Rab Mendy Shemtov

Rab Mendy Shemtov

Director Ejecutivo de Jabad Uruguay

Columna de opinión

Paz interior

Cuando Rebeca estaba embarazada con mellizos, ella pensaba que había un problema. 

Resulta que Rivka Imeinu, nuestra segunda matriarca, sentía algo raro: por un lado el bebe patiaba con ganas de salir cuando pasaba por una casa de estudio de sabiduría Divina, y por el otro, las patadas volvían cuando pasaba por una casa de idolatría.

Decía ella: “voy a consultar con Di-s, ya que me parece extraño que mi hijo tenga tanto deseos de conectarse con Di-s como de alejarse de Él.”

Y ahí se enteró que no era un bebe con deseos opuestos sino que en su vientre se encontraban dos bebés, dos pueblos, dos mundos muy diferentes. Por un lado estaba Iaacov, (Jacobo), y por el otro Eisav, (Esau.)

* * * *

“Cada uno, tanto un “tzadik”, una persona justa, como un “rashá”, una persona malvada, tiene dos almas”, dice el ”Eitz Jaim”.

Eso quiere decir, explica el Alter Rebe en su Tania, que cuando uno siente deseos profundos para hacer el bien, para acercarse a Di-s, a la Torá y al prójimo, que sepa que ellos provienen del “alma Divina”. Y cuando le vienen a uno ganas opuestas, no es que hay algo mal con él, que tiene alguna falla, sino, que en ese momento es su “alma animal” la que se está expresándose - en su pensamiento o emociones por lo menos. 

O sea que a) es lo más normal que uno tenga pensamientos y deseos conflictivos, y b) que no reflejan una división en uno mismo sino que son la expresión de dos entidades interiores, dos almas diferentes, que están constantemente luchando por apoderarse de uno, sus emociones, pensamientos y conducta. 

Está “embarazado de mellizos. No es una alma dividida. Son dos almas que llevas adentro. Y “patean!”

Y si es así, entonces es más clara la consigna de la vida y los desafíos internos: reconocer la realidad y la raíz de las “voces” de adentro de dónde provienen, y saber con cuáles identificarse y con cuáles no. Cuáles expresar y cuáles ignorar. Cuáles compartir y cuáles transformar. 

* * * *

En un año de Hakhel, cuando buscamos la unión y el reencuentro con otros,  nos vendría bien ser más  conscientes de y reencontrarnos con nosotros mismos, con quién de verdad somos y quién de verdad no somos, y entonces este reencuentro traerá unión y paz interior, y estaremos en mejores condiciones para sintonizar nuestros pensamientos, palabras y acciones, para que reflejen mejor nuestras emociones y alma Divina, y entoces, de adentro hacia afuera, lograremos unión sincera con quienes nos rodean. Pero de verdad. 

¡Lejaim!

Shabat Shalom.
Mendy

Rab Mendy Shemtov
(25 de Noviembre de 2022 a las 14:12)

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