La suya, por la falta de justicia tras la AMIA. Y la nuestra, por la falta de justicia tras su asesinato.
Al cumplirse 7 años desde la muerte del Fiscal Alberto Nisman, que se sabe claramente fue un asesinato, se duplica la frustración. La ineludible furia e impotencia de hoy, es por ver que no sólo que nadie está pagando por el crimen, sino que resurgen voces que osan hoy dar a entender o alegar directamente que no fue asesinado. Esto, aunque la Suprema Corte de Justicia de Argentina ya lo dejó en claro tiempo atrás.
La frustración anterior, era la del propio Fiscal Alberto Nisman, también por la falta de justicia…por el atentado contra la AMIA.
Así lo compartió con nosotros en una entrevista que nos concedió en el 2009, muy poco después de cumplirse el 15º aniversario del atentado terrorista en Buenos Aires.
En su memoria, y como denuncia pública, vale la pena reproducirlo hoy.
P: Fiscal Nisman, su nombre quedará por siempre asociado el caso AMIA, por haber investigado concienzudamente lo sucedido y haber llegado inclusive a emitir órdenes de arresto internacionales contra figuras de la República Islámica de Irán sospechosas de haber ordenado y orquestado el atentado.¿Cómo se siente ahora, al haberse cumplido recientemente el 15º aniversario de esa tragedia?
R: La sensación es ambivalente, ya que por un lado creo que hemos avanzado bastante, al punto que al día de hoy se saben muchas cosas, entre ellas quien ordenó, financió y planificó el atentado, donde se tomó la decisión, cuales fueron los motivos que llevaron a Irán a atacar la Argentina, cual fue la organización terrorista que actuó como brazo ejecutor del atentado, quien fue el inmolado que condujo el coche bomba hasta la puerta de la Amia, quien fue el organizador local, como actuó el grupo operativo entre el 1 y el 18 de julio, entre otras cosas. Pero por el otro, una sensación de malestar por la forma en que se encubrió y no se investigó en los primeros momentos. Si después de quince años se pudieron obtener estos avances, imagínese cuanto más se hubiera podido haber logrado si estos esfuerzos se hubieran hecho en los primeros momentos de ocurrido el hecho.
P: ¿Qué sintió cuando se le encomendó esta misión?
R: Sentí una enorme responsabilidad, a la par que un gran orgullo por haber sido elegido. Sabía perfectamente de la complejidad del caso pero nunca pasó por mi cabeza no aceptar el desafío.
P: ¿Cuáles fueron las dificultades especiales del caso AMIA? ¿Quizás la intervención directa de un poder extranjero, cuyos jerarcas, claro estaba desde el principio, no aceptarían sus dictámenes?
R: A las complejidades de la investigación de todo hecho terrorista, acá se agregaba el encubrimiento que existió en los primeros años, la dificultad de empezar una investigación de cero luego de 11 años de ocurrida, a lo que se agrega que gran parte de la prueba había que recabarla en el extranjero, con las dificultades que ello entrañaba, además de un estado que ampara y da impunidad a los terroristas buscados por la Justicia Argentina y por Interpol.
P: ¿ES frustrante, como fiscal, que no haya logrado detener a los responsables?
R: Por supuesto, pero lo frustrante también es ver como hay un Estado que protege y no entrega los terroristas, que desafía a la Justicia de otro país, que les da cargos políticos e inmunidad a los terroristas acusados, que desconoce la decisión que tanto el Comité Ejecutivo por unanimidad como la Asamblea General de Interpol, por una abrumadora mayoría de votos, avaló la pretensión argentina y le otorgó la máxima prioridad de búsqueda a los ex jerarcas iraníes.
P: Hace algo más de un año, cuando murió en una explosión el jefe de operaciones de Hizbalá Imad Mughniya, usted me concedió una entrevista telefónica en la que me dijo que hubiera preferido verle en el banquillo de acusados, en un juicio , no muriendo de esa forma..El castigo no es la muerte, sino el juicio, que también tiene un valor educativo ¿no es verdad?
R: Sin duda que es muy relevante demostrar que la justicia actúa y puede juzgar y condenar a personas acusadas de cometer los crímenes más aberrantes. Tiene un alto valor para la sociedad, y fundamentalmente para los familiares de las víctimas, quienes no van a poder recuperar a sus seres queridos pero luego de una condena a los responsables podrán descansar en paz. Por último, significa una gran lección también para el acusado, que advierte que se encuentra privado de su libertad y frente a un tribunal de justicia, y que sus crímenes tienen un castigo.
P: Como argentino ¿recuerda ese 18 de julio, recuerda dónde estaba, cómo se enteró del atentado?
R: Sí, era Secretario de la Cámara Federal, hacia donde mi dirigía cuando ocurrió el atentado. Me enteré al llegar a mi lugar de trabajo por un llamado de mi actual esposa (entonces novia) que estaba preocupada ya que en ese entonces, yo vivía con mi familia a apenas 8 cuadras del edificio de la Amia.
P: ¿Què es lo que más le duele hoy, lo que más le molesta…mirando hacia atrás?
R: El encubrimiento, la desidia y la falta de voluntad para investigar de aquellos que estuvieron a cargo de la causa en los primeros momentos, y me refiero tanto a los funcionarios judiciales como a las autoridades políticas de aquel entonces, empezando por el ex presidente Menem.
……......
Cambiando los nombres…parece que el Fiscal Nisman estuviera hablando también de su propio asesinato.
Bendita sea su memoria.