencia y la ignorancia, la construcción de amor, de amor mutuo, de amor fraterno entre diferentes; el diálogo ha sido gran parte del logro de la Confraternidad. Yo tengo el privilegio en estos ocho años de haber sido parte, desde que llegué.  tarea de todos los días tiene que ver con preocuparnos por el lugar de la espiritualidad en nuestra sociedad y por el valor de la contribución de las religiones a la construcción de sociedad. Respetando la laicidad del Uruguay, trayendo el valor que hay dentro de las expresiones espirituales para sumarlo a la mirada laica y que la vida de una sociedad como la uruguaya no tenga espacios ni de ignorancia ni haya exclusiones, o sea, que no nos alejemos de lo que no conocemos porque lo ignoramos. Esto en parte mata el desconocimiento, la indiferencia y la discriminación, y por otro lado nos permite construir esta sociedad multifacética que sabemos tener en nuestro Uruguay y que es un valor en sí mismo. 

Por eso a veces cuando achacamos desde algunos lugares pensando en que hay algunas expresiones que no tiene que haber, o desde la laicidad sacando la expresión de lo religioso, es ahí donde alzamos nuestra voz. Desde la Confraternidad lo que tratamos de hacer es escuchar nuestras voces conversando con los que tienen responsabilidades de decisión -ya sea políticos, ya sea ministros, ya sea el propio gobierno, ya sea estamentos de educación-, en espacios en los cuales podamos interactuar como colectivo multi religioso para tratar de contribuir desde nuestras diferencias a mostrar cómo se puede hacer una sociedad mejor.

P: Entiendo que hay 7 Danieles en la Confraternidad judeo-cristiana..vos sos el único judío y el único Dani…¿No es un poco confuso? 

R: Somos muchos Danieles, no sé si siete, nunca nos pusimos a contarlo en detalle; pero, sí, teniendo en cuenta que Daniel es un nombre bíblico que acompaña a la tradición judeocristiana -nombre que me siento orgulloso de llevar y que mis padres hayan pensado para mí-, que tiene que ver con la justicia y que tiene que ver con el amor a Dios, se ve que otros padres pensaron lo mismo y hoy se da esta particularidad de tener Danieles de muchas generaciones conviviendo en este espacio de encuentro judeocristiano. Justamente, esta casualidad que se da con los nombres termina siendo una causalidad más del valor de la hermandad. O sea, la utilización de nombres homónimos dentro de la tradición judía y de la cristiana habla de este tronco común y de la hermandad. Y a tu pregunta, si eso es un poco confuso, te diría que no, nos damos vuelta todos y lo lindo es que todos nos llamamos Daniel. Igual hay otros nombres también muy representativos, pero en este caso se da esta particularidad de los muchos Danieles.

P: ¿Qué aprendiste de los demás en esa labor? 

R: Permanentemente aprendo, cotidianamente. En el encuentro con el prójimo, y especialmente en el diálogo interreligioso, uno aprende de la humildad, de la hermandad, de la esperanza, uno descubre cuánto se podría haber evitado de enfrentamientos y distanciamientos si la sabiduría se hubiese utilizado en forma positiva y constructiva. Realmente y claramente hoy, como signo de estos tiempos, el encuentro entre las diversas formas de pensar, de sentir -las diversas espiritualidades, religiones, miradas políticas-, en definitiva lo que nos enseña, o por lo menos lo que yo aprendo permanentemente de la confraternidad, es que realmente el camino destinado bajo el plan de Dios para nosotros, simples seres humanos, es uno de encuentro. De encuentro en la diversidad, o sea, es unidad en la diversidad.

P: ¿Y qué sentís que aprendieron de vos sobre el judaísmo?

R: Gran pregunta.. Es muy difícil desde mi lugar definir qué han aprendido otros, pero creo que han descubierto un judaísmo genuino, un orgullo de lo judío sostenido no sobre la diferenciación, sino sobre el aprendizaje, la convivencia y una tradición judía que abraza. Yo creo fervientemente en una tradición judía que  no impone, sino que genera adhesión por convicción. Esa convicción es central en mi conformación como rabino y en lo que yo siento como persona. Por eso, sabiendo de las distintas miradas que hay dentro de la tradición judía, tratamos de poder compartir para que nuestros hermanos que conocen desde afuera la tradición judía puedan querer amar y aproximarse a la comprensión de la diversidad judía y sobre los tópicos y conceptos que han traído al pueblo judío a través de la historia hasta nuestros tiempos.

Oración por la Patria, en la Catedral de Montevideo, al asumir el Presidentre Luis Lacalle Pou

 

Mirando a la colectividad y a Israel

 

P: Nos gusta mucho hablar de unidad pero también hay muchas divisiones. ¿Cómo ves  a la colectividad en este sentido?

R: Sí, claro que hay muchas divisiones en el mundo y por qué no las habría dentro del marco de la colectividad judía. A mí me preocupa en el marco de nuestro pueblo judío que no tengamos la capacidad de trabajar nuestras diferencias con amor y cariño, pero especialmente en forma madura. El judaísmo ha sido diverso y plural desde siempre y lo seguirá siendo, a pesar de que de repente aparezcan quienes planteen pararse en el lugar de la verdad o “de la única verdad” o de la no aceptación del otro. 

Yo personalmente estoy acostumbrado a que muchísimas veces se hable de mi forma de mirar el judaísmo y de la propia NCI despectivamente, algo que duele muchísimo, en el alma, porque en definitiva habla de la debilidad de aquel que necesita o la desaparición o el ninguneo al otro. 

Yo creo que el signo de este tiempo en el mundo judío debería pasar por la reafirmación de lo que elijo ser, independientemente de lo que mi prójimo, mi hermano judío, esté eligiendo. Por ello, el signo de este tiempo debería pasar por el respeto. Yo creo que el respeto es la primera de las señales de madurez y por momentos nuestro convivir en el mundo judío parece bastante inmaduro, cuasi adolescente, en el cual todo pasa por lo hormonal, los enojos y los espasmos en los cuales nos paramos en el lugar de defender posturas, a veces en forma obstinada o cerrada. Eso nos aleja a unos de otros y lamentablemente genera esas fracturas que si no trabajamos a tiempo pueden terminar siendo bastante duras, no voy a decir insalvables, pero sí bastante duras porque dejan heridas, huella, mella en lo que es el pueblo de Israel.

Dani y Paula con el ex Presidente de Israel Reuven Rivlin y su pareja, cuando estuvieron en Montevideo

 

P : Me duele el dolor que manifestás en esta respuesta . ¿Está claro que lo que nos une supera lo que nos separa?

R: Me encanta que lo pongas en forma de pregunta.  Para mí sí, durante mucho tiempo de mi vida creí que sí, que siempre es más lo que nos une que lo que nos separa, fervientemente estoy convencido de ello. Pero está bien que lo pongas en tono de pregunta porque hoy parecería que lo que nos separa se está volviendo principista: tiene que ver con la forma en la que miramos el mundo que nos rodea y cómo comprendemos dónde podríamos estar o dónde querríamos estar, con qué herramientas, con qué elementos construimos ese futuro al que queremos arribar. Me preocupa seriamente hoy visualizarme distanciado a niveles impensados de algunos de mis hermanos. O sea, pensar realmente que hasta tenemos dos concepciones de mundo diferentes: en cómo vemos que se deben resolver los conflictos o en cómo entendemos el valor de la palabra o el valor de las acciones o lo que se impone o se consensúa. Me parece que lentamente lo que mucho tiempo fue afirmación hoy se parece mucho más a lo que tú me estás planteando: a pregunta. Realmente es cierto que lo que nos une supera lo que nos separa, sin embargo, hoy creo que empieza a debilitarse esa afirmación y encontramos en lo que nos separa conceptos que nos distancian a niveles de hacernos preguntas mucho más profundas.

 

P: Es muy triste sin duda. Y esto está relacionado también con lo que  está pasando en Israel. ¿Quisieras comentar algo al respecto?

R: La verdad es que la situación que está pasando en Israel es algo que nos tiene muy preocupados y ocupados con la idea de tratar de explicar el valor de lo que hemos sabido construir desde el nacimiento del sionismo, especialmente desde la creación del Estado de Israel y todos esos conceptos de luz para las naciones, que nosotros depositamos en este proyecto que llamamos Medinat Israel, que es un proyecto de quienes viven como tú en Israel y son ciudadanos del Estado, pero es también un proyecto del pueblo judío. 

Durante milenios soñamos con recuperar nuestro lugar en el mundo y nuestra oportunidad de construir un proyecto significativo de Estado, de nación, de autonomía. Esto se concreta y somos testigos, somos protagonistas, y de repente, después de 75 años, nos damos cuenta que las fracturas, las divisiones, como decíamos antes, lo que nos separa en cuanto a los principios del cómo vamos a llevar adelante este proyecto, termina conspirando y haciendo debilitar el propio proyecto. 

Yo creo que Israel es fuerte como Estado y el pueblo judío ha demostrado a lo largo de la historia enorme fortaleza, pero hoy estamos en una encrucijada en cuanto al  valor de la democracia, del respeto, de la construcción en el disenso. Claro que Israel es una democracia que puede ser mejorada . .Somos un pueblo que se ha reinventado y reparado las veces que precisó, pero no a base de guerra de hermanos, no a base de imposición de unos sobre otros, y menos a base de la sensación de una fractura de sociedad, pensando desde lo individual y no desde lo colectivo. 

Por eso, el riesgo aquí está plasmado en fundamentalismos que lleven hacia cualquier extremismo, cualquier tipo de postura, y termine conspirando contra el proyecto colectivo. Porque claramente, si hay algo que ya sabemos como pueblo, es que un proyecto individual de “me salvo yo, y después me importa poco lo que pasa en el resto del mundo”, no termina siendo un proyecto judío exitoso. Y como nosotros arrastramos en la historia todas las experiencias de lo que nos ha pasado y lo que hemos tenido que sufrir para llegar aquí, estoy convencido que en nuestro ADN emocional existe esa barrera final que no nos permitirá, no nos dará el derecho, romper lo que con tanto esfuerzo hemos logrado y conseguido. 

Ojalá tengamos esa grandeza de expulsar del corpus general del pueblo judío a esas miradas hiper fundamentalistas que descartan la mirada del otro, que degradan la mirada del otro, y podamos construir desde la mayoría silenciosa que espera que en el entendimiento esté la respuesta para la construcción de los próximos 75 años de Medinat Israel.

 

Y para terminar…

P: Y volviendo ahora sí a Rosh Hashaná ¿qué planes tenés para el nuevo año? ¿Sentís que vos en lo personal y la comunidad tienen “debes” que hay que solucionar en el año entrante?

R: El plan que tenemos para este año nuevo es tratar de generar una comunidad relevante y significativa en este tiempo, entendiendo que hay una conjunción entre los dos calendarios en los que nos toca vivir: el año 2023-2024, atravesado por el 5784 del pueblo judío. Tenemos que comprender que hay una historia que nos trae hasta acá, por eso pensamos en experiencias, como por ejemplo algo que tú has vivido hace pocos meses,  pero desde otro lugar, una experiencia significativa comunitaria en los lugares de la historia del pueblo judío del siglo XX, como es Polonia. Pensar en la conexión con las juderías que supieron brillar como fue en España. Y generar un poco de esa magia que hemos sabido tener a lo largo de la historia y traerla al aquí y ahora, generar un nuevo cruce de ejes, como me gusta decir a mí, entre la milenaria historia judía y el año gregoriano, el año civil en el que estamos transitando. Aceptar y adaptarnos al paso de los tiempos y construir en función de este siglo XXI una comunidad pujante, pero que traiga esa comprensión de cómo hemos construido historia, cómo hemos construido exégesis y significado. Entonces es una comunidad donde se estudie, donde se viva, donde se disfrute, se cante, se baile, se rece; donde los jóvenes tengan lugar, los ancianos tengan lugar, los padres, los nietos, los niños, donde todos puedan tener un lugar relevante a su manera para vivir el judaísmo en este tiempo, en esta comunidad, que sea su comunidad, su casa.

P: Que sea con éxito pues con todos estos hermosos anhelos.  ¿Algo que desees agregar?

R: Sólo dos cosas más. Una es agradecerte por esta oportunidad de poder expresar en algunas palabras, algunos pensamientos, algunas ideas. Creo que hay mucho más por decir, pero simplemente para comenzar el año, el deseo es, Shana Tová Umetuká, que tengamos ese año bueno, dulce, redondo, pleno, de buenos y lindos momentos, de preciosas experiencias, siempre compartido con nuestra gente querida, con nuestras familias. Y especialmente en el rol que me toca a mí, disfrutando a pleno en la NCI, que es una gran comunidad, que es un gran espacio en el cual todos estamos invitados a ser protagonistas de la historia y del futuro. 

Muchas gracias por la entrevista y bueno, para ti también  que sea una Shana Tová Umetuká, un gran año, y que ojalá pronto podamos vernos y que desde la humildad todos podamos hermanarnos una vez más, descubriendo que la vida es una y nos da esta oportunidad de estar aquí encontrándonos.

P: Muchas gracias Dani. Shaná Tová Umetuká para ti, para Paula y los chicos  por supuesto para la NCI.

R: Muchas gracias.

Ana Jerozolimski
(17 Septiembre 2023 , 16:11)

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