En comunidad

Mis hermanos Macabeos

Por Alberto Grille, Director de Caras y Caretas

CARTA DEL DIRECTOR

Caras y Caretas condena al antisemitismo en todas sus formas.

 


El viernes pasado me llevé una desagradable sorpresa. Al principio no lo podía creer y sentí que había sido sorprendido en mi buena fé.
 

Hace mucho tiempo que no leo todas las notas de la revista antes de publicarse y confío en el trabajo de los periodistas , columnistas , colaboradores y de excelentes y muy confiables editores, correctores y diseñadores. Tal vez sea un error, pero he tratado de respetar la libertad de conciencia de los periodistas al máximo .


Hay una estricta orden de no tocar ninguna de las notas y si parece necesario modificarlas, consultarme sin excepción a mi.
En este caso nadie había percibido la magnitud de la barbaridad que se publicó.

 Me asombra y me obliga a reflexionar.

 Antes que nada quiero decir que el párrafo final de la nota que firma Rafael Bayce es deplorable, repudiable y me averguenza.


 No la refiero ni la cito aquí por las mismas razones. Quién no la leyó , mejor así.

 Me siento responsable, moralmente muy afectado, profundamente dolorido y triste.

 Le pido perdón a la comunidad judía y más particularmente a mis amigos judíos algunos de los cuáles siento y quiero como hermanos.

 Quiero creer que Bayce no quiso decir lo que escribió, pero está lejos de ser inimputable.

 En todo caso es cosa de él, aclararlo

 Yo sólo puedo decir que desde el punto de vista editorial, Caras y Caretas es muy respetuosa del pueblo judío y de la comunidad judia en Uruguay, con la que hemos tenido una larga relación de afecto y consideración.

 En esta revista y a veces con mi propia firma hemos escrito notas editoriales sobre el holocausto, el levantamiento del Gueto de Varsovia, sobre la heroicidad de Mordejai Anielevich y sus compañeros, incluso sobre el Estado de Israel.

 He recibido en nuestra casa la visita de varios Embajadores de Israel y de algunas de las organizaciones de la Comunidad Judía . He participado en conmemoraciones de la Comunidad y me he reunido varias veces con las autoridades de la B´nai B¨rith y he viajado a Israel invitado por el Comité Central Israelita.

 Nunca he disimulado mis acuerdos y ocultado mis diferencias, particularmente con el actual gobierno de Israel y su políticas belicista en Medio Oriente .

 Pero estoy muy lejos de hacer responsable al pueblo judío de tales políticas y mucho menos a los judíos como etnia, cultura o religión. También he condenado los actos de terrorismo contra la población civil de Israel.

 No es obvio, sin embargo reiterar que la frase de Bayce es un disparate que no se puede sostener, por más que sea un profesor distinguido y un estudioso que probablemente tenga argumentos abundantes para explicar un error.

 Es harto conocido que personas de origen judío han hecho infinidad de contribuciones significativas a la humanidad en diversos campos a lo largo de la historia. Por supuesto que esto mismo se podría decir de otros pueblos, etnias, razas y nacionalidades.

 Einstein, Freud, Spinoza, Marx, Spielberg, Bob Dylan, Ana Frank, son sólo algunos de los miles de judíos que todos recordamos.

 Mucho más cercanos en la geografía y en el tiempo, nuestros compatriotas y contemporáneos Eduardo Bleir , Jorge Drexler, José Gurvich, para nombrar solamente a tres y no cometer más injusticia.

 Sin olvidar a Jesús de Nazareth.

 Los judíos han sido víctimas de la discriminación y del exterminio masivo pero no son los únicos pueblos que han sufrido genocidios, discriminación y barbaries. Imposible olvidar al genocidio Armenio o el del minorías raciales en Ruanda.

 No podemos dejar de mencionar a los indígenas norteamericanos, las poblaciones aborígenes de Canadá, las exportación como esclavos de los originarios africanos y las víctimas del colonialismo en India y China.

 Tampoco lo que está sucediendo hoy en Gaza que es también horrible.

 Ahora bien. Quiero decir además que la frase en cuestión del artículo de Rafael Bayce, ni siquiera oculta su naturaleza antisemita.

 Ni los prejuicios religiosos, ni las teorías conspirativas, ni el odio étnico racial, ni la negación del holocausto ni el antisionismo son aceptables ni argumentos de recibo.

 La discriminación y la violencia dirigidas hacia los judíos, han existido a lo largo de la historia y han tomado diversas formas

 Es esencial reconocer y condenar el antisemitismo en todas sus formas.

 La diversidad de argumentos antisemitas refleja la complejidad y la persistencia de este fenómeno a lo largo de la historia.

 La promoción de la tolerancia, el entendimiento intercultural y la educación son herramientas cruciales para combatir el antisemitismo y construir sociedades más inclusivas.

 Pero la necesidad de la argumentación y la persuasión no deben morigerar la condena.

 No hay ningún fundamento científico, biológico ni religioso válido para criminalizar a los judíos o a cualquier otro grupo étnico o religioso.

 La discriminación y la criminalización basadas en la religión, etnia o cualquier otra característica son moralmente incorrectas y violan los principios de derechos humanos fundamentales.

 La diversidad genética y cultural en la humanidad es un hecho natural, pero no debe ser utilizada como base para la discriminación.

 Es crucial reconocer y rechazar cualquier intento de justificar la discriminación o la criminalización de un grupo en función de su religión, etnia u origen.

 La comunidad internacional, organizaciones de derechos humanos y defensores de la igualdad trabajan activamente para combatir todas las formas de discriminación y promover la comprensión intercultural, la tolerancia y la paz entre los pueblos.

 En esa lucha nos van a encontrar siempre.

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2024-05-03T07:43:30-03:00