Entrevistas

Esta mujer israelí volvió del cautiverio al borde de la muerte

La situación de más de 210 israelíes, la mayoría civiles, en manos de Hamas, es una fuente interminable de angustia y dolor. Sus seres queridos no pueden tener certeza ninguna si están vivos o muertos y por cierto que tampoco saber que están con vida da tranquilidad, al saber dónde y con quién están.

Una de las historias de preocupación fue la de la familia de Elma Abraham, de 84 años, quien al ser liberada el domingo último debió ser trasladada de urgencia en helicóptero al hospital Soroka, debido a su muy deteriorado estado de salud. Fue conectada a respirador artificial y los médicos dijeron que corría peligro de muerte. Afortunadamente, en los últimos días su estado mejoró considerablemente, según nos confirmó su hijo  Uri Rawitz, quien semanas atrás, en una entrevista sobre el cautivero de su mamá, expresaba su profunda preocupación precisamente por sus múltiples problemas de salud, sabiendo que en cautiverio no sería cuidada ni recibiría sus remedios.

 

Elma Abraham, de 84 años, fue liberada  tras haber estado 51 días secuestrada en la Franja de Gaza. Su estado de salud al llegar era muy grave.Según contó su hija, llegó con 28 grados de temperatura corporal, 40 de pulso, casi inconsciente y muy mal herida.  La familia sostiene que  la Cruz Roja internacional no cumplió con su deber de hacerle llegar a su madre  los remedios que precisaban por sus múltiples problemas de salud, aunque uno de los hijos los llevó personalmente para que se los entreguen. Y tampoco ayudó en ningún otro caso.

 

Hace varias semanas entrevistamos a Uri Rawitz, hijo de Elma, quien temía seriamente por su madre, debido precisamente a sus numerosos problemas de salud.

Reproducimos aquí parte de la entrevista.

Abrigamos aún la esperanza que los médicos logren estabilizarla.

 

 

 

P: Uri, no sé por dónde empezar a preguntarte…

R: Yo te cuento, Llegué de visita a Israel el 26 de septiembre, me encontré con mi mamá, mi hermano. El sábado en el que ocurrió todo este horror yo estaba en el apartamento de mis amigos en Tel Aviv, y a las 7:30 me despierto por las alarmas, mi teléfono estaba silenciado… y entendí que si ocurría en Tel Aviv, obviamente también en Najal Oz, que está situado a tan sólo un kilómetro de Gaza. 

Entonces veo que tenía 5 llamadas sin responder de mi mamá, desde aproximadamente las 6:30 de la mañana. Llamo de inmediato a mi mamá, me dice que está en la habitación de seguridad, les dieron instrucciones de permanecer encerrados con llave en las casas, me cuenta que hubo una infiltración, había una camioneta y terroristas que estaban disparando. 

 

P: Entiendo que estaba sola…

R: Así es. Vive sola. Mi hermano estaba en su propia casa. Hablamos varias veces. Me dijo que , y hablamos varias veces durante esa mañana. Ella me cuenta que mi hermano se quedó sin electricidad en la casa, sin teléfono, sin móvil, no tenía contacto con él. Cuando volvimos a hablar, me dijo que mi hermano fue a la casa de un amigo, para su suerte porque su casa quedó destruida por la entrada de terroristas.

Uri y su hermano Roi con su mamá

 

P: El logró salir… 

R: Logró salir, ni siquiera entendió a dónde salía, porque él escuchó los bombardeos terribles alboroto y gritos… Lo que pasa es que ya mucho tiempo se oía que los palestinos hacían alboroto junto a la valla fronteriza, lo que ahora sabemos era parte de su plan, para que nos acostumbremos a ver eso como rutinam por lo cual mi hermano tampoco pensó que era algo excepcional. Recién cuando logró llegar a la casa de su amigo y se conectó, entendió cuál era la situación. Comienzan a recibir entonces mensajes por el Whatsapp del kibutz, del equipo de emergencia. 

P: Y mientras, tú tratabas de hablar con tu mamá.

R: Hablé con ella varias veces. La última vez que hablamos fue a las 10:20 de la mañana. Ella me dijo que escuchaba disparos cerca y en una comunicación relativamente breve, dijo que tenía que cortar porque alguien intentaba llamarla. Ésta fue de hecho la última vez que hablamos. Hablamos con mi hermano y con otra hermana nuestra que vive en el kibutz Grofit en la Aravá. A eso de las  11:30, mi hermana Tal me dice que intenta llamar a mi mamá y no logra contactarla. Intento llamarla y no responde, le envío mensajes y veo que ni siquiera los ve, no hay indicación de visto. Llamo a mi hermano y me escribe “no puedo hablar, nos oyen”, le escribo y y le digo: “no logro encontrar a mamá”, él me hice: “yo tampoco”. Y obviamente tampoco él puede ir a ver qué sucede con ella, al parecer él intentó contactarse con el encargado de seguridad y más tarde se entera que fue asesinado. Intenta a través de una vecina… no hay contacto. Esto continúa así unas 10, 11 horas, durante las cuales no tengo contacto con ella. 

Elma con sus hijos Uri y Tal

 

P: No puedo ni imaginar lo que te corre por la mente…

R: Claro. En mi cuerpo siento que algo le ha ocurrido, pero en los medios de comunicación dicen que toda la comunicación celular alrededor de la zona de Gaza se desmoronó y si no hay comunicación, no necesariamente significa que les sucedió algo.

P… y quieres adoptar esa versión…

R: Quiero creer en eso durante 1 hora y media, que ya de por sí es terrible, porque ella se encuentra en la habitación de seguridad, mientras una célula de terroristas ronda por el kibutz, y ni siquiera puedo acompañarla por teléfono para tranquilizarla. Pero sí le escribo a mi hermano, quien cada tanto logra responderme, con quien sí tengo contacto. Entonces, entiendo que no es un problema de comunicación celular…. Él me escribe en cierto momento, muy tarde en la noche, que de hecho les dieron instrucciones de no salir de las casas, iban de una casa a otra para rescatar a la gente. Toda la comunidad pasó una situación de trauma terrible, con muchos muertos y secuestrados. Quien no estuvo allí aparentemente no comprenderá. Mi hermano les dice: yo no subo al autobús, sin pasar por la casa de mi mamá. Llega con dos soldados a su casa, encuentra la casa abierta, la habitación de seguridad violentada, todo revuelto, desordenado, su cama un desastre … pero nuestra madre no estaba ahí … 

P: Y entiendo que después pudiste confirmar que está en manos de Hamas, porque los propios terroristas difundieron imágenes.

R: Así es. Tengo  un testimonio, lo recibí una hora más tarde. Informé al número de emergencia que al parecer fue secuestrada. Me dicen que vaya a dar una muestra de ADN en la policía, y una hora después, estoy hablando del domingo a eso de las 10 de la mañana, una pariente me mandó una foto a través del Telegram a mí y mi hermano y nos pregunta: ¿no es Elma? (el nombre de mi mamá) y veo a mi mamá y la veo en una moto. 

 

Elma, de turquesa, en manos de los terroristas

 

P: ¿Qué te hace verla así, sentada entre los terroristas?

R: Es difícil de describir. Obviamente una conmoción muy grande, me asusté mucho cuando la vi… es el guión más loco que uno puede imaginar… Mi mamá apenas puede caminar, usa un coche eléctrico (“kalnoit”) para trasladarse… no sé cómo lograron subirla a la moto.

P: ¿Cuál es realmente su estado? 

R: Es una mujer de 84 años, tuvo una cirugía de corazón abierto, toma medicamentos, sufre de una enfermedad (vasculitis) auto-inmune muy grave, tiene heridas muy serias en las piernas, es una infección de los vasos sanguíneos, necesita medicación especial y vendas., toma heteroxina, pero recibe también otros medicamentos. No es joven… tiene asma. La vi la semana anterior y estaba aparentemente en una muy buena situación. Fue un fin se semana muy feliz porque escuchó que mi sobrino se va a casar y que mi sobrina está esperando familia por segunda vez. Estaba muy emocionada. Pero aún así, es una señora mayor, recibe ayuda en la casa, es una mujer independiente pero también recibe asistencia del Seguro Social.

P. ¿Desde el punto de vista mental, está bien? 

R: Si, está muy bien en lo cognitivo. Entiende exactamente lo que sucede, esta lúcida, su cuerpo es mayor, pero su espíritu es fuerte. Es una mujer muy optimista, con mucha vitalidad, que si bien hace frente a problemas de salud, la edad, para nadie es fácil ser anciano… pero al ver todo esto, es realmente una terrible conmoción y un susto muy grande. 

En la foto hay una mujer que no conozco, que la pusieron antes que ella en la foto. Pero sí sé que está viva, al menos en el momento que le sacaron la foto.

P: Eso te quería preguntar, Uri, es una pregunta que incluso es difícil formular, a veces te preguntas qué es preferible… obviamente que es preferible que vuelva sana y salva, pero pensar en el sufrimiento que está pasando.

R: Ahora lo que puedo decir es que es importante mostrar el rostro de esta gente, luchar para liberarlos. El Estado es responsable de su liberación y es importante para el esclarecimiento, la hasbará, frente al mundo. En Israel, no hace falta hacer hasbará, todos entienden lo que sucede. Estar ocupado en todo esto no permite caer en todo tipo de pensamientos, imaginaciones, acerca de dónde está, qué está sufriendo. Pero ineudiblemente me pregunto que vivió y qué sintió cuando entendió que los terroristas estaban en su casa. ¿Por qué situación pasó cuando se la llevaron? Sé exactamente cuándo irrumpieron los terroristas a su casa porque hablé con una muy buena amiga de mamá, que estaba hablando con ella por teléfono cuando entraron en su casa. Ella escuchó a mamá decir hay terroristas en mi casa y la comunicación se desconectó. No me cabe duda que estaba muy asustada. Sé que desde el punto de vista físico, aún estaba bien. No tengo la más mínima idea cuál es su situación hoy, tras 12 días en los que no recibe medicinas, sin estar en su entorno. La pregunta está entre “muy malo” y “terriblemente malo”. 

P: No sé si es una pregunta válida, qué preferirías que pase, si la imaginás sufriendo.

R: Cuando alguien no vive, ya no hay más esperanza. Siempre querés esperar que esté en vida y regrese. Pero el escenario de pensar qué está pasando en el día a día o en un momento específico, intento abstenerme de eso, no es que no me encuentra, pero estoy muy ocupado en el hacer. Es una pregunta compleja. Escuché una entrevista con alguien, que su nieta o su hija, fue secuestrada y dijo desde su punto de vista es mejor el hecho de saber que murió porque estar secuestrada es un infierno. 

Yo digo que no logro ponerme en un sitio en el cual mi pensamiento está ordenado. El hecho es tan caótico y se intenta luchar contra el tiempo, yo quiero a mi mamá viva y la opción que tal vez ella no esté viva y no sufre ya, ambos son pensamientos difíciles. 

P: Todos recordamos la operación de intercambio de prisioneros para liberar a Guilad Shalit, en la que entre otros fue liberado Sinwar, hoy jefe de Hamas en Gaza. ¿Pensás  en la opción del intercambio de rehenes? Algunos familiares de secuestrados han dicho que en ese caso, si para liberarlos hay que sacar de la cárcel a miles de terroristas que en algún momento van a intentar lo mismo, mejor no devolverlos. Es una pregunta cruel…

R: Es una pregunta difícil… Yo quiero salir del “micro” al “macro”. Quiero referirme al contrato que tiene este Estado con sus ciudadanos, con sus soldados. En el marco de “etos”, no se dejan heridos ni rehenes en el terreno. Vamos a introducir a decenas de miles de soldados allí, ellos tienen que tener claro en lo profundo de su mente que también ellos pueden estar en esa situación. Tienen que saber antes de entrar que si ellos llegasen a estar en esa situación, el Estado hará todo para devolverlos. No me refiero a la práctica de tal o cual operación ni  tampoco me refiero a cómo se libera, no se libera..No  hay otra, se negocia con el diablo. Hablo de algo mucho más ético de nosotros como sociedad. Pero también es práctico - puesto que los soldados van a entrar allí. 

Tienen que entrar allí con el conocimiento de que, si caen y son tomados rehenes, el Estado hará todo para devolverlos. Y más aún cuando se trata de civiles inocentes. Hay niños inocentes, hay un bebé de 9 meses, otro de 5 meses, ancianos… son civiles. Y obviamente hay que obtener el apoyo del mundo, es claro que nadie habla con el Hamás, pero se habla con quienes los apoyan, con gente que sí habla con ellos. 

Estamos hablando de más de doscientas personas…

P: Uri ¿ quién espera a tu mamá de regreso en Israel? Tú, tu hermano, tu hermana…¿quién más?

 R: Mi hermano se llama Roi, quien vive en el kibutz y sufrió una gran conmoción, está también mi hermana Tali, está casada tiene dos niños. Teníamos otra hermana que falleció hace un año y medio de cáncer, pero tiene a su esposo que es parte de la familia y mi mamá tiene tres nietos que la esperan, quienes todavía no han logrado recuperarse de la pérdida de su mamá. Del lado de mi segunda hermana, tiene dos hijos, y mi mamá tiene también un bisnieto de ese lado. Somos una familia grande y compuesta, porque era el segundo matrimonio de mi mamá, tenemos toda serie de hermanos y semi-hermanos; pero somos todos una única familia.

P: Y esto une aún más, ¿cierto? 

R: Intentamos, sí.

Elma con uno de sus nietos

 

P: ¿Hay algo más que no supe preguntar y es importante mencionar? 

R: Para mi mamá lo más importante en la vida era formar una familia y ser parte de una familia. Ella es una persona que no tiene una pizca de maldad, incluso diría cierto tipo de ingenuidad. En mis peores pesadillas, nunca me imaginé que éste sería el acorde final de su vida. Porque me queda claro que mismo si sale de allí, no volverá como era. Me queda claro que no es solo el caso de mi mamá, somos parte de un hecho monstruoso, el que sin duda cambiará nuestro ADN, está lo que éramos antes y lo que seremos después… no seremos lo mismo…

P: ¿Crees que tu hermano se quedará en la zona? 

R: hablemos en primer lugar a nivel práctico – es su casa, no tienen a donde ir… 

P. Pero no me cabe duda que todo será reconstruido y volverá a florecer…

R: Sabes, desde esta mañana me resuena la canción: “Vehajitá tzomajat shuv”, “el trigo vuelve a crecer… no es el mismo valle, no es la misma casa”, en este caso, no es el mismo Néguev, no es la misma casa, pero el trigo vuelve a crecer. Escuché a Haim Jelin, quien habló precisamente de ese tema, es una de las preguntas que se plantean mucho. 

P: y él dijo: “No hay más Beerí”

R: No hay Beeri, ni muchos otros kibutzim… hay algunos que fueron completamente quemados… no es que la ecuación debe cambiar. Lo dijo de la forma más clara: es o nosotros o ellos. Si no tenemos la zona alrededor de Gaza (el “Otef”), la segunda línea pasará a serlo.

P: Ya no hay ilusiones… 

R: Nadie tiene más ilusiones, nos prometieron, confiamos que teníamos un ejército, que teníamos medios electrónicos. El guión más terrible imaginable en toda la zona era que penetrara una célula o dos de terroristas … nadie se imaginó que iban a entrar 3.000 y que iban a hacer esos horrores inauditos… 

P: Es difícil encontrar palabras…

R: Es algo que digo con frecuencia ahora… tal vez sea un problema del hebreo o de todos los idiomas que las palabras no alcanzan…

P: ¿Tu mamá nació en Israel?

R: Sí, mi mamá nació en el 39’, en Tel Aviv. 

P: Vivió el establecimiento del Estado de Israel.

R: La mayor parte de su vida fue miembro de un kibutz, estuvo 49 años en Najal Oz, antes estuvimos en el kibutz Alonim casi 10 años. Fue miembro de kibutz 60 años, 50 de ellos en Najal Oz.

P: ¿Algo más Uri que no supe preguntar?

R: Creo que preguntaste todo, gracias por esta conversación.

P: Gracias a ti. No tengo palabras.

R: Gracias, en serio, por publicar nuestra historia.

Ana Jerozolimski
(27 Noviembre 2023 , 15:57)

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