"Emociona ver que en Jerusalem cada uno tiene su lugar de oración y cada uno puede expresar su devoción a Dios como quiera".
Nesía , Nimra y Huda, musulmanas que visitaron recientemente Jerusalem por primera vez, provenientes las dos primeras de Estados Unidos, donde nacieron, y la tercera de Singapur, no tenían certeza de que pudieran visitar la zona del Muro de los Lamentos. Creyeron que por ser musulmanas, quizás no las dejarían pasar.
Evidentemente, sí que pudieron, previa revisación de sus bolsos, como a todos.
"Son emociones que nos sobrepasan", nos dijeron las tres sobre lo que les significa llegar a los lugares sagrados y ver a la gente orando, cada uno en su lugar.
Nimar comenta con razón que en Hebron sí notó más tensiones cuando fue a visitar "el lugar en el que está sepultado Ibrahim", refiriéndose a Abraham, que recordemos es una figura venerada también en el Islam. El lugar, que los judíos llamamos Mearat Hamajpela, es para los musulmanes "mezquita Ibrahimia".
Las tres nos comentaron que se sentían respetadas como musulmanas al recorrer los distintos lugares y que atesoran el viaje como un gran privilegio, que tienen por primera vez.
