En comunidad

Joven presencia israelí en Montevideo

D“Damos todo de nuestra parte, pero la comunidad nos devuelve mucho más”.

Dania, Tehila y Yuval, presentan la entrevista. Cuando filmamos este saludo, se había ido ya Itamar.

Desde este diálogo pasaron ya unos meses. El contenido no ha perdido ninguna actualidad sino que se ha reforzado.

 

 

Desde hace varios años, en el marco de distintos programas organizados en Israel para reforzar el vínculo con la diáspora judía, jóvenes israelíes viajan por un año –a veces por sólo unos meses- a trabajar en diferentes comunidades judías del mundo. Es un mutuo enriquecimiento que en general supera las expectativas.

Desde agosto último hay en Montevideo 6 jóvenes trabajando en las escuelas y algunos  movimientos juveniles: Yuval, Dania, Itamar, Elroí, Tehila, Bareket, Noi y Adi Jen.

Recientemente tuvimos la oportunidad de encontrarnos personalmente con algunos de ellos y lo que publicamos hoy aquí es un resumen de lo que conversamos. Publicaremos por separado próximamente una segunda parte, con el resto. Debemos decir que este diálogo nos aportó también a nosotros. Fue un placer conocerlos.

Es interesante ver la dinámica entre jóvenes israelíes que probablemente, en Israel, podrían no haber estado en contacto por venir de entornos muy distintos…unos laicos, otros religiosos.

 

Tres marcos distintos, un solo grupo

-Yuval Levi y Dania Camhi, conocidas como “las shinshiniot” (por la sigla en hebreo referente a “año de servicio”, antes del servicio militar), están en la Escuela Integral, como parte de un proyecto de la Agencia Judía. Además. Yuval trabaja con el movimiento juvenil Betar y Dania con Hanoar Hatzioni.

- Las cuatro  “bnot sherut”en Yavne: Tehila Revivo, Noi Revivo, Adi Jen Amusi y Bareket  Albo. “Bnot sherut” son las jóvenes religiosas que por ser tales, prefieren no hacer servicio militar con varones, pero sí quieren aportar a la comunidad, por lo cual optan por el llamado “servicio nacional”, de dos años. El segundo año, decidieron hacerlo trabajando con una comunidad judía fuera de Israel.

- Y están los dos varones que trabajan en Yavne, Itamar Cohen y Elroi Salman , ambos ya más grandes, después de su servicio militar, que llegaron en el marco del proyecto “Torá miTzion”, a aportar en la  yeshivá de Yavne, aunque en la práctica hacen mucho más que eso.

 

Los entrevistados de hoy:

Dania, Tehila, Itamar y Yuval, en la entrevista
Dania, Tehila, Itamar y Yuval, en la entrevista

 

Dania Camhi (19) , hija de padres oriundos de México que se trasladaron a San Diego, nació en Estados Unidos, y vive en Israel desde el 2007, cuando la familia hizo aliá y se radicó en el país. Ella tenía en aquel momento 8 años. Hoy sus padres viven en Zijron Yaakov, no lejos de Haifa.

Su hermana ya estuvo en Uruguay en el mismo marco que ella ahora y en el 2015 y las historias sobre sus vivencias en Montevideo resultaron contagiosas para Dania que decidió seguir sus pasos.

Por su parte, Yuval Levi (18), nacida en Tel Aviv, vive con su familia en Guedera. Del lado paterno son religiosos y del materno tradicionalistas.

Itamar Cohen (24), de Efrat, al terminar su servicio militar en la Fuerza Aérea estudió medio año en la yeshiva de Majon Meir y luego viajó a Uruguay. Viene de una familia religiosa y él mismo sigue siéndolo.

 Tehila Revivo también viene de una familia religiosa de Hadera. Optó por hacer servicio nacional en lugar del servicio militar. El primer año lo hizo en servicio comunitario en el Golan y el segundo con la comunidad judía en Uruguay.

Todos comentan que se sienten “divinamente” en Uruguay, que se sienten queridos y que este año es para ellos una  gran vivencia en lo personal, como israelíes y  judíos. Pero claro que más allá de sentirse bien y “pasarla bien”-en lo cual también incide la muy buena dinámica entre todos ellos- está el sentido de la misión.

 Itamar es el primero que lo analiza a fondo. “Yo creo que el tema de la shlijut es muy amplio.Yo lo siento así personalmente. Creo que cada uno tiene que darse cuenta qué es lo que hace mejor. Así como el avión despega de la pista, nosotros podemos despegar haciendo las cosas por el camino correcto. Y yo siento que estoy completando esa búsqueda antes de despegar”.

Claro que hacerlo en un ambiente apropiado, es lo ideal. “La comunidad judía uruguaya es maravillosa. Hay mucha vivencia judía aquí, no necesariamente con gente religiosa. Pero como seres humanos, poder sentarnos a conversar , sin toparme con nadie que me hable mal de otro, es una gran cosa” agrega Itamar.

 

 

P: Chicos, es importantísimo que ustedes se sienten bien, a gusto, que hacen nuevos amigos. Pero además ¿sienten que para los judíos uruguayos la relación con ustedes también es una forma de acercamiento a Israel? Como habrán notado, la centralidad de Israel en la vida judía uruguaya es muy fuerte.

Dania: Sí, es muy notorio eso, especialmente en las  tnuot, en los movimientos juveniles.Se habla mucho de Israel, se interesan, les gusta preguntar sobre Israel, saber. No necesariamente es porque quieran hacer aliá, pero hay un cariño muy grande por Israel, un gran apoyo.

Yuval: Yo puedo  contarte sobre lo que vivo en Betar, que es la tnuá que me tocó a mí.  Yo  estoy allí con Bareket, otra de nuestras compañeras. Y sin duda, vemos que en Betar saben muchísimo. No están físicamente en Israel pero están sumamente vinculados a todo lo que ocurre. La verdad, no dejo de sorprenderme cada vez que lo veo. Siempre saben qué pasa en Israel, qué opiniones hay,  todo. Les interesa profundamente.

P: Itamar, recuerdo que cuando entrevisté por primera vez a Natan Sharansky como Presidente de la Agencia Judía, me dijo que claro que para las comunidades judías es importante que el Estado de Israel sea fuerte, pero que él considera que para Israel es no menos importante que las comunidades judías de la diáspora sean fuertes. Y no se refería al tema económico. ¿Cómo ves tú eso estando aquí?

Itamar:  Creo que es muy cierto. Y se ve en gran parte en el hecho que aquí se combinan dos tipos de mundos. Por ejemplo Yuval aporta , por decirlo de alguna manera, en el mundo secular en la comunidad, y nosotros, los que estamos en Yavne, en el religioso. Creo que la combinación entre ambas cosas crea una actitud abierta. Acá siempre se sabe que hay gente “de otro mundo”, en el sentido de vida religiosa o no religiosa.

Mira, para mí el shabat es un día especial. Yo soy religioso. Pero yo siento aquí que también quien no vive de esa forma , puede sentir el espíritu de la unidad. Creo que es algo muy importante. Yo, como persona religiosa, siento que la unidad especial del pueblo judío se siente más que nada en shabat. Claro que también puede haber gente que te diga que el tema pasa por lo familiar. Está bien, cada uno con su visión.

P: Y me imagino que te habrás topado con todo tipo de gente y situaciones.

Itamar: Claro. He conocido gente con familias normativas, gente que se ha desconectado de su familia, gente que decidió convertirse al judaísmo, gente que decidió hacerse religiosa. Y creo que tenemos que tomar en cuenta todo esto, con esfuerzo pleno por conectarnos con todos. Es lo que hacemos con Elroí, el otro sheliaj que está conmigo en Yavne, tratando de abrir la puerta y el corazón a todo aquel que necesita ayuda para conectarse, que precisa poder tender el hilo hacia el pueblo de Israel, hacia el pueblo judío. Claro que también sucede que no logramos establecer ese vínculo, pero intentamos con mucha voluntad. Creo que eso es lo central en nuestra shlijut, en nuestra misión: entablar el vínculo de unión entre el pueblo de Israel y la Torá, con la comunidad judía en Uruguay.

P: Itamar, tú y Elroí llegaron a una escuela judía que da mucha importancia a la parte religiosa, aunque creo no equivocarme si digo que la mayoría de sus alumnos no son de familias religiosas. ¿Te era importante pasar estos meses en una institución educativa religiosa?

Itamar: Me era importante estar en una institución educativa judía. No pedí en especial que sea religiosa.

P: Es interesante, porque es más que legítimo que siendo religioso quisieras llegar a un marco que resulte el más apropiado a tu forma de vida.

Itamar: Yo creo en la unidad del pueblo judío. Lo de “religiosos”  dejémoslo para la tierra de Israel. Aquí somos judíos. Tenemos que estar juntos.

Yuval: Creo que hay que decir las cosas como son. A mí me parece que es muy claro que para una persona religiosa o muy tradicionalista, es más difícil aquí que en Israel. Itamar destacó el tema del shabat, tal cual él lo vive y está muy bien. Yo en mi shlijut quiero transmitir a los chicos más sobre Israel, no sobre religión. Quiero que entiendan que no se puede dar a Israel como algo sobreentendido. Y sin duda siento que hay aquí muchísima gente que ama a Israel, lo cual me parece impresionante. Y yo quisiera que sepan que Israel tiene las puertas abiertas para ellos en cualquier momento.

Y volviendo al punto inicial que mencioné, creo que por ejemplo es bastante claro que en Iom Kipur la observancia no puede ser como en Israel.

P: ¿Te refieres a que el entorno es muy diferente? Claro que hay cosas alrededor que no pueden controlar.

Yuval: Claro, no pueden contra lo que pasa en el entorno no judío. Pero no es porque no quieran. Puede que un judío aquí, que así lo decida, no viaje en auto en Iom Kipur, pero estará expuesto intensamente a un ambiente en el que no se respeta Iom Kipur.

Te cuento que en mi casa no somos religiosos. Tengo amigas que ayunan en Iom Kipur y otras que no. Algunas están con el teléfono en Iom Kipur y otras no. Conozco de todo. Pero siento que en Uruguay hay que decidir muy fuerte tomar el tema entre las manos si uno quiere cuidar. Todo depende de lo que uno decide que quiere hacer.

Yuval con alumnas en la Escuela Integral
Yuval y Dania con alumnas en la Escuela Integral

 

Israel ¿sobreentendido?

P: Yo quisiera volver a algo que dijiste antes Yuval, y que me parece muy especial viniendo de una joven sabra, nacida en Israel: que Israel no debe verse como algo sobreentendido. Siempre pensé que el joven sabra promedio no siente que Israel podría no existir, no haber podido existir. ¿Cree que en la comunidad judía uruguaya los jóvenes entienden que hay que luchar por Israel?

Yuval: Sí, creo que lo entienden porque aprenden en los marcos en los que están, en las escuelas Integral y Yavne, en los movimiento juveniles en los que les cuentan mucho sobre Israel. Y te diré que siendo yo nacida en Israel, sabra, siento que es precisamente un proyecto como éste en el que participo aquí lo que me ha permitiendo entender que Israel no es sobreentendido. Puede ser que en Israel, antes de haber llegado  a Uruguay, no lo captaba plenamente. Lo digo sinceramente.

P: Muy interesante. O sea que sientes que es influencia de la shlijut…

Yuval: Mira, yo veo por ejemplo que aquí se celebra todas las fiestas, y me parece a veces que en Israel quien no tiene interés, puede también estar alejado de esas vivencias. Y ahí uno entiende que hace falta y que no es sobreentendido.

 

Enriquecidos

Itamar en un paseo del Yavne
Itamar en un paseo del Yavne

 

P: ¿Itamar, qué te ha significado a ti, como judío e israelí, esta misión?

Itamar: A mí me cambió mucho. Me permitió entender cosas del pueblo judío y también de los no judíos hacia nosotros. Yo muchas veces pensé que somos unos pobrecitos que tenemos que andar bajando la cabeza.

P:¿En serio? Supongo que te referís a que creías que eso les pasa a los judíos en el exterior…

Itamar: Sí, hasta que llegué a Uruguay. Yo creo que está claro que para todo judío el lugar más seguro es la tierra de Israel. Pero no es que en la diáspora viven con miedo. Los judíos aquí son exitosos. Y si deciden ir a Israel no es porque tienen miedo acá sino por el ideal de querer vivir en la tierra de Israel. No porque vean en Israel un refugio sino porque Israel es un país sumamente desarrollado , por el ideal que sienten .

Realmente es impresionante sentir el vínculo que la gente en la comunidad tiene aquí con Israel. Es impresionante. Por eso yo siento aquí que mi trabajo es intensivo y que toca a mucha gente en las pequeñas cosas de todos los días. No se trata de organizar un evento al que vaya una multitud sino de los vínculos que se establecen. Puede ser conversando con alguien de la comunidad en la calle o jugando juntos al fútbol. Y me ha pasado que a raíz de esas situaciones se da un acercamiento y también se llega a expresar interés por ir más a Yavne, por la religión…yo siento que esa es mi misión.

Israel y vida judía

P: Tehila, cuando tú decidiste hacer el segundo año del servicio nacional-que es la alternativa al servicio militar, por la que optan a menudo jóvenes religiosas- ¿cuál fue tu motivación? ¿Conocer mundo o tener una vivencia directa con el mundo judío?

Tehila: La verdad es que no me importaba tanto a qué comunidad llegar. Conocer mundo uno puede de todos modos. Para mí el tema era más que nada comunitario, poder estar con la gente, compartir la vida comunitaria judía y ayudarles a no olvidar sus raíces y su identidad.

P: ¿Qué significa para ti hacer esta misión como israelí, como judía, al conocer de cerca una comunidad que está tan vinculada con Israel?

Tehila: Siento que me fortalece mucho. Aprendo muchas cosas a las que no estaba expuesta en Israel porque como estamos tan acostumbrados a que estamos en la tierra de Israel, podemos olvidar algunos puntos básicos. Uno estudia cosas que los alumnos preguntan, o nos topamos con una pregunta en la que no había pensado y que los alumnos comentan porque justo recién lo estudiaron.Así que sin duda estoy ampliando mis propios conocimientos tanto estudiando junto con los alumnos como en la dinámica con amigos aquí.

P: Dania, estimo que tu caso quizás sea un poquito distinto porque no naciste en Israel y tus padres tampoco.¿Cambió en algo tu enfoque sobre la relación entre Israel y la diáspora, sobre la centralidad de Israel en la vida judía?

Dania: La verdad es que mis padres hicieron aliá cuando yo era chica así que no tenía ningún concepto claro sobre lo que es Israel o la vida en comunidades judías. Recuerdo-hoy me suena cómico- que de chica pensaba que en Israel no había coches sino solamente camellos. Pero bromas aparte, yo veo todos estos programas en cuyo marco jóvenes israelíes van a trabajar con comunidades, que quieren que vengamos, quieren el vínculo con Israel, y me parece algo impresionante. Veo que todos somos parte del pueblo judío. Israel somos hogar para todos y cuando estamos afuera y hay por ejemplo Beit Jabad, todos vamos. Veo que todo este vínculo es muy importante y creo que somos afortunados de tenerlo.

Tehila: Todo esto a mí me inspira un gran orgullo. La comunidad vive evidentemente en una sociedad no judía, pero no se olvidan del privilegio de ser judíos, aunque no son religiosos. Son muy sionistas, saben mucho de Israel y no tienen miedo de sentarse a aprender, a estudiar. Hicimos un día una actividad bajo el tema de “¿a qué no renunciarías jamás?” en relación a los estudios, y la mayoría contestó “historia, Shoá”. Son cosas que en Israel estudiamos desde chicos y aquí, en principio, podrían olvidarse quizás con más facilidad, pero no. Están orgullosos de su identidad, de sus tnuot,no se olvidan que son judíos. Es un gran orgullo.

Yuval: Yo me sumo a lo que ellas dijeron. La voluntad que tienen y todo lo que saben sobre Israel. Te cuento que yo estuve trabajando aquí con una alumna que hace aliá, ayudándola con la traducción del material de historia y otras cosas. Y no estudia lo mismo que en Israel. Le conté qué cosas tiene que estudiar en Israel y de muchos temas me decía que ya los sabe. Creo que los marcos comunitarios que hay, las escuelas, hacen aquí algo muy especial.

Itamar: Te cuento que antes de venir a Uruguay, yo no conocía el concepto de “conversión” al judaísmo. Y cuando llegué aquí, me pareció increíble que haya gente no judía, que un buen día decide convertirse. Tuve la oportunidad de presenciar una jupá después de la conversión, y los exámenes de la conversión y ver lo que significa para la gente. Me refiero, claro, a Yavne. Y uno ve esa conexión con el pueblo judío. Y acá nuevamente hablo más del pueblo judío, no tanto de Israel propiamente dicho. Y vi la emoción de la gente de pensar que en un rato, al terminar el proceso, será reconocida como judíos. Vi las lágrimas de los nervios antes de entrar al examen final, no porque tengan miedo a los rabinos que los examinan, sino porque les resulta algo importantísimo por la conexión que sienten. Es impactante.

P: Presenciaste esos momentos…

R: Sí, y es muy fuerte. Vi cuando salen las familias enteras, con los hijos, dicen todos juntos el “Shma Israel” al terminar la conversión. Por primera vez como judíos. Todos con lágrimas en los ojos. Es sumamente emocionante.

Hace un tiempo yo creí que el punto más alto de mi misión era haber bajado del avión y haberme abierto a la vivencia en Uruguay. Ahora entiendo que es acompañar todo ese proceso de conversión, aunque yo no lo sigo en forma personal.

Yuval: Quería comentar también algo relacionado a la conversión. Dania y yo vamos a clase de baile con un profesor que se quiere convertir al judaísmo. Lo hace en la NCI. Y uno se pregunta cómo surgen esas cosas. Es increíble. Y está estudiando hebreo. Va al Beit HaKneset. Y todo empezó porque se empezó a acercar a amigas suyas que son judías, lo empezaron a invitar a una cena de shabat , empezó a conectarse con los conjuntos de baile que hay en la comunidad, y así fue acercándose y quiere ser judío. Y a mí me maravilla.

P: ¿Y qué dice? ¿Por qué?

Yuval: Porque le encanta, le atrae muchísimo la forma de vida, el camino, los valores, y quiere ser parte. Y las clases de baile, en realidad, pasa a usar muchas palabras en hebreo, como “aját, shtáim, shalósh” para el ritmo, en lugar de “uno, dos y tres”. Y hay otra gente en la clase, que no son judíos. Es muy original.

 

 

El contacto personal

P: Cuando estábamos en camino a sentarnos acá en esta sala para conversar, Yuval y Dania se cruzaban con niños que estudian aquí en la Integral, y vi los abrazos y besos. El contacto con la gente es muy cercano ¿verdad? Me imagino que habrá muchas historias de encuentros y vínculos que se forman.

Itamar: Te cuento que acá yo lo veo mucho también a través del fútbol, que me gusta mucho.

P: Así que llegaste a un buen lugar.

Itamar: Es cierto. También en Israel me dediqué al fútbol, como entrenador. Uno de los niños se me acercó en la escuela y me dijo “te gusta mucho el fútbol ¿verdad?”. Le contesté que sí, por qué no, y me pidió si lo puedo entrenar. Y de un entrenamiento de diez minutos con Uzi, cuando faltaban segundos para la “havdalá” al terminar shabat y para la oración de “arvit”, llegamos a que le doy clases , ya estudiamos Mishna y con la ayuda de Hashem ya tenemos un grupo con otros niños.

P: ¿Uzi dijiste? ¿Uzi Gandelman?

R: Sí.

P: Qué lindo…conozco bien a los padres Néstor e Ilana. Divinos.

Itamar: Una familia maravillosa. Ya para conocerlos a ellos valía la pena llegar aquí. Así que con Uzi, con los hijos de los rabinos y otros niños de la comunidad, formamos un precioso grupo de estudios de Mishna.  Y Uzi mismo fue diciendo de cosas que quisiera aprender.Veía que yo estudiaba Mishná y él también quería. Un niño de mucho nivel. También jugamos al ajedrez. Una vez, milagrosamente, yo gané. Pero Uzi juega muuuy bien. Y también jugamos al fútbol.

Itamar y Uzi Gandelman
Itamar y Uzi Gandelman

 

P: Y para eso también hay que lograr entablar una conexión personal.

Itamar: Claro. Y Uzi tiene sus amigos, su lindo grupo, y yo lo único que hago es ir a entrenarlos cada tanto. Y cuando nos vemos los viernes, antes de “arvit” hay 10 ó 15 minutos libres, y ellos mismos dicen “estudiemos algo ahora”.Realmente me costó creer algo así. Yo no me topé en Israel nunca en la escuela con jovencitos con tantas ganas de aprender sobre la religión.

P: ¿Cómo se arreglan con el idioma?

Itamar: Ellos tienen hebreo de muy buen nivel.En Yavne se aprende buen hebreo. Sé que también en la Integral. No puedo decir en detalle de cada uno, pero creo que en general sí.

Yuval: Sí, en general se puede hablar de buen nivel.

Itamar: Y con el tiempo voy mejorando mi español.

 

En familia

P: Entiendo que al principio vivían en un departamento juntas, al menos las “shinshiniot” –en este caso Yuval y Dania- y ahora viven con familias de la comunidad.

Dania: Así es. Ahora se vive con familias y creo que es una experiencia hermosísima.

Yuval: Yo creo que es lo mejor que me ha pasado en la shlijut.Y entrar a la comunidad es mucho más fácil a través de las familias.A través de ellos se conoce a otra gente, nos hacen sentir parte, es maravilloso.Y eso también ayuda a entender la cultura del mundo judío en Uruguay. Así es mucho más fácil integrarse. Y se entablan unos vínculos que antes uno no se podía imaginar. Se convierten en tu propia familia.

P: Tehila ¿dirías que te han sorprendido las vivencias en Uruguay?

Tehila: Sí, estoy teniendo muchas experiencias de cosas pequeñas que estando en Israel no pensé que llegaría alguna vez a tocar. Una mujer de la comunidad me pidió que le enseñe a tejer porque quiere hacerle una kipá al hijo. Es varios años mayor que yo. Otra señora quiere que le enseñe hebreo. Hay todo tipo de cosas que para mí son grandes experiencias. O que entro a una clase a tocarles guitarra. Yo pensé que iba a venir, enseñar, ir a la tnuá y ya está. Pero no es así. Surgen diversas situaciones con las que uno va fluyendo.

Yuval: Se sabe que con los más chiquitos es hermoso hacer actividades. Pero yo siento que me resulta más profundo trabajar con los que son un poco más grandes, porque llegan a una edad en la que empiezan a hacer preguntas, a pensar en las cosas más a fondo.

Tehila: Yo quisiera comentar algo más. Es una gran cosa sentir que nos quieren, que todos nos abren sus casas. Me invitan todo el tiempo. Yo pensé que vendría, tendría mi casa, una familia adoptiva y ya está, pero no es así. Es un trato sumamente cálido y cercano. No sólo de los hijos sino también de los padres. Quieren escuchar más hebreo, todo el tiempo, es muy especial.

 

Una misión amplia, por Israel

P: Dania y Yuval, ustedes van a una clase de baile fuera de la comunidad. Ahí son lindas representantes de Israel.

Dania: Sí, creo que así nos ven.

Yuval: Creo que nos ven simpáticas, divertidas.

Dania: La verdad es que por nuestra misión, siempre somos abiertas y nos alegra conocer gente. Es genial, interesante y es una buena oportunidad para mostrar parte de Israel.

P: El rostro lindo de Israel.

Dania: Sí, la juventud israelí.

Yuval: Yo siento que nuestra misión no termina aquí en la Integral, ni en la tnuá ni en la comunidad sino que sale hacia afuera. Fuimos con Dania a un paseo en Perú y éramos las únicas israelíes en un grupo de 18 personas. Nos preguntaban muchas cosas sobre Israel . Y no eran judíos.Mostraban mucho interés.

 

Marcos variados

Daniel y Yuval, al frente de la Escuela Integral
Daniel y Yuval, al frente de la Escuela Integral
Adentro, con alumnas
Adentro, con alumnos

 

P: Ustedes están en marcos distintos, por un lado la escuela y por otro las tnuot.

Yuval: Quisiera destacar que es impresionante el trabajo que hace aquí la comunidad con la juventud. No creo que esto exista en muchos lados. Y todo todo muy vinculado a Israel, aunque no necesariamente para hacer aliá.

Tehila: Antes de llegar, yo no entendía tanto mi papel. Sabía que estaría no sólo en la escuela sino también en la comunidad. Y al llegar entendí que acá es diferente de otras comunidades.Yo salí como parte de un grupo de 12 chicas israelíes que fueron a distintas comunidades, muchas de ellas amigas mías, por lo cual sé qué hacen. Y esta es la única comunidad en la que dan libertad para manejar muchos temas.  El sentido de fondo es hacer todo lo que uno puede aunque formalmente no sea supuestamente parte de tu rol. Yo siento que si alguien te pide ayuda en algo, hay que ayudar. Aquí es menos estructurado que en otros lados, más libre, y eso nos hace sentir muy cómodo.

P: Se me ocurre que vale la pena mencionar otro aspecto que no está relacionado directamente a lo que hacen acá sino al marco mismo de la shlijut. Ustedes vienen de trasfondos distintos, algunos son religiosos, otros no, y quizás en Israel no habrían interactuado como aquí. Están todos juntos en un grupo como israelíes, aunque cada uno tiene su lugar, y no sé si en Israel se habría dado esta situación.

Tehila: Tenés mucha razón.

Dania: Yo en  Israel no tengo amigos religiosos. Así que para mí esto es fabuloso. Estoy conociendo otro aspecto como israelí.

P: En resumen están muy satisfechas. Hablo ahora en femenino porque Itamar se tuvo que ir. Pero está clarísimo que su resumen es muy positivo, como el vuestro.

Tehila: Baruj Hashem, muy.

Yuval: Muy satisfecha, realmente.

Dania: Yo siento que damos pero recibimos mucho más.

Ana Jerozolimski
(12 Junio 2019 , 07:18)

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