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MiSinai

Tenemos el honor de compartir con nuestros lectores MiSinaí No. 50. Esperamos que lo disfruten tanto como nosotros.

No. 50
Bamidbar
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Horario de velas de Shabat en Montevideo, viernes 22/05  17.27
Demás localidades ver en  www.jabad.org.uy

UNO Y MUCHOS

Por Tali Loewenthal

De acuerdo a Rabí Akiva el “gran principio” del Judaísmo es “Amar al prójimo como a uno mismo” (Rashi a Vaikrá 19:18). Una idea similar fue expresada un siglo más temprano por el gran sabio Hillel. Cuando se le pidió que resumiera toda la enseñanza judía “mientras estoy parado en un solo pie” el respondió: “Lo que no te gusta para ti, no se lo hagas a otros. Eso es toda la Torá. El resto es comentario. Ve y estudia” (Talmud Shabat 31a).

La lectura de la Torá de esta semana (Bamidbar), que comienza el cuarto libro de la Torá, siempre se lee en el Shabat previo a la festividad de Shavuot, que celebra la entrega de la Torá en el Sinaí. Si el gran principio de la Torá es el tema de amar al prójimo, tendríamos que esperar encontrar esta idea también en nuestra parashá. Después de todo, en las enseñanzas judías hay muchas ideas que coinciden, y cada paso adelante es una preparación para el siguiente.

Sin embargo, cuando examinamos los versículos de la lectura de la Torá de esta semana encontramos que mayormente consiste de un censo del pueblo judío que estaba junto a Moshé en el desierto del Sinaí. Se dan los números del pueblo judío tribu por tribu en gran detalle. Secciones posteriores del libro también contienen listas similares de los números de la población, y por esta razón todo el cuarto libro de la Torá se denomina el libro de “Números” (los sabios también usan un término similar: Jumash HaPikudim).

El Rebe de Lubavitch señala que la idea de contar al pueblo judío expresa en si misma el tema del amor al prójimo.

Cada persona es individual, diferente de otras. Pero cuando se cuenta a la gente, cada persona es simplemente “una”. El individuo más talentoso y distinguido es “uno” y alguien que puede sentirse que es una persona muy simple y sencilla sin ninguna cualidad especial, también es “uno”.

Un problema común en las relaciones humanas es precisamente el sentimiento de que valemos más que otros. Que somos valiosos y significativos mientras que otros son apenas relevantes. En consecuencia, ¿qué me importa el otro? Es más, ¿cómo es posible que lo ayude?

Aquí, explica el Rebe, la Torá viene a enseñarnos que cada persona es simplemente “una”. No somos más importantes que cualquier otro. Además, reconocemos que dado que somos solo “uno” necesitamos a la otra persona de forma que nos podamos unir. Reconocer que cada uno de nosotros es solo “uno” también nos ayuda a ver cuán similares somos realmente uno con el otro, y entonces encontraremos pronto la forma en que podamos ayudar al otro también.

SALUD Y CURACIÓN

[La cuenta] de la tribu de Rubén ... todos los que eran aptos para servir en el ejército. (Bamidbar 1:20)

Todos los judíos que estaban enfermos o lisiados fueron curados cuando se entregó la Torá; y gracias a la protección de las Nubes de Gloria, los judíos se mantuvieron sanos a lo largo de su viaje, a pesar de las condiciones adversas del desierto.

Vemos de esto, que el pueblo judío, por virtud de su conexión con D-os expresada a través del estudio de la Torá y el cumplimiento de sus mandamientos, no está atado por las leyes de la naturaleza. Es más, su capacidad de estar por encima de la naturaleza era algo evidente, y se expresaba no sólo en cuestiones espirituales, sino también en su salud y bienestar físico.

Esto es tan cierto hoy como cuando la Torá fue dada en el Monte Sinaí. En la medida en que vivamos nuestras vidas de acuerdo a los dictados de la Torá, también seremos bendecidos con salud espiritual y física, a pesar de los muchos obstáculos que plantean las leyes de la naturaleza.

Likutei Sijot, vol. 8, págs. 220-222.

Números (Bamidbar) 1:1 – 4:20

Números, el cuarto libro de la Torá, describe el viaje del pueblo judío desde el pie del Monte Sinaí hasta el límite de la Tierra de Israel. La primera sección abre con D-os diciéndole a Moisés en el desierto (Bemidbar en Hebreo) que haga un censo de los hombres judíos adultos. El propósito del censo es formar a los hombres adultos en un ejército, por si fuera necesario luchar contra los ocupantes paganos de la Tierra de Israel.

EL BAAL SHEM TOV

Rabí Israel Baal Shem Tov (literalmente: "maestro del buen nombre", también conocido por el acrónimo "Besht") fue el fundador en el siglo 18 en Europa del Este del movimiento jasídico. El Baal Shem Tov era un líder que revolucionó el pensamiento judío e infundió nueva vida a una nación desalentada. Los efectos de sus enseñanzas se siguen sintiendo hoy, tanto por sus seguidores directos, conocidos como jasidim, como por los seguidores de todas las otras corrientes del pensamiento judío, que han sido profundamente afectados por sus enseñanzas y filosofía. La siguiente es una breve biografía de esta figura legendaria.

A fines del siglo 17, los judíos de Europa aún estaban conmocionados por la devastación provocada por los pogromos de Chmelnicky en 5408 y 5409 (1648-1649 EC). Las masacres habían dejado decenas de miles de judíos muertos y los sobrevivientes acongojados luchando para reconstruir sus vidas rotas y las comunidades.

A raíz de los pogromos, el infame Shabtai Zvi llevó a miles de judíos desesperados a creer que él era el Mesías esperado destinado a redimirlos de su exilio. Muchos judíos se inspiraron con la esperanza de que su sufrimiento terminaría pronto, pero después Shabtai Zvi resultó ser un fraude —se convirtió al Islam bajo la presión de los turcos otomanos— y ellos se hundieron de nuevo en la amarga realidad de la vida en el shtetl.

Después de los pogromos, muchas familias se quedaron sin medios de subsistencia y la gran mayoría de los niños se vieron obligados a abandonar su estudio de la Torá a una edad muy temprana, a veces de apenas cinco o seis años, para ayudar a mantener a sus familias. Sólo los ricos —muy pocos entre ellos— podían proveer una adecuada educación de Torá para sus hijos. Esto dio lugar a una generación de, en su mayor parte, ignorantes, pero piadosos y devotos judíos que eran, en gran medida, abandonados y despreciados por los eruditos de élite —los talmudistas. Se desarrolló una separación entre los judíos cultos e incultos, a tal punto que en muchos pueblos los dos grupos oraban en sinagogas separadas.

En este contexto preocupante, en la pequeña ciudad polaca de Tloste, Eliezer y su esposa Sarah vivían una vida de piedad sencilla, sirviendo a D-os con un corazón puro. Aunque aparentemente ignorante, Eliezer era en realidad un miembro de la comunidad de "tzadikim ocultos", un grupo de inusualmente talentosos y dedicados judíos que, disfrazados de gente sencilla, dedicaban sus vidas a mejorar la difícil situación de sus hermanos judíos tanto espiritual como materialmente.

En su vejez, el 18 de Elul de 5458 (1698), Sara dio a luz a su único hijo, Israel. Este niño estaba destinado a infundir vitalidad a los desfallecidos. Su nombre, Israel —es también el nombre del pueblo judío. Su nacimiento serviría como una llamada de atención para una nación profundamente sumida en un sueño espiritual.

SHAVUOT

D-os le dio la Torá al pueblo judío en el Monte Sinaí hace más de 3300 años. Cada año, en la festividad de Shavuot, renovamos nuestra aceptación del regalo de D-os y Él “vuelve a darnos” la Torá.

La palabra Shavuot significa “semanas” y marca el fin del período de siete semanas que va de Pesaj a Shavuot.

La entrega de la Torá fue un acontecimiento espiritual de gran alcance; un evento que tocó la esencia misa del alma judía para toda la eternidad. Nuestros Sabios la compararon con una boda entre D-os y el pueblo judío. Shavuot, también, significa “juramentos”, pues en este día D-os nos juró eterna devoción, y nosotros, a la vez, nos comprometimos a serle eternamente fieles.

En la antigüedad, se ofrecían en el Templo Sagrado dos hogazas de pan enteras. Era también en este día que la gente empezaba a llevar bikurim, sus primeros frutos y los más selectos para darle las gracias a D-os por la abundancia con que contaba Israel.

La festividad de Shavuot es una festividad de dos días, que comienza con la puesta del sol del 5 de Siván y culmina el anochecer del 7 de Siván. (En Israel, es una festividad de un solo día, que culmina con el anochecer del 6 de Siván).

• Las mujeres y las niñas encienden las velas festivas para darle la bienvenida a esta festividad, tanto la primera como la segunda noche.

• La costumbre es que los hombres se queden despiertos toda la noche estudiando la Torá durante la primera noche de Shavuot.

• Tal como ocurre en otras festividades, se comen comidas especiales y no se pueden realizar “trabajos”.

• En Shavuot, se acostumbra a comer alimentos lácteos, entre otras razones, para conmemorar el hecho de que al recibir la Torá, incluso las leyes de kashrut, el pueblo judío no podía cocinar carne en sus ollas, que todavía tenían que ser kasherizadas.

• El segundo día de Shavuot, se recita el servicio de Recuerdo de Almas Izkor.

• En algunas comunidades, se lee en público el Libro de Ruth, ya que el Rey David, cuyo fallecimiento tuvo lugar en esta fecha, era descendiente de Ruth, la moabita.

MiSinaí es una publicación de Jabad Uruguay. Pereira de la luz 1130, Montevideo.
Artículos extraídos de www.Jabad.org.uy y www.Chabad.org, publicados con permiso.
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