Mes de la Mujer 2019

Los nuevos desafíos de la periodista Mónica Bottero en la política.

“Es una profesión que injustamente ha caído en descrédito”. Incursiona en ella para sacarle la carga negativa.

Mónica Bottero seguramente no necesita presentación. Al menos entre quienes se han interesado en las últimas décadas en periodismo de nivel en Uruguay. De su larga carrera seguramente siempre se hablará en especial de sus años como Directora de la revista “Galería” de Búsqueda, aunque ese no fue el último eslabón en el camino.

Mónica tuvo la honestidad intelectual de analizar errores en el camino ideológico que había tomado muy de jovencita, cuando pasó inclusive un tiempo en Cuba y comprendió que su camino era otro.  Y ahora, el cambio es no menos dramático, al dejar el periodismo y comenzar a marchar por los caminos de la política nacional, en el marco del Partido Independiente .

En el marco del Mes de la Mujer, conversamos con Mónica. Como siempre, un placer escucharla.

Foto de la pantalla de tv en un noticiero en el que entrevistan a Mónica Bottero
Mónica Bottero entrevistada en Subrayado sobre su cambio, del periodismo a la política.

 

 

P: Mónica, es un gusto volver a conversar contigo. Te entrevisté por primera vez años atrás, cuando eras aún directora de “Galería” de Búsqueda. Como todos saben en Uruguay, te has destacado muchísimo en periodismo, no sólo llegando a  posiciones importantes, sino que también ganándote gran aprecio de tus lectores y siendo considerada por ello una periodista influyente. ¿Por  qué llega un momento en el que decidís dejar eso y cambiar de rumbo entrando en la política? Concretamente, recordemos, al Partido Independiente encabezado por el Senador Pablo Mieres. Imagino que no es por cansancio del periodismo sino por aportar desde otro lado...

R: Sí, esa es la idea. A mí  me gustan los desafíos, cuando uno de alguna forma va contra la corriente, pero no por ir, sino porque ve que quizás puede aportar una experiencia cuando ve que la corriente está yendo para un lugar que no le parece bueno para la comunidad en la que vive. En estos momentos hay un descreimiento muy grande en la política y en los políticos y me parece que esa imagen que se tiene no es justa. Por un lado, por políticos que no hicieron lo que debieron, o que hicieron lo que no debieron y con ello se califica a todos los demás.

Por otro, porque hoy las sociedades en su conjunto, también en Uruguay y en América Latina, están mucho mejor que hace unas pocas décadas y eso hace que la gente tenga mayores exigencias y expectativas para su propia vida; y eso implica que pueda exigirle más a los que tienen que gestionar su comunidad, su país. Hay  muchas mejores formas de comunicarse e informarse sobre lo que están haciendo con su dinero y sus intereses. Eso ha aumentado decididamente las expectativas sobre los políticos y sobre la democracia como tal. Me parece que injustamente es una profesión que ha caído en descrédito. Modestamente, los que podemos y pensamos que vale la pena, incursionamos en ella para decir que podemos sacarle la carga negativa.

P: Y no sentís que “abandonás” de todos modos el periodismo…

R: No. Para nada. En Uruguay está surgiendo una generación de periodistas muy buenos, muy jóvenes, con muchas ganas de investigar, de hacer las cosas bien, aún yendo contra la corriente, porque la situación de los medios por todos estos cambios tecnológicos que estamos teniendo es tremenda. Ellos se están poniendo los medios al hombro para dignificar la profesión. Entonces, creo que ahí ya aporté lo que tenía que aportar y me parece que la nuestra es una profesión en la que hay que ser joven, hay que tener mucha energía, y en Uruguay sobra la gente con energía y con ganas de hacer buen periodismo, y quizás no tanto la que se quiere meter en la política. En general los profesionales que podrían aportar muchísimo más que yo, sin duda, ingenieros, contadores, abogados, que se necesitan en la política, con buen nivel, la evitan, porque es una fuente de problemas, porque si lo hacés con honestidad vas a perder plata, por un montón de motivos. Es una actividad que se está evitando por un montón de motivos.

Reporte televisivo sobre el cambio de Mónica Bottero

APRENDIZAJES

P: ¿Qué te parece que te llevás contigo de tus años de periodista a la política? ¿Qué aprendiste en el periodismo que te puede servir en este nuevo mundo?

R: Yo empecé tan joven que mi vida de adulta, mi forma de ver el mundo, creció conmigo ejerciendo la profesión. Tuve todos los privilegios que se tiene, como siempre nos enseñó la escuela de Búsqueda, de Danilo Arbilla, de Claudio Paolillo , de tantos otros colegas. Uno usa el privilegio para poder informarle a los otros, no en beneficio personal. En ese privilegio de trabajar para contarles cosas a los otros tuve muchas satisfacciones, conocer a personas que hicieron historia, entrevistar a gente que admiré, o que no admiré pero pude entender, por supuesto conocer a todos los principales dirigentes políticos que construyeron la democracia que se recobró en Uruguay, poder viajar a lugares a los que nunca hubiera viajado.

P: Entre ellos Israel.

R: Ni hablar,  por supuesto que a Israel, que para mí fue un viaje muy muy especial por todo lo que descubrí, tanto de la cultura judía, que me dediqué a estudiar a partir del viaje, como de mis propias raíces cristianas…

P: Recordame cuándo fue ese viaje

R: En marzo de 2010, fuimos un grupo de periodistas editoras y directoras de revistas de América Latina. Ahí conocí un montón de lugares, no tantos como hubiera querido porque no estuvimos demasiado tiempo. Estuvimos básicamente en Tel Aviv y Jerusalén, pero fuimos a otros sitios bien cercanos, aunque en Israel, la verdad, todo lo es.  Conocimos aspectos de la cultura de Israel en los que uno no piensa, como el mundo del diseño, de la cultura, del teatro, la gastronomía… Por supuesto que visitamos Yad Vashem, yo misma hice un viaje a Galilea por mis propias raíces cristianas… Fue realmente maravilloso.

 

LA POLÍTICA, TAMBIÉN GENTE CON BUENAS INTENCIONES

P: Venías contando sobre las cosas que te llevaste del periodismo a este nuevo mundo de la política.

R: Te diré que una cosa que no sé si viene de familia o del periodismo es aquello de que ni los buenos ni los malos están todos en el mismo lugar. En todos lados hay debilidades, hay personas con mejores intenciones que otras, que siempre se puede conversar con el que piensa distinto en un marco democrático y de respeto hacia el que piensa diferente. La idea de que la política es una actividad noble para servir a los otros, también si uno la disfruta, porque si a uno no le gusta o no le interesa… Nadie lo debe hacer por obligación, creo que tiene más cosas ingratas que privilegios, más ahora, en unas sociedades que están muy vigilantes de que nadie se aproveche de esos privilegios, y eso me parece muy bien.

P: Antes mencionaste la injusticia de ver a todos los políticos desprestigiados. Yo siempre pensé que en distintos partidos siempre hay gente que realmente lo que quiere es cambiar las cosas para bien por el beneficio de los ciudadanos todos.¿Por qué optaste por el Partido Independiente (PI)?

R: Para explicar el primer motivo tengo que ir varios años hacia atrás. Hace muchos años, nos  habíamos ido con Claudio (Paolillo) y un grupo de colegas del diario El Día a sacar un diario nuevo que fracasó al mes, y nos quedamos todos sin trabajo y justo eran las elecciones del 84, cuando se eligió el primer presidente de la democracia. Ese fue el único momento en mi vida en el que milité, y lo hice en la lista 99 del Frente Amplio (FA), porque tenía una gran admiración y un cariño personal por Hugo Batalla, a quien siempre admiré muchísimo porque era una persona del pueblo, igual que mi familia, venía de La Teja, como mi papá, un barrio humilde, fueron los dos hijos de obreros inmigrantes y lograron un título universitario, lo cual implica un Uruguay, una moral y una vocación por mejorar que traían nuestros inmigrantes que yo la admiro. Es una cultura que quizás se ha perdido un poco en Uruguay.

 

P: Irradiaba integridad…

R: Exacto.  Fue una persona muy solidaria durante la dictadura, cuando nadie se animaba a defender a presos, incluso innombrables como Sendic o Seregni, él fue su abogado, y a pesar de que disentía -sobre todo con el movimiento Tupamaro, tuvo enormes discrepancias-, cuando había que meterse a un cuartel él lo hacía. Después con el FA, cuando tuvo que manejar sus discrepancias las planteó, y cuando se fue al Partido Colorado lo insultaron y lo trataron de traidor, un montón de cosas. En el medio él formó un partido que duró muy poco tiempo, el Nuevo Espacio, ahí estaba toda la gente que se había ido del FA con él porque no estaban de acuerdo con un montón de cosas de la izquierda, que tenía mucho de la Unión Soviética. Creo que era un tipo de izquierda, con la que los que vivimos bajo la dictadura no deberíamos coincidir. Y esa gente  que se fue con él es la que hoy forma el PI.

 

P: Historia y presente que se juntan.

R: Exacto. Es gente con la que yo he coincidido en la forma de ver el mundo desde siempre. Además, me siento muy cómoda con la forma de ver y de hacer política que tienen Pablo Mieres, los otros tres legisladores del partido y todos los dirigentes. Es gente de clase media, profesional, que trabaja, que no está ahí por conveniencia ni por cargo ni por dinero, sino por convicción, para crear un espacio de centro izquierda, de izquierda democrática.

P. Pero esto no quita que el paso que hayas dado sea realmente dramático, cambio total de tipo de vida.

R:  Yo nunca en mi vida había pensado en dedicarme a la política, fue Pablo el que me convenció, porque dije que quería hoy en día alguien que pudiera ser una figura femenina para el partido y que podía de alguna forma reforzar la democracia y ayudar con ese descrédito [de los políticos]. Pertenecemos un poco todos a esa misma generación, los que hoy dirigen el PI, a la que empezó la vida política con el fin de la dictadura, entonces tenemos una forma de ver las cosas que es muy particular, porque vivimos la dictadura y la construcción de la nueva democracia.

P: Y no te molesta que sea un partido chico…sino sus principios.

R:  No me importa que sea un partido minoritario, me importa lo que hacen con eso, con lo poco que tienen de representatividad en este momento. Un ejemplo:  Pablo Mieres tiene 100% de asistencia a las sesiones del Parlamento. Eso te da la idea de cómo se toma las cosas. Tanto él como el resto de la bancada de diputados. Son esas cosas que hoy la gente le pide a la política: ética, transparencia, honestidad. Ellos son chiquititos pero son los que yo siento que me representan y cómodamente puedo defender cualquier aspecto de su actuación porque coincido con ellos.

 

LA MUJER EN LA POLÍTICA

P: Hablabas de una figura femenina y eso me lleva a preguntarte cómo ves el rol de la mujer en la política en Uruguay. Suele decirse que la mujer está sub representada en la política y yo me pregunto si siempre es cuestión de un enfoque discriminatorio o machista o si simplemente la mujer también tiene otras opciones…¿Cómo lo ves?

R: Evidentemente la mujer está sub representada en la política uruguaya, y eso no me parece que sea bueno en una sociedad, porque la multiplicidad de voces, sobre todo de la mitad de la población, es importante, porque tenemos realidades e intereses distintos y está bueno que eso quede representado en los organismos de decisión. Uruguay, como otros países, está muy atrás. Acá fue muy discutida la ley de cuotas. Pero si no se hubiera puesto esa cuota, que a nadie le gusta, porque la discriminación positiva nunca es una medida simpática, quizás la situación sería peor todavía. En todo el período democrático, en los últimos 34 años,hubo muy pocas mujeres al principio. En la primera  no había ninguna mujer titular, en la segunda creo que hubo cinco o seis, después hubo diez u once… Si seguíamos a ese ritmo íbamos a estar en 2100 y no íbamos a tener ni 30% de mujeres.

 

PUNTOS EN COMÚN

P: ¿Dirías que hay cosas que te unen a mujeres de otros partidos, por el simple hecho de ser mujeres?

R: Yo tengo una amistad de hace 30 años con el grupo que fundó lo que se llama la bancada femenina, que son las primeras que trabajaron por este tema, cuando no estaba de moda, como dice una amiga mía, en una época en la que quedaban solas por reivindicar estos derechos… son Margarita Percovich, Beatriz Argimón, Glenda Roldán, Mónica Xavier, Marta Montaner, que falleció hace poco, su hermana Susana… Todas esas mujeres trabajaron, trabajamos mucho, un grupo de periodistas, juezas, activistas sociales, que estamos juntas.

 

Compartiendo intereses con mujeres diversas, amigas
Mónica Bottero con integrantes de “mujeres de negro” y Selva Andreoli, que será la candidata a Vice por La Alternativa, la coalición que formó recientemente el PI con otros tres grupos chicos.

 

P: Las mujeres solemos hablar de la importancia de la relación con amigas…Entiendo que también allí se puede dar.

R: Para empezar, mi mejor amiga del alma es la presidenta del directorio del Partido Nacional, Beatriz Argimón, a nosotras nos gusta hoy mostrar esa relación, porque eso significa que uno en Uruguay puede tener un amigo del alma y no necesariamente por eso votar igual o pensar igual, puede ser parecido, hay cosas básicas en las que estamos de acuerdo, pero no necesariamente, y podemos seguir siendo amigas. Esa es una primera idea que me gustaría transmitir. La otra es que, justamente, la ingeniera Carolina Cosse o la senadora Verónica Alonso son mujeres que no tienen una tradición de defensa del lugar de la mujer en la política, y sin embargo ellas…

 

Dos mujeres abrazadas sonrientes
Mónica Bottero y Beatriz Argimón

 

P: No ha sido un tema en la política para ellas.

R: No, pero ellas, justamente, son un producto, están en el lugar que están porque antes vinieron otras que reivindicaron el derecho de la visibilidad de mujeres y la necesidad de que participaran, entonces no importa lo que ellas digan, nosotros sabemos, o creemos, opinamos, que están en donde están porque se generó una cultura de aceptar que haya mujeres en lugares de decisión, importantes. Estoy convencida de que sin en este movimiento previo el presidente Tabaré Vázquez nunca hubiera pensado en una mujer como ministra de Industria. Creo que la ingeniera Cosse eso lo tiene claro.  Hay cosas en las que estamos de acuerdo, por ejemplo, en que no puede suceder que se siga matando a una mujer por semana en Uruguay por su sola condición de tal, sea una pareja, una ex pareja, un familiar, por el propio vínculo que se genera de poder se generan hechos de violencia que terminan en muerte. En eso creo que todas estamos de acuerdo que hay que ocuparse, que hay que hacer visible que el tema de la violencia doméstica es de toda la sociedad, no como antes, que estaba aquella cultura de que cada casa tiene sus propias reglas y no hay que meterse. Y son varios los temas relacionados a problemas sociales y económicos en los que concordamos todas.

 

LLEGAR EN MEDIO DE LA GRIETA

P: Se me ocurre que decidiste entrar a la política en un momento especialmente duro, en  un Uruguay muy dividido. No solo de la situación política, de la grieta, casi dos países, por el tema socioeconómico… La sensación es que hay muchas cosas que cambiaron para mal en ese sentido.¿Qué te parece?

R: Sí, lamentablemente es así. Nosotros también en muchas cosas somos un reflejo culturalmente de la sociedad argentina, que sufre la famosa grieta, consecuencia de un gobierno populista, con un discurso muy peronista que tradicionalmente fue “ellos o nosotros”, siempre necesitaron de un enemigo para crecer, para ser importantes, al que echarle la culpa. Esto pasa en la Venezuela de Chávez y Maduro, pasó en Cuba -donde yo viví, lo conocí muy bien-, en estos gobiernos populistas encabezados por personajes que necesitan todo el tiempo justificar las barbaridades que hacen, echándole la culpa al otro, al enemigo.

P: ¿Pero estás comparando eso con Uruguay?

R: Me parece que en Uruguay, a pesar de que tiene una cultura distinta y de que nunca llegamos a esos extremos, por más que la izquierda en el gobierno ha respetado la democracia y un montón de cosas que no se respetaron en otros gobiernos de signo parecido que hubo en América Latina, se ve que hay por un lado los que de alguna forma defienden al FA y por otro la oposición, con grandes diferencias, o por lo menos con tonos distintas.

P: Eso es natural.

R: Cierto. Claro que dentro del FA también los hay, una cosa es lo que defienden Mario Bergara o Astori y otra el Partido Comunista, el MPP, los ex Tupamaros, hay de todo ahí. Pero sí, hay dos grandes bloques y me parece que hay que construir algunos puentes entre esos bloques, porque por lo menos lo que indican ahora las encuestas es que el que gane lo va a hacer con una diferencia muy pequeña y va a necesitar gobernar en acuerdo con los demás, o con algunos de los demás. Es necesario que se mantenga el diálogo, el tono, porque después cómo se hace si no para construir diálogo, ¿no? Va a ser una gran prueba para la democracia uruguaya la que se va a tener que dar este año.

 

Y EN TONO PERSONAL

P: Mónica, yo nunca me olvido lo que me dijiste cuando te entrevisté años atrás por primera vez, al preguntarte qué es para ti una mujer realizada y feliz. No te cito literal, pero el espíritu seguro era que eso no pasa por cargos formales y títulos sobre la pared, sino por la sensación de felicidad y satisfacción por el camino elegido con que vive una mujer. Si está plena con lo que hace y la vida que eligió, será feliz.  ¿Seguís pensando así?

R: Por supuesto. Yo  pertenezco a una corriente del feminismo que lo que hace es pedir oportunidades para que las mujeres puedan hacer lo que quieran, lo que está a su alcance razonablemente, pero eso incluye la opción de ser ama de casa y madre. ¿Cómo se mide el éxito? Yo creo que al final del día el éxito siempre se mide en cuán felices estamos y nos sentimos con nosotros mismos y con los que nos rodean, eso no hay dinero que lo compre, que una mujer “realizada” puede ser una mamá que está en su casa con sus hijos y también una súper ejecutiva, si eso es lo que la hace feliz y sentirse bien consigo misma. El problema es que esa es una idea que no fue posible para las mujeres hasta hace muy poco tiempo. La inmensísima mayoría de las mujeres en el mundo no podía decidir lo que quería hacer porque tenía un destino marcado o unos impedimentos, en algunos casos legales y en otros, culturales.

 

P: Y hablando de mujeres felices con lo que hacen…contame un poco de tu familia y cómo has maniobrado a lo largo de los años entre tu casa, tu trabajo, q ue  siempre fue demandante por las posiciones a las que llegaste en periodismo.Y ahora  en política también lo será.

R: Si, no fue fácil, pero fue mucho menos difícil en comparación con otras mujeres. Primero porque mi pareja con quien hoy es mi marido, desde que me encontré con él, hace 19 años, respetó quién soy, a qué me dedico y qué me gusta hacer. No solo lo respetó sino que también lo apoyó incluso en situaciones difíciles, como cuando tuve que decidir dejar Búsqueda, que era una fuente de estabilidad en mi casa. Por otro lado, nunca quise ser una madre ausente para mis hijos, que tuvieron sus dificultades y demandas especiales durante su infancia, y eso me hacía estar en un malabarismo permanente. Pero siempre siendo consciente de que todo era fruto de mi elección, entonces eso te lo hace menos pesado. Yo quería ser periodista y trabajar en el lugar en el que trabajaba, me gustaba y me hacía feliz, pero nunca hubiera sido feliz del todo sin construir una familia, también elegí tener los hijos que tuve, no es que vinieron por mandato de nadie ni por rebote de nada…

Mónica Bottero y su familia
Mónica Bottero con su esposo y sus hijos, feliz en familia, en una foto de hace aproximadamente 3 años. Sus hijos Andrés y Juan, hoy de 17 y 14 años respectivamente. Y su "hija ganancial", Ana, hoy de 30 años, de su esposo.

 

P: ¿Cuántos tenés y qué edades tienen?

R: Son dos varones, Andrés tiene 17 y Juan  14. Se ve que todo el trabajo que dieron en la infancia me lo ahorraron en la adolescencia. Están pasando unas adolescencias muy buena, dentro de lo normal. Estamos todos disfrutando mucho con ellos. Son chicos inteligentes, interesados en lo que hacen sus padres. Mi  marido es músico y a ellos les interesa, tienen grandes conversaciones sobre ciencia y cosas que les interesan a ellos. Eso hace también que sea un disfrute.

P: ¿Están orgullosos de su mami?

R: Creo que sí, hay uno que está acá al lado escuchando la entrevista y cada tanto me hace como que me palmea la espalda, como diciendo: “vas bien, vas bien”.

P: Genial el solo imaginarme la escena. Mónica…¿alguna  otra cosa que quieras agregar?

R: No, no, me parece que tocamos todos los temas y me encantó conversar contigo. A través de ti me gustaría saludar también a toda la comunidad judía uruguaya en la que tengo tantístimos amigos, y por la que siento tanta admiración.

P: Me encanta pues ser portadora de tal mensaje. Gracias mil Mónica. Y que sigas cosechando éxitos, ahora en la política.

R: Muchas gracias Ana.

Ana Jerozolimski
(24 Marzo 2019 , 19:27)

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