Queridos amigos, no será la primera vez que nos veremos sorprendidos ante la actitud israelí, frente a los desmanes cometidos por Hamás y la Yihad Islámica, en contra de civiles israelíes.
Hamás, más que Israel, ha estado proclamando que un acuerdo de “alto al fuego” está avanzando exitosamente entre las partes, gracias principalmente a la mediación egipcia. Lo increíble es como entienden los palestinos al “alto al fuego” con respecto a sus obligaciones, ya que, según mi criterio, estoy viendo cosas asombrosas sin lograrme una explicación racional del por qué, el gobierno de Netanyahu lo acepta.
Efectivamente, estamos viendo que el permanente lanzamiento de globos incendiarios, desde Gaza al sur de Israel, han continuado ininterrumpidamente. Los incendios que estos globos provocan, son realmente importantes, quemando miles de hectáreas de bosques naturales y plantados. Siembras a punto de ser cosechadas, se ven consumidas por estos devastadores fuegos y, dada la capacidad de perfidia por parte de descontrolados gazatíes, ahora están lanzando globos más sofisticados, los cuales, provistos de cables especiales, logran ir desparramando fuego en su volar, desde Gaza a Israel, provocando así, múltiples incendios.
Para la dirigencia de los terroristas de Hamás, esto no constituye violación al supuesto “alto al fuego” y, lo peor del caso es que Israel ya se acostumbró a tal aberración, aceptándolo. Cada cierto tiempo, uno o dos cohetes son lanzados contra poblados israelíes, a lo que las FDI responden bombardeando algunos objetivos terroristas. Esta diferencia en la reacción, frente a actos igualmente repudiables y, que sin lugar alguno, ninguna otra nación del mundo aceptaría, legitima que los globos incendiarios son cosa trivial, por lo que se puede continuar con tan nefasta costumbre.
Pero donde ya rebalsó lo imaginable, es que Israel, que se comprometió a enviar mensualmente 10 millones de metros cúbicos de agua potable, para el consumo de la población gazatí y que en la práctica, llega a casi 12 millones de metros cúbicos, ahora está construyendo un cuarto ducto, de manera de poder proporcionar tan indispensable elemento, a los mismos que no dudan en incendiar cuanto les es posible, en el sur de Israel.
Esta generosidad inexplicable de parte de Israel, tendrá un grave problema para Hamás como gobernante de la Franja ya que, como necesita todos sus ingresos para armarse y construir túneles terroristas, no tiene plata para arreglar los ductos existentes dentro de Gaza, lo que hace temer que estos sistemas colapsen en cualquier momento, acrecentado dicha posibilidad, al recibir una mayor cantidad de agua, ya que este cuarto ducto, será de mayor capacidad que los 3 en actual funcionamiento.
El servicio de alcantarillado, ya se encuentra totalmente colapsado, por esta permanente falta de mantención, lo que en la práctica, significa que gran parte de las aguas servidas, desemboquen directamente en El Mediterráneo. Lo que no llega al mar, se desparrama por los barrios más pobres de Gaza, lo que crea un problema sanitario inconmensurable, que lamentablemente, a la dirigencia gazatí no le preocupa mayormente.
Se comprende que esta realidad choca frontalmente con las permanentes acusaciones de Hamás, que los palestinos de la Franja están sufriendo lo inenarrable, por culpa de Israel. Mientras cuenten con el respaldo de los organismos internacionales, de los países integrantes de la UE y de muchos países esparcidos por el mundo, lamentablemente incluido Chile, se seguirá mintiendo irresponsablemente, permitiendo que los sátrapas de Hamás, continúen impunemente con tal crueldad para con su pueblo, mientras Israel y su gobierno, pareciera ser los únicos que se preocupan del diario tormento gazatí.
¿Habrá otro país en la historia de la humanidad, que se ha preocupado de abastecer de agua, luz, combustibles, medicinas y todo lo indispensable para la vida diaria, como lo hace Israel con quienes a diario proclaman que su principal objetivo es destruir a Israel, borrándolo del mapa,(Tal como acaba de hacerlo “Inmigración de Nueva Zelanda” sitio oficial de ese país, que acaba de presentar un mapa del Medio Oriente, en que sólo figura “Palestina”) y, a su vez, el propio gobierno de Hamás, se despreocupa tan salvajemente de su propia gente?
David ben Jaim
