Por Fabián Álvarez – Equipo de Coordinadores de Embajadores de Proyecto Shoá
Los embajadores de Proyecto Shoá, jóvenes de Montevideo y el interior del país, son un grupo de voluntarios constituido ya hace algunos años con alumnos que han escuchado la actividad que Proyecto Shoá brinda y decidieron dar un paso contra el olvido y la indiferencia y seguir educándose en la temática y también realizar actividades de voluntariado y de aprendizaje acerca de otras injusticias e inequidades que vivimos en nuestra sociedad y en el mundo que nos rodea.
En esta oportunidad, inspirados en el Proyecto Aprendiz de Diana Wang de Generaciones de la Shoá comenzar una serie de encuentros con sobrevivientes para compartir una merienda y una reflexión acerca de su pasado, de cómo viven el presente y de que aspiran para el futuro en términos de continuar con su legado de difusión de lo que pasó, de honrar la memoria y así también a la vida. Asimismo, buscamos en esa reflexión conocer cómo quieren que sea el impacto en nuestras comunidades y grupos de lo que escuchamos y aprendimos y como eso puede llevarnos a ser mejores seres humanos porque, aunque no vivamos situaciones análogas a las de la Shoá, la vida a todos nos presenta desafíos y elegir tomar un rol activo y transformador requiere mucho coraje y ser conscientes del poder que tenemos cuando decidimos pararnos del lado correcto de la Historia.
En nuestra primera merienda tuvimos el honor de recibir a Giza Goldfarb, sobreviviente del Gueto de Varsovia. Nos contó brevemente su historia, como sus padres tuvieron que tomar la decisión de entregarla a alguna organización clandestina para que la sacara escondida en una maleta, como terminó en Uruguay con unos tíos que si sobrevivieron a la guerra y como durante más de 60 años ignoró el amor de la familia que la recibió, que aún la considera su hermana más pequeña. Narró también el rencuentro de esa familia ensamblada y del reciente fallecimiento de Danuta Galkowa, una de sus rescatadoras y su hermana católica polaca mayor, Justa entre las naciones y partisana durante la Segunda Guerra Mundial.
Luego comentó el impacto que le generó y le genera hablar acerca de lo que vivió y como fue desentrañando aquella historia de la que sus mayores no hablaban y de la que ella tampoco se atrevía a hacer preguntas.
Los embajadores y el equipo de Proyecto Shoá tuvo la oportunidad de contar sus emociones, entender más en profundidad su historia y van a escribir una reflexión acerca de este encuentro que, junto con una pequeña biografía de Giza y su mirada del encuentro esperamos sean recopilados en un libro para que todos tengamos la chance de convertirnos en testigos porque, como dijo Elie Wiesel (Z’L), “quien escucha a un testigo se convierte en testigo”.
Asimismo con estos encuentros renovamos todos nuestro compromiso de narrar siempre lo que aprendimos y lo que sabemos acerca de la Shoá para que, en un mundo tan violento y con ataques recientes a fieles de distintas religiones, pueblos e identidades, podamos ser una voz fuerte y firme de que debemos vivir en un mundo donde se respeten los derechos de todos.
