Imagínate que Di-s se te aparece. ¿Cómo lo recibís? ¿Cómo aprovechas la magnífica instancia? ¿Le pedirías/agradecerías/consultarías algo?
¿Sabes lo que hizo Avraham Avinu, nuestro primer patriarca, cuando le sucedió eso mismo, al visitarlo Di-s en el tercer día después de circuncidarse?
Lo hizo esperar. Sí. Eso mismo: le pidió al mismísimo Creador de los cielos y al tierra que lo esperara ya que vio a tres hombres acercarse a su tienda en el desierto y el debía invitarlos a pasar a refrescarse y descansar.
Increíble.
Y qué gran enseñanza sacan de aquí nuestros Sabios de bendita memoria: es más grande “Hajnasat Orjim” (tener invitados), que recibir a la Shejiná (la Presencia Divina).
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Al primer Rebe de Jabad, el Alter Rebe, autor del Tania y el Shuljan Aruj Harav, le preguntaron: ¿qué es más importante; “Amarás a Hashem tu Di-s” o “Amarás a tu prójimo”? A lo que respondió: “Amarás a tu prójimo” ya que al amar al hijo amas al padre.
Cuando buscas maneras de elevarte y de conectarte con nuestro Padre Celestial, recuerda que más importante aún, o mejor dicho, la mejor manera de lograrlo, es al conectarte con Sus hijos, tu prójimo.
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En este año de Hakhel, de “reunión y reencuentro”, aprovechemos la energía especial y busca a un prójimo con el que puedes reforzar tu vínculo y busca a un hijo de Hashem con quien generar una conexión.
Puede ser invitándolo a tomar un café, a caminar, a tu mesa de Shabat o a estudiar algo de nuestra herencia juntos. Como sea, Di-s te espera.
¡Shabat Shalom!