Mundo Judío

Mi Sinai

Tenemos el honor de compartir con nuestros lectores MiSinaí No. 31. Esperamos que lo disfruten tanto como nosotros.

No. 31
Vaigash
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Horario de velas de Shabat en Montevideo, viernes 3/1 19.44 Montevideo
Punta del Este 19.39

EL FALSO ENEMIGO

Por Yanki Tauber

Básicamente, hay dos maneras de mover un objeto de un lugar a otro. Puedes tomar el camino directo: moverlo en línea recta desde el punto A hacia el punto B. O puedes tomar la ruta indirecta: volar de Buenos Aires a San Pablo vía Madrid, o hacer que un e-mail dé catorce vueltas alrededor del mundo para que le llegue a la persona en la oficina de al lado.

Ahora veamos la historia de Iosef y sus hermanos. El propósito del ejercicio, estamos todos de acuerdo, era mover a Iaacov y a los setenta miembros de su familia, desde Hebron, Canaan a la tierra de Egipto (aproximadamente 300 kilómetros en línea recta por la península del Sinai). Allí, en Egipto, la primera familia de judíos experimentaría el estado de galut (exilio, desalojo, sumisión al poder extranjero) como le fue profetizado a su abuelo Abraham en el "Pacto entre las partes". La experiencia los prepararía para los próximos mil años de historia judía, en la mayoría de los cuales sufrirían los desafíos y oportunidades del galut.

Y así es como D-os (quien ciertamente tiene la opción de la ruta directa disponible) hizo que pasara:

Hizo que Iaacov se enamorase de Rajel. Luego arregló las cosas para que Iaacov sea engañado y se case con Lea en vez de Rajel (al final, Iaacov consigue casarse con Rajel también). Unos celos permanentes surgen entre Iosef (el hijo de Rajel y preferido de su padre) y los hijos de Lea (más grandes, numerosos y un muy molestos por la situación). Iosef es vendido como esclavo por sus hermanos y languidece en un calabozo durante doce años, antes de convertirse en virrey de Egipto, el eficaz gobernante de la nación más poderosa en la tierra. La hambruna en la Tierra de Canaán obliga a los hermanos a buscar comida en Egipto y son sometidos a las crueles maquinaciones del gobernante egipcio. Sólo que realmente no es un egipcio (es Iosef) y realmente no está siendo cruel (está enseñándoles una lección de amor fraternal). Iosef los empuja al límite, al punto de tener que elegir entre dejar a Biniamín (el otro hijo de Rajel) o enfrentarse al hombre que tiene todo el poder de Egipto. Los hermanos, liderados por Iehudá, se niegan a ser intimidados y confrontan al "egipcio". A esta altura, Iosef revela su identidad y los invita todos a establecerse en Egipto.

Claro, tu e-mail finalmente llegó al escritorio de tu colega. Para algunos esto sería la única cosa que importa. Pero el más inquisitivo de entre nosotros preguntará: ¿por qué tenía que viajar vía Florida, Bangkok, Kiev y Pretoria para llegar allí?

Pero primero debemos preguntar: ¿Qué es el galut? Si entendiéramos qué es el galut, quizás también entenderíamos por qué llegamos ahí de la manera en que lo hicimos.

Los verdaderos logros sólo son posibles bajo condiciones de libertad absoluta. Uno busca estar en completo control de su vida, libre de cualquier tipo de restricción y estorbo. Pero estar "en control" trae complacencia y pereza espiritual; sólo cuando hay desafío y opresión, cuando se está compelido a resistir y batallar venciendo las circunstancias, es que el ser humano se eleva y muestra su verdadero potencial.

Ésta es la paradoja del galut. Para que el galut funcione, debe ser real, debemos experimentar las fuerzas externas, ajenas a nuestra naturaleza y misión en la vida, restringiéndonos, desafiándonos y obligándonos a utilizar nuestras reservas más profundas de fortaleza y compromiso. Pero para que el galut funcione debe ser falso. Debemos ser libres en esencia, por muy esclavizante que sea la "experiencia" del galut.

Y así fue que comenzó el galut: con la "opresión" de los hijos de Israel por el gobernante de Egipto. Cuando los hermanos estaban de pie delante de Iosef, experimentaron las paredes del poder egipcio que los rodeaba, privandolos de su libertad, haciéndolos dependientes del virrey para su propia subsistencia, desafiando las más básicas lealtades entre ellos. Al mismo tiempo, una verdad sobrevolaba más allá de la realidad superficial, la verdad de que todo es una farsa, una ficción auto-fabricada, que en cualquier momento la máscara caerá y el "gobernante de Egipto" se revelará como su propia carne y sangre.

Y así es también con los desafíos diarios que enfrentamos como pueblo y como individuos. Son muy reales, reales en el sentido que exigen lo mejor de nosotros. Al mismo tiempo son absolutamente falsos, invenciones de nuestra propia fabricación, proyecciones de nuestras propias ilusiones, sombras de nuestra propia luz. Sólo necesitamos ponernos de pie frente a ellos con la confianza de nuestro poder y libertad inherentes, y la máscara invariablemente caerá.

DESTINO MANIFIESTO

[José les dijo a sus hermanos que le digan a su padre] “D-os me ha puesto como amo de todo Egipto. Desciende a mí, no te detengas.” (Bereshit 45:9)

El propósito primario del exilio egipcio fue que el pueblo judío elevara las chispas de santidad que estaban atrapadas en Egipto. Dado que Egipto era la superpotencia económica de esa época, la riqueza de todo el mundo civilizado estaba atada a la de Egipto. Por lo tanto, cuando el pueblo judío se llevó la riqueza de Egipto con ellos cuando salieron después, no estaban únicamente elevando la riqueza de Egipto sino la de todas las naciones del mundo. Es por esto que José le dijo a su padre que era el amo de Egipto: Le estaba diciendo “Ahora que me he vuelto gobernador sobre Egipto y he juntado la riqueza del mundo, el exilio egipcio puede comenzar, dado que el cumplimiento de su propósito es ahora posible.”

Similarmente el propósito de nuestro exilio actual es elevar el mundo físico revelando la Divinidad inherente en él.

Likutei Sijot, vol. 3, págs. 823 ff.

Bereshit (Génesis) 44:18 – 47:27

En la onceava sección del libro de Génesis, llegamos al clímax dramático de la historia de José. Comienza cuando Judá se acerca (Vaigash, “y él se acercó” en Hebreo) a José en defensa de Benjamín. La voluntad de Judá de salvar a Benjamín convence a José que los hermanos se han arrepentido y han superado su envidia pasada, por lo que pone fin a su actuación y les revela su verdadera identidad. Inmediatamente José envía a todos los hermanos para que traigan a su padre Jacob a Egipto, donde se asentaría la familia para sobrevivir la hambruna. Irónicamente, la hambruna termina apenas Jacob llega, pero la familia se queda en Egipto cumpliendo el plan de D-os tal como fue prometido originalmente a Abraham.

EN LOS PASILLOS DE LA SORBONNE

Por Tuvia Bolton

El Rabino Halperin estaba sentado en un autobús viajando desde Toronto a Nueva York, cuando el judío que viajaba a su lado, un Jasid de Pope (un grupo de jasidim de Hungría), le contó una historia acerca de otro Jasid de Pope...

El relato empieza cuando el otro Jasid era un muchacho joven.

Era una fuente de placer para sus padres; amaba la Torá. Cuando los otros niños estaban jugando, su único interés era aprender y aprender. No sólo eso, sino que entendía y recordaba todo lo que leía y oía con facilidad, y su mente era tan afilada que incluso los problemas Talmúdicos más difíciles no eran un desafío para él.

Al poco tiempo había superado a todos sus compañeros de clase, y a todos los alumnos de la escuela. Incluso sus maestros tenían problema en mantenerlo entretenido.

Pero a medida que crecía académicamente, entre las alabanzas de sus padres y maestros, le faltaba un rasgo fundamental; humildad. No sentía que debía ser humilde ante alguien, y las personas decían de él que estaba conquistando la Torá y olvidaba al "Dador" de la Torá.

Era un joven eficaz e inquisitivo, y aunque sus padres intentaron mantenerlo alejado de influencias negativas, no podían impedirle investigar. Así encontró nuevos "amigos" y descubrió el mundo ilustrado, vacío del conocimiento de la Torá. La filosofía, la Política, el Arte, la Literatura. Era todo tan nuevo para él, y lo tomó como un pez en el agua.

Era un mundo de acción y resultados, libertad y excitación sin un D-os invisible que dice qué hacer. Nuevos horizontes se abrieron ante él con nuevos desafíos, nuevas experiencias, y lo más importante... nuevos admiradores.

En cuanto sus padres notaron lo que estaba pasando, trataron de actuar. Probaron reclamando su lealtad a D-os, al pueblo judío, a su familia, pero no funcionó. Trajeron Rabinos para hablarle. Primero, Rabinos locales, después más grandes y famosos, pero el joven se rió de ellos.

Se había vuelto un genio de sangre fría, y por cada una de sus preguntas, él les preguntaba cinco que ellos no podían responder.

Al poco tiempo dejó su casa, fue a vivir con sus amigos intelectuales, cortando todo contacto con su vieja vida, y se enroló en una universidad local dónde tuvo éxito más allá de lo esperado.

Después de un año, todos los profesores se impresionaron con su progreso, y lo recomendaron a la Universidad de Sorbonne en París - la mejor del mundo en ese momento. En menos de un mes fue aceptado con una beca completa. Una semana después estaba en Francia, había alquilado un cuarto, y se anotó en la Universidad, y caminaba vivamente, cabeza en alto, pelo largo y rizado, a su primera clase.

¡Ahora era verdaderamente libre! Ya no era más un judío. Ahora era parte de la humanidad. La galería Universitaria, decorada con sus techos arqueados y pinturas exquisitas y murales, hizo eco de sus pensamientos.

De repente, sintió que alguien estaba mirándolo fijamente a la distancia.

A través de la muchedumbre de estudiantes vio a un hombre joven judío, barbado, sombrero sobre la cabeza que venía hacia él. Intentó rechazarlo y seguir caminando, pero fue en vano.

Se encontraron cara a cara. El judío que lo confrontó, lo miró profundamente en sus ojos y dijo:

"¿Has colocado hoy Tefilín?"

¡Estaba aturdido! ¿Cómo supo que era judío? El extraño puso su mano suavemente en su hombro y continuó: "No hay problema, puse Tefilín a muchos judíos, y puedo colocártelos a ti también. Ven, sólo tomará unos minutos."

Por alguna razón, él no se resistió cuando el extraño lo puso a un costado y sacó un par de Tefilín de su cartera.

Pero ése no es el fin de la historia. Todos los días durante varios meses este judío misterioso vino a su cuarto con los Tefilín, hasta que el muchacho retornó a su identidad judía, contactó a sus padres y les pidió que le enviaran sus Tefilín.

El extraño no era otro que Rabí Menajem Mendl Shneerson, el futuro Rebe de Lubavitch, cuando estaba estudiando en la Sorbonne. Hoy ese hombre joven tiene sesenta años, y es uno de los pilares de la comunidad de Pope.

EL AYUNO DEL 10 DE TEVET

El 10 de Tevet del año 3336 desde la Creación (425 AEC), los ejércitos del emperador babilónico Nabucodonosor sitiaron Jerusalem. Treinta meses más tarde, el 9 de Tamuz de 3338, las murallas de la ciudad fueron brechadas, y el 9 de Av de ese año, el Templo Sagrado fue destruido. El pueblo judío fue exiliado a Babilonia durante 70 años.

El 10 de Tevet es observado como un día de ayuno, duelo y arrepentimiento. Nos abstenemos de comer y beber desde el alba al anochecer, y agregamos Selijot y otras suplementos especiales a nuestras plegarias. Más recientemente, el 10 de Tevet fue elegido para servir también como “día del kadish general” para las víctimas del Holocausto, de  las que se desconoce en su mayoría su fecha de martirio.

El ayuno es el Martes 7 de Enero de 2020.

En Montevideo comienza a las 4:02 y finaliza a las 20:32

En Punta del Este comienza a las 3:57 y culmina a las 20:27

MiSinaí es una publicación de Jabad Uruguay. Pereira de la luz 1130, Montevideo.
Artículos extraídos de www.Jabad.org.uy y www.Chabad.org, publicados con permiso.
Para recibir MiSinaí por email o por whatsapp, contactar por teléfono al 2628 6770 o por mail: [email protected].

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