No sólo sus copartidarios lloran su ida. También sus adversarios políticos.
Con profundo pesar recibimos de nuestro amigo Gerardo Stuczynski la triste noticia del fallecimiento en Israel de Mauricio Oberlander, un pilar durante muchos años de la dirigencia comunitaria judeo-uruguaya.
Mauricio (z”l), miembro del Likud, defensor fervoroso de su camino, no era apreciado sólo por quienes compartían esa línea política sino también por adversarios de otros movimientos políticos, lo cual engrandece su figura.
No tuvimos nunca una relación de cercanía personal con él, pero recuerdo que ya de jovencita, cuando comencé a tomar conciencia de la dinámica de la actividad comunitaria y el rol de los dirigentes, Mauricio Oberlander siempre me pareció parte natural del paisaje comunitario. De esos que está presente porque trabaja, activa, aporta. Lo hacía como representante del Likud, pero en pro de la colectividad judía en general.
Independientemente de los homenajes personales en su memoria que se irán escribiendo, es oportuno compartir públicamente el comunicado oficial de Likud Uruguay .
“Mauricio, nuestro querido amigo Moishe, fue un idealista, un sionista ferviente y apasionado que vivió de acuerdo a sus ideales de amor a su comunidad, a su pueblo y al Estado de Israel.
Un dirigente comunitario sin igual, desinteresado, abnegado, que siempre puse por delante de sus propios intereses los de su comunidad y su pueblo.
Sus profundas convicciones, valores y acciones han marcado profundamente no sólo a sus familiares, amigos y miembros de su partido, sino a toda la comunidad judía local y al movimiento sionista mundial, quienes hoy se inclinan respetuosamente consternados por su partida.
Que encontremos consuelo en su bendita memoria. Jamás lo olvidaremos!"
Miguel Kurlender, Secretario General Gerardo Stuczynski, Presidente
También Eli Cohen, que fuera años atrás sheliaj de Betar en Uruguay, una figura clave dentro de la Organización Sionista Mundial-de la que se retiró recientemente tras muchos años de intensa actividad- se despidió con sentidas palabras de Mauricio Oberlander, su amigo personal.
“Mauricio Oberlander , mi buen amigo y compañero falleció anoche y esta mañana fue sepultado en la tierra de Israel.
Mauricio era uno de los líderes más importante de la comunidad judía en Uruguay y América Latina, y era miembro activo de LA AGNCIA JUDIA Y LA ORGANIZACION ZIONISTA MUNDIAL
Mauricio luchó toda su vida por el Estado de Israel y la identidad judía sionista de la comunidad, fue parte de la familia Betar.
La familia Oberlander para Orna y para mí era y es mi propia familia en el lugar donde presté servicios como representante de la Agencia Judía y la Organización Sionista Mundial en Uruguay.
Hace aproximadamente un año, Mauricio realizó su sueño judío sionista y emigró a Israel después de que su hija Verónica también se radicara aquí. Se casó con Mati y dio a luz a Ari y Gaya. Mauricio tiene también otro hijo, Martín, casado con Mariana, y dos hijos –Felipe y Dudu-que por su trabajo profesional viven en Brasil.
Pero además, Mauricio tiene también hijos espirituales que con su ayuda y sus consejos a lo largo de los años, han cumplido sus enseñanzas y visión, emigrando a Israel, para fortalecer a la sociedad israelí.
Mauricio era conocido en los pasillos del gobierno israelí y en el gobierno uruguayo como un hombre cuyo propósito era fortalecer la conexión entre la comunidad judía en Uruguay y el Estado de Israel.
Desafortunadamente, el año pasado se enfermó y paso largo tiempo en el hospital.
Mi última visita a Mauricio fue en la víspera de Pesaj. Le llevé una Haggadah con traducción al español, como era habitual en Uruguay.
Mauricio que fue un hombre libre toda su vida. Fue liberado de la esclavitud física, a la libertad espiritual.
Mauricio fue y será siempre mi amigo y hermano. Todos nosotros lo extrañaremos. Mauricio será muy extrañado por todos nosotros.
Que su memoria sea bendecida"
Eli Cohen
Y volvemos a lo que escribimos al comienzo, al respeto y aprecio que le tenían también sus adversarios políticos.
Una prueba de ella nos da Max Sapolinski, ex Presidente de la Kehilá, lejano políticamente del Likud.
"En la vida de las organizaciones, instituciones o comunidades existen individuos que están dispuestos a brindarse por completo en procura de la defensa de sus ideas y a la búsqueda del bienestar general aún a costa de su patrimonio y su salud.
Tal fue el caso, compartiendo o discrepando, de Mauricio Oberlander.
En el quehacer comunitario me tocó ser su “socio” en algunas oportunidades y su “adversario” en la mayoría de los casos. Llegué a tener con él discusiones que fueron épicas. También amigables y quilométricas conversaciones de amigos. Algunas veces llegamos a enfrentamientos muy duros.
Sin embargo, Mauricio tenía algunas características que lo hacía un ser extremadamente querible: su vocación de servicio a prueba de balas traducida en una constante preocupación por el devenir comunitario, su desprendimiento personal y tal vez la más encomiable de todas (más en los tiempos que corren), su respeto inalterable por la palabra contraída.
Nos dejó viviendo en Israel. Cumplió en la postrimería de su vida y ya con su salud sensiblemente deteriorada su realización sionista por la que luchó siempre. De todas formas pese a la lejanía y su debilidad acentuada mantenía la preocupación por la realidad comunitaria.
Lo vamos a extrañar. No sé si quedan dirigentes comunitarios que estén dispuestos a los sacrificios que él realizó. Pese a que ya no estaba entre nosotros, su presencia seguía acompañándonos, igual que lo seguirá haciéndolo ante su definitiva ausencia física.
Para despedirlo, me permito apropiarme de las palabras expresadas por el dirigente radical Ricardo Balbín en el sepelio de Perón: “Un viejo adversario despide a un amigo”. Así lo siento en el marco de la tristeza que la noticia de su fallecimiento nos ha causado".
Bendita sea la memoria de Mauricio Oberlander. Que descanse en paz en la tierra con la que soñó.
