En comunidad

El Rabino Dani Dolinsky de la NCI explica el desafío especial de este Pesaj

Al igual que el año pasado, esperamos ansiosos el Seder comunitario en la NCI, en la segunda noche, que realizamos junto con Tzedaká y con Ajím Rajmónim  y también con ayuda de los mismos donantes que aportan en la Kehilá. Es que es muy importante que todo aquel que tenga necesidad, que venga y coma , o como dice en la Hagadá “kol dijfín ieshév veiojál”. Y que se pueda interactuar en comunidad ya que el Seder es para todos.

Lo preparan mi esposa Paula Suvalski y Ori Sherem .

En la NCI el concepto de lo igualitario es muy importante, el compromiso de todos. Y no es que lo vemos como una cosa de la mujer en la cocina y los varones leyendo la Hagadá sino que todo se mezcla. Se cocina con voluntarios y esta vez lo harán el domingo con Ori y Paula justamente. El valor de lo compartido es muy grande.

Este año, Pesaj no es tan saméaj, tan feliz, como solemos decir en el saludo típico de la fiesta, por todo lo que ha pasado y sigue pasando en Israel. Este año Pesaj nos convoca a algo distinto, a que no lo pensemos solamente en los términos de todos los años. Creemos que así debe ser la experiencia que compartimos con la sociedad y especialmente con la sociedad judía.Tenemos que comprender que todo lo que venimos celebrando durante miles de años, en este momento requiere que lo volvamos a pensar.

Después del 7 de octubre, creemos que no puede haber libertad sin apoyo  explícito a Medinat Israel y que hay compromisos que tenemos que asumir y que tienen que estar en el Seder de Pesaj.

Por eso hemos salido con una campaña  que en la mesa del Seder se encienda una vela amarilla y esté presente y sea para nosotros esa luz que ilumina lo que tiene ser importante para nosotros. Para que  los niños pregunten, para que los niños vengan y nos cuestionen qué hay ahí.

No necesariamente tenemos que mirar este PESAJ con  los mismos anteojos que todos los años.

Este año hay que ver cuál es nuestro compromiso con el presente y el futuro de un pueblo judío que tiene que liberarse una vez más de un nuevo  Egipto.

 

 

Estamos viviendo como pueblo momentos muy duros. Vamos a sentarnos en familia y no alcanzará con hablar sobre la salida de Egipto. Creo que es otra la convocatoria, es otra la forma de juntarnos a la mesa, es otro el mensaje que le damos a nuestros hijos y a nuestros nietos.

 

Tenemos que redescubrir que vale la pena mantenernos judíos, luchar por la continuidad. En Israel es necesario apoyar a las familias de los asesinados, los caídos y los secuetrados. Es un momento de revisionismo histórico para nosotros y no podemos hacer de cuenta que no pasa nada. 

 

Creo fervientemente que este año el pésar no es pasar páginas de un libro como es la Hagadá sino realmente tener una experiencia, tener una vivencia que junte generaciones alrededor de la mesa para preguntarnos “ma nishtaná haPésaj hazé milkól haPsajim” o sea no solamente en qué se diferencia esta noche de todas las demás noches, sino en qué se diferencia este Pesaj de todos los que nos tocó vivir a los que estamos alrededor de la mesa. Y quizás escuchemos experiencias y quizás entrelacemos generaciones, porque de ahí va a salir qué futuro vamos a construir para nuestro pueblo.

Y lo planteo así porque así lo creemos, porque es parte  de lo que debería pasar en cada mesa judía, en cada mesa comunitaria judía, y que debería atravesarnos para hermanarnos una vez más en un destino que elegimos, porque hay una parte que no elegimos, que es la parte de la tragedia que nos toca atravesar, pero el destino que sí elegimos es pertenecer con amor a este pueblo, hermanarnos y seguir de la mano juntos construyendo judaísmo significativo.

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2024-05-07T17:42:17-03:00