Jóvenes de todo Israel, laicos y religiosos, judíos y árabes, sentados en la plaza del asesinato, para dialogar
Israel conmemoró este domingo el 24° aniversario del asesinato del Primer Ministro Itzjak Rabin, fecha que oficialmente se señala según el calendario hebreo. La fecha exacta, undécimo día del mes de Jeshvan, fue el viernes. En medio de los discursos oficiales, varios de los cuales serían dignos de reproducir enteramente, en medio de los llamados a unidad y por otro lado las mutuas recriminaciones, la iniciativa más destacada que se llevó a cabo fue la “Asefá Israelit”, un marco de diálogo entre jóvenes de todo el país, de distintas procedencias y sectores, credos y afiliaciones políticas.
Esto comenzó hace cuatro años y desde entonces, no deja de crecer.Jóvenes laicos y religiosos, judíos y árabes, de kibutzim y asentamientos, nacidos en Israel y llegados de diversas diásporas, judíos, musulmanes, cristianos y drusos, y cabe suponer por cierto que de izquierda y derecha, se juntan para hablar y más que nada, para escucharse.
No es poca cosa.
Nos acercamos a uno de los grupos y les robamos sólo unos minutos ya que están en medio de la actividad. Es justo una ronda de líderes, de jóvenes que guían a otros. Y el que está hablando, coordinando ese grupo, resulta ser un árabe de Ein Rafa,no lejos de Jerusalem.
Pocos minutos antes de llegar a la Plaza Rabin, escuchamos por la radio el discurso que estaba pronunciando en el acto oficial en la residencia presidencial, Dalia Rabin, la hija del asesinado Primer Ministro, quien está al frente del Centro Rabin cuyo objetivo central es la memoria y la educación. “Cada varias semanas llega algún joven al centro y dice que Igal Amir hizo bien en matar a Rabin. El monstruo de la incitación no ha desaparecido en absoluto. Todo lo contrario”.
Y al llegar a la plaza , entendemos que aún en medio de la preocupación por cosas que siguen sucediendo, hay muchas razones para ser optimistas.
Los mensajes de esta “Reunión Israelí” , son fuertes. Y los plantean todos juntos.
Es bueno leerlos, al recordar…