Entrevistas

Una mirada especial a José Artigas, el Prócer de los Orientales, con la historiadora Ana Ribeiro, que parece casi haberlo visto vivir

Con dos días de retraso, celebramos el natalicio del Prócer de los Orientales

El 19 de junio se señaló un nuevo aniversario del natalicio de Artigas, ícono de la historia nacional.

Nos parece una singular forma de homenajear la memoria del Prócer de los Orientales, conociendo las distintas dimensiones de su personalidad y su accionar político, un tema sobre el que la historiadora Ana Ribeiro, actual Subsecretaria de Educación y Cultura, ha investigado y escrito mucho. Por eso le pedimos que comparta connosotros su análisis, su mirada, producto de su estudio de libros y documentos. 

Esta nota, que ya fue publicada tiempo atrás en la edición impresa de Semanario Hebreo, nos permite ver en Artigas no sólo a la figura simbólica del líder sobre el que todos aprendimos en la escuela, sino también al ser humano, al hombre.

 

P: ¿Qué Artigas conociste tú, Ana Ribeiro la historiadora, la investigadora, que el ciudadano uruguayo promedio no conoce porque no llega más allá de lecturas comunes sobre el tema, quizás sólo en la escuela y el liceo? O sea...¿qué puede conocer quien se adentra a fondo en Artigas?

R: Lo que la lectora de libros sobre Artigas conocía, eran las elaboraciones , que son siempre muy atentas sobre todo a los aspectos políticos, sociales hasta por ahí nomás, que es el gran debe que tenía nuestra historiografía hasta la década del 80 y 90. Luego hay una renovación historiográfica importante, dentro de la cual modestamente creo inscribirme, que es buscar más atentamente a los que rodean al gran hombre.  Y esa es una de las cosas que yo encontré.  Es lo que Barrán llamaba “el conducido”, o sea no el conductor sino el conducido…El que es atento a lo que le dicta la gente de su tiempo y por lo tanto refleja el sentir colectivo.

Luego, al ir a la documentación, al leer morosamente  todo el archivo Artigas del derecho y del revés, más todo lo que no está ahí y lo vi en otros archivos, ahí sí te llega casi la certeza de que conocés carácter, ánimos, dolores, pasiones…

P: A eso justamente iba…

R: Sentís que le adivinás por la forma de escribir, por las expresiones, el enojo, la ira, el desencanto, la pena..es una cosa muy emotiva, muy tocante.

P: Es una forma de darle vida…. ¿Cómo era Artigas? ¿Cómo trazarías su perfil, como hombre?

R: Cuando comienzan esos diez años de vida pública , que son los que más conocemos, o sea cuando se pone al frente del proceso revolucionario, es un hombre maduro, experiente, con un fogueo muy importante en el interior, en la gente del campo, muy buen conocedor de los paisanos que lo rodeaban, un hombre con fuerza física y fuerza espiritual, un hombre con convicciones , con una personalidad que imantaba todo a su alrededor, muy fuerte, que concitaba la atención de hombres y mujeres …Tenía ese encanto personal del que es bueno en las tareas del campo, rodea bien, enlaza bien un caballo, es valiente, baila con gracia, toca la guitarra, seduce a una muchacha..Eso inefable que hace a las personalidades  atractivas. Un hombre vivido, no un hombre del libro ni de la gran lectura, pero sí un hombre informado de su tiempo, un hombre práctico, un hacedor…

Artigas siempre la acompaña

 

P: Y un idealista  ¿no? Las Instrucciones del año XIII pueden salir sólo, realmente, de ideales muy puros, de convicciones profundas…

R: Sí…pero no me gustaría que en la respuesta quede que las Instrucciones salieron sólo de sus ideales..porque salieron también de su época.  Y él es un hombre de su época. Salen de un momento de ampliación del mundo político, yo te diría de inauguración de la política colectiva, porque hay una diferencia muy grande entre un ciudadano y un súbdito. Un súbdito sólo obedece, un ciudadano participa, cree que su opinión importa, la tiene, la da, se hace sentir, reclama lo que le corresponde. El súbdito tenía instancias y espacios para los reclamos, pero no es una pieza clave en el hacer político, de hecho la política como la entendemos en el mundo moderno comienza entonces, las revoluciones -no hay que olvidarlo- fueron de modernidad política. La mayor virtud del súbdito  era la de ser leal al Rey, mientras que  la virtud del ciudadano, es ser leal  a la propuesta política, que en caso de Artigas y el artiguismo, es la República.

Entonces, es mucho más proactiva la actitud del ciudadano .Estábamos en la época en la que todo el mundo experimentaba la inauguración de un espacio  político nuevo, de participación ciudadana. Y en ese sentido él recoge todo lo que en esa época bullía por las calles. Es en la condición de ciudadano, la  voz republicana que oía  gente que quizás no tenía mayores lecturas ni mayores definiciones políticas, pero sabía que aquello le quería decir que había que ir contra los mandones de turno , fueran como fuera. Y eso era un llamado a la acción, a subirme al caballo e ir con una lanza a ofrendar la vida y conseguir lo que sea.

Las Instrucciones nacen en ese marco, en el marco en el que aún el enemigo que tenía enfrente  estaba sancionando la Constitución de Cádiz de 1812, que es liberal y que entre otras cosas dice “la soberanía reside en la nación”. No en el Rey. Y la nación somos todos, es la sumatoria de todos los ciudadanos.

Ese es el momento.

P: Y de ahí sale “la soberanía emana de vosotros y cesa ante  vuestra presencia soberana”, entre tantas otras sabias enseñanzas de Artigas.

R: Exacto.

P: ¿Te parece lógico que uno se plantee por qué es el Prócer de los Orientales si él no quiso el país independiente que es Uruguay? ¿Es legítimo plantear la pregunta?

R: Es legítimo que se plantee la duda historiográficamente, para que quede en la respuesta al descubierto el proceso de apropiación que hace este país de Artigas  como su héroe fundacional, su “pater” fundacional.  Un “pater” es una imagen ideal que elabora un colectivo y que utiliza  como referente. Es lo que Max Weber llamaba un “tipo ideal”. Una lectura ideal de situación.  Un estereotipo que guía. El prototipo ideal que Artigas encarna es el de un “pater” de una nación aferrada al igualitarismo social como una cosa a  conseguir, a sus libertades, a su noción de legítimo nacimiento y a su forma organizativa republicana.

Esa elaboración de “este es nuestro héroe”.. comenzó con la tesis de Gonzalo Ramírez  que señala entre otras cosas, en el fracaso está exactamente la medida de lo que Artigas es. El quiso una federación que no logró y al fracasar el proyecto que no pudo llevarse a cabo, en el achico de este proyecto está exactamente la dimensión del Uruguay que finalmente conformó.

Pero desde esa postura, una de las primeras a leer correctamente el fracaso, al héroe que tiene en la derrota la máxima virtud moral, hay una elaboración colectiva de larga data. Pasamos de una leyenda negra a una leyenda dorada,  y hoy a una relectura atenta de cómo fue que elaboramos esto. Y esto no implica que vayas a renegar de él sino entender por qué, legítimamente lo construimos colectivamente como el héroe nacional del Uruguay.

P: ¿Pero no choca pensar que él no quería una Banda Oriental independiente?

R: Que no la quería no quiere decir que la rechazara…no se le había ocurrido..

P: No era la fórmula que defendía…

R: Bueno, a mí no me choca..hay gente a la que sí…Esto no existía…La tendencia de tratar de hacer ver que existimos desde antes de existir , es una actitud legitimatoria porque cuanto más  antigua es una cosa parece que más razón de ser tiene..Pero el Uruguay tiene  menos de 200 años, que se supone que tiene como vida independiente. ¿Por qué él tenía que ser partidario de una cosa que no había visto nacer? Que tú y yo nos sintamos uruguayas , tú viviendo en Israel y yo sentada en Montevideo, es natural. Pero él ¿por qué tenía que sentirse uruguayo cuando no fue parte de un Uruguay que aún no existía?

P: Pero entonces..¿por qué lo vemos a él como  máximo referente del Uruguay, su prócer nacional, el padre de la nación? El ni siquiera llamó a la Banda Oriental de “Uruguay”…porque eso, como ya dijiste antes, no existía entonces…

R: Al Uruguay lo "forjamos" a lo largo del tiempo, porque no nació de un día para el otro tal y como lo conocemos hoy, sino que paulatinamente se apoderó (en el sentido de verdadero control) de su territorio; paulatinamente construyó su democracia, fortaleció sus instituciones, consolidó su opción republicano, educó a su ciudadanía para administrar ambas, república y democracia. De la misma manera se fue apropiando de su héroe, le fue dando un lugar en el relato de la nación, en la elaboración del calendario patrio y de la simbología de la nación. Uruguay "uruguayizó" a Artigas, lo convirtió en su héroe nacional, cuando su accionar, en realidad, desbordaba el mapa del Uruguay actual. Eso sí, al circunscribirlo al Uruguay le dio -en nuestro país, en nuestra historia nacional- una centralidad absoluta. 

P: Tú me comentaste en otro momento que para entender la historia, hay que verla también como un cuento con sus personajes, entenderlos…y así ir captando la trama…¿Cómo le explicarías a un niño de escuela por qué el Artigas al que le enseñaron a admirar como héroe de la patria, nunca volvió  al país y murió tan lejos?

R: Le diría con franqueza que no volvió porque él consideraba que era un "hombre muerto": que eso significaba que ya no tenía el poderío que había tenido en el pasado; que la política y sus actores nuevos no le permitirían volver a ser el personaje determinante que fue. Le diría que hay grandeza en Artigas al entender eso y -a la vez- no perder el gusto por la vida,  plantar la tierra, criar animales. Le diría también que él estaba muy agradecido a Paraguay por lo que  le había dado: la posibilidad de sobrevivir, el raro lujo de poder morirse de viejo, en una época tan feroz y habiendo sido un jefe revolucionario que desafió a España, a Buenos Aires y a Portugal. 

P: ¿Qué le debe Uruguay a Artigas? ¿Y hay algo de lo que hizo, de lo que fue, que no sabemos destacar lo suficiente?

R: No me gusta pensar en términos de "deuda" porque parece una falta y este país le rinde a Artigas un culto muy superlativo, que no coincide con la idea de "deuda". Artigas le dio a Uruguay la figura  referencial, política y moralmente, del "pater": es un guía del deber-ser, de la idealidad superior  sobre la comunidad que somos. No creo que eso tenga precio, por eso más que de "deuda" diría que Artigas  tienen una cuenta corriente abierta en Uruguay, en la que siempre, cada generación, deposita sus esperanzas.

P: ¿Te animarías a comparar entre el Artigas que imaginabas cuando eras una niña de escuela o quizás ya más grandecita en el liceo, y la figura que conocés hoy después de años de investigación histórica?

R: Aquel era un señor adusto y perfecto, que decía únicamente frases solemnes. El que conozco ahora ríe y se equivoca a veces; dice "por Dios" cuando está enojado, envejece en silencio y le faltan dientes y pelo al llegar al final, pero tanto aquel de mi infancia como el Artigas que no ceso de estudiar  hoy, me producen la misma sensación: un hombre grande, vital, que marcó a su tiempo. 

P: ¡Qué hermosa respuesta Ana! Me resulta especialmente emotiva y humana..Y con el estudio y la profundización…¿se agranda la figura de Artigas? ¿ Se entiende cabalmente por qué es el símbolo máximo de los orientales?

R: Se entiende, pero como ejercicio de interpretación historiográfico; se entiende, pero eso no impide que se analice ese símbolo, que se “deconstruya” el proceso de creación del mismo, que - al hacerlo- se aprenda mucho sobre Artigas pero también sobre nosotros, los uruguayos del presente. 

P: Muchísimas gracias Ana por tu tiempo y por compartir con nuestros lectores el producto de tanto estudio que has dedicado al Prócer que todos admiramos desde chicos…pero que no todos saben tanto como tú el por qué.

R: Gracias a ti Ana.

Ana Jerozolimski
(21 Junio 2021 , 03:11)

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