El reencuentro con un joven soldado que logró salir de las drogas.
Fotos: Mark Neiman, GPO
Durante la ceremonia llevada a cabo este miércoles en Beit HaNasí, la Presidencia de Israel, al asumir el nuevo Edecán militar del Presidente, Reuven Rivlin recibió una sorpresa que le emocionó en especial. Entre los invitados al evento estaba el Sargento Yosi Shisman, de la brigada Givati, que logró enrolarse a Tzahal tras una vida nada sencilla, en la que uno de los capítulos más duros fue convertirse a la tempranísiima edad de 12 años, en drogadicto.
El Presidente Rivlin conoció a Yosi tiempo atrás al visitar la academia pre-militar Beit Asaf a la que llegó tras lidiar con no pocas dificultades.
A los 16 años fue preso, estuvo en la cárcel Ofek y luego fue enviado a una institución de rehabilitación. Al llegar a Beit Asaf no sabía leer ni escribir. Logró terminar su proceso de rehabilitación. Con mucho esfuerzo logró enrolarse y comenzó su servicio miitar en la base Havat HaShomer. Terminó su entrenamiento básico como combatiente, con honores.
Cuando el Presidente Rivlin visitó la academia pre-militar acompañado de quien era en ese momento su Edecán, el Brigadier General Boaz Herschkowitz, Yossi lo impactó por la forma fluida en que hablaba, sin leer de ningún texto. Le explicó al Presidente que era la única forma en que se había acostumbrado a hablar, porque durante años no podía leer.
Desde entonces, Boaz Herschkowitz se convirtió en una especie de mentor de Yosi, acompañando y siguiendo su progreso. Yosi, que es hoy comandante en la unidad de reconocimiento Givati, está por salir a curso de oficiales.
Este miércoles fue uno de los invitados especiales del Edecán saliente a la ceremonia en la que él finalizaba sus funciones y entraba su sucesor , el Brigadier General Ala Abu-Rukun.
El Presidente Rivlin estaba notoriamente emocionado de ver a Yosi en el acto. Lo abrazó con gran calidez y le dijo que apenas lo conoció tuvo claro que llegaría a concretar muchas cosas buenas, por lo cual estaba sumamente orgulloso de él.
Según el relato de la oficina de prensa del Presidente Rivlin, otro invitado especial a la ceremonia fue Avigdor Neumann, sobreviviente de la Shoá, que había viajado con el Brigadier General Hershkowitz en una delegación de sobrevivientes a Polonia el año pasado. Boaz oyó en la ocasión que Neumann nunca había podido celebrar su Bar Mitzva, debido al Holocausto, por lo que decidió corregir esa injusticia, precisamente mientras estaban en territorio polaco. La delegación, bajo la batuta de Boaz, organizó una emotiva Bar Mitzva para él.
En la casa presidencial, Beit HaNasí, en Jerusalem, se viven evidentemente muchas emociones.
En su discurso de despedida, el Edecán saliente, que fue comandante de las más selectas unidades de combate, declaró, en evidente referencia al Presidente de Israel Reuven Rivlin:
“ Quiero hablar un poco de optimismo. Me voy de aquí más optimista de lo que llegué. He tenido la oportunidad de ver el cuadro grande, con lo bueno y lo malo. No todo es perfecto y tenemos aún mucho por hacer. Cuando llegué aquí hace tres años, yo conocía sólo un tipo de combatiente. Pero aquí, en este lugar, hay un tipo especial de luchador, que es también, en su alma, un comandante. Un hombre que lucha por lo que nos une, que ve a los débiles que lucha por el carácter, futuro y valores del país, para preservarlo como un Estado judío y democrático, un Estado democrático y judío”.