Ana Jerozolimski / Directora Semanario Hebreo JAI

Editorial

Un día terrible que confirma por qué hay que tratar de destruir a Hamas


Israel vive los peores momento desde el sábado 7 de octubre. Este lunes 22 de enero, fue la jornada más cruenta para las Fuerzas de Defensa de Israel desde el comienzo de la guerra contra la organización terrorista: 24 soldados y oficiales  cayeron en la Franja de Gaza . Primero cayeron tres miembros del cuerpo de Paracaidistas . Y luego, por la tarde, otros 21 en un mismo operativo.

Estos son todos ellos.

Y uno mira y ve allí a gran parte del pueblo de Israel, a los distintos orígenes, los rasgos variados, las comunidades…

Los tres primeros, arriba, eran los tres paracaidistas. El resto, en el incidente con más muertos en toda la guerra

 

 

Vemos a  casi toda la sociedad israelí…judíos religiosos y laicos, muchachos de Tel Aviv y de asentamientos, judíos y un beduino….como siempre.

Y el gran temor es que haya algún conocido, muy cercano o un poco menos, pero todos y cada uno son un mundo entero para quienes los aman y ya no los tendrán.

Y respiramos aliviados cuando nos dicen que Pavel, esposo de mi sobrina, está bien, que logró hacer llegar un mensaje a su familia sabiendo cuánto se preocuparían. En casa lo esperan Sarai y sus tres hijos de 6, 4 y 2 años.

Menos suerte tuvo Barak Haim Ben Walid (z”l) de 33 años de Rishon Letzion. Una familiar cercana, amiga nuestra, avisó que  él, sobrino de su hermana, era uno de los caídos. Y uno imagina lo que vivirá la familia, para la que ya nada será igual.

Bendita sea la memoria de todos.

La catástrofe ocurrió en la parte central de  la Franja de Gaza. Un proyectil RPG fue disparado hacia dos edificios en los que había numerosos soldados ocupados en la colocación de exposivos para la destrucción de dichas estructuras, usadas por Hamas como punto de observación hacia Israel. Los dos edificios se desmoronaron y aplastaron a los soldados. Además, el disparo de otro proyectil hacia el tanque que cuidaba a las tropas- por lo cual murieron los dos efectivos que se hallaban en su interior- detonó al parecer los explosivos que habían sido colocados en los dos edificios, lo cual potenció el daño. Quienes llegaron a rescatar a las víctimas, contaron que el lugar parecía escenario de un terremoto. En un primer momento se pensó que había desaparecidos, pero muchas horas después de la tragedia, ya siendo martes temprano a la mañana, se confirmó oficialmente que todos habían sido encontrados.

El operativo era de defensa, los soldados se disponían a neutralizar un sitio usado por Hamas para atacar a Kisufim.

Israel está de duelo.

Otras 21 familias destrozadas. Y dado que todos los caídos eran reservistas, cabe suponer que en muchos casos , por cuestión de edad, ya tenían sus propias familias formadas, lo cual significa que dejaron no sólo padres y hermanos desgarrados, sino también esposas y pequeños hijos.

La reacción institiva es que esto termine ya. Que se pare la guerra, que indudablemente traerás más sufrimiento.

Pero no se puede.

No porque Israel quiera vengarse de Hamas por la masacre del 7/10, lo cual de por sí sería comprensible. No se puede porque absolutamente todos los días las tropas encuentran en Gaza, por dondquiera que avancen, cantidades inconmesurables de armas, cohetes, túneles terroristas. Cientos de lanzacohetes en cementerios. En jardines de infantes…¿dónde no? Todo acumulado para ser usado contra Israel. Y el trasfondo de todo esto, el marco ideológico en el cual opera Hamas con todas esas armas, lo planteó muy claramente uno de los jefes de Hamas en el exterior Khaled el-Mashal, en una entrevista concedida este mes, recogida por MEMRI, que la tradujo y difundió.

Leamos unas ilustrativas declaraciones de Mashal, aclarando previamente que lo que él llama “resistencia” es terrorismo, ataques a Israel.

“Hemos utilizado nuestro gobierno [de Gaza] para fortalecer la resistencia con todos sus medios: las armas, la producción de armas, la planificación, el entrenamiento, y los túneles, mientras nuestras espaldas estaban a salvo. En otras palabras, no hubo coordinación de seguridad, ninguna Autoridad Palestina para perseguirnos…»

Entrevistador: «Nadie que te apuñale por la espalda…»

Mashal: «Hamás no puso sus ojos en gobernar [Gaza]. Hamás estaba buscando una autoridad gobernante que [sirviera] a la resistencia. La Autoridad bajo ocupación es un error. Ese fue el primer error de los Acuerdos de Oslo. Pero, desde entonces autoridad se ha convertido, desde 1994, en un hecho consumado. Debido a los Acuerdos de Oslo, la filosofía de Hamás cuando entró en las elecciones de 2006 era [que] queríamos subordinar esta autoridad, que ya era un hecho sobre el terreno, al servicio de la pueblo y de la resistencia, y esto es lo que pasó.»

«Tan pronto como ganamos las elecciones de 2006, capturamos al soldado israelí [Gilad] Shalit, y el acuerdo de intercambio de prisioneros fue en 2011. Esta fue una evidencia práctica de que Hamás había subordinado su gobierno [de Gaza] al servicio de la resistencia, en lugar de renunciar a la resistencia por el bien de esta Autoridad.»

Rechazamos la solución de dos Estados, que requiere que reconozcamos la legitimidad de «la entidad sionista»; Esto es inaceptable

«La gente dice ahora que la guerra del 7 de octubre abrió un nuevo horizonte para una visión de un acuerdo político. Aquí sacan su vieja ‘mercancía’ de la solución de dos Estados. Me gustaría decir dos cosas sobre la solución de dos Estados. En primer lugar, no tenemos nada que ver con la solución de dos Estados. Rechazamos esta noción, porque significa que obtendrías una promesa para un Estado [palestino], pero se te exige reconocer la legitimidad del otro Estado, que es la entidad sionista. Esto es inaceptable. Exigimos ser liberados, deshacernos de la ocupación y tener nuestra independencia y nuestro Estado. [Israel] es mi enemigo. No es mi preocupación».

Después del 7 de octubre, «el sueño y la esperanza para Palestina, desde el río hasta el mar y desde el norte hasta el sur, se han renovado»

 

Entrevistador: «¿De qué ‘Estado’ estás hablando?»

 

Mashal: «Un Estado palestino».

 

Entrevistador: «¿Qué Estado palestino?»

 

Mashal: «El consenso palestino – o casi un consenso – es que no renunciaremos a nuestro derecho a Palestina en su totalidad, desde el río [Jordán] hasta el mar [Mediterráneo], y desde Rosh HaNikra hasta Eilat o el Golfo de Aqaba.»

 

La intención es clarísima.

Recordemos que la tragedia con 21 caídos este lunes en Khan Yunes, ocurrió a tan solo 600 metros de la frontera con Israel, del kibutz Kisufim. Allí sigue Hamas buscando la oportunidad para atacar.

El precio es durísimo. Indescriptible.

Pero el precio de detener la guerra en forma permanente, sería mayor, tanto a plazo inmediato como a largo plazo, por lo que planea Hamas y por lo que significaría una decisión así a ojos de otros enemigos de Israel que observan con atención cuán firme o débil es Israel.

Un alto el fuego, inclusive prolongado, para recuperar a los secuestrados, sí, imprescindible, necesario, no se los puede dejar en Gaza. Pero renunciar al esfuerzo bélico contra Hamas eso ya es otra cosa.

Ana Jerozolimski
Directora Semanario Hebreo Jai
(23 de Enero de 2024)

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