Janet Rudman

Janet Rudman

Me gusta leer y escribir. Encontré en la lectura y la escritura una forma de canalizar mi esencia. Leo con la misma pasión con la que tomo café. Me gusta escribir sobre historias mínimas. He trabajado en varios proyectos editoriales uruguayos que construían identidad judía: Kesher, TuMeser, Jai y ahora formo parte del staff de SemanariohebreoJai.

Columna de opinión

Carlos y Lucy

Me inspiré en el podcast "No me olvidé de vos" de Belén Marchese y Julieta Habif. Está en Spotify.

 

Hola, Carlos, espero que estés bien. Decidí escribirte después de mucho tiempo.  Nada de lo que te diga puede cambiar nuestra historia juntos. ¿Tuvimos una historia? Siempre te encargaste de decirme que llamarme ocho veces cuando yo salía sin celular no era ninguna señal. Siempre me echaste en cara cómo  no me di cuenta que nunca me presentaste a tus hermanos y que solo conocía a uno de tus grupetes de amigos. Cuando nos encontrábamos con una conocida tuya en algún café, y vaya que recorrimos cafés, esperabas que te vinieran a saludar a vos. Parecía que yo te daba vergüenza. Nunca fui una modelo, pero siempre me ponía de punta en blanco para salir contigo. Me enteré por Valeria  de que no trabajas más en la papelería. De esa manera, se rompió mi último chance de saber algo de vos.

Era sobre mí. Todo era sobre mí. Me gustaba mucho estar contigo cuando llovía y cuándo no también. Cuando hacía frío y cuando hacía calor. ¿Vos no sabías que yo tenía un metejón de novela contigo y que no eras para mí un romance casual? Después de esa tarde de lluvia en la que me contaste, como  si el tema fuera el próximo clásico, o nuevo candidato a Intendente,  que habías conocido a Lucrecia y te habías enamorado. ¿Cómo te podes enamorar de alguien llamado “Lucrecia”? Yo pensé que se te iba a pasar, que en dos meses te tenía tocando timbre en mi casa y yo te iba a tirar las llaves del segundo piso como hacía siempre. No pasó. Pasé muy mal, recorrí terapeutas y psiquiatras, hasta que encontré en la meditación un cable a tierra. Iba a trabajar como una zombie.  Conocí a Vicky por una compañera de trabajo, me enseñó a meditar y me di cuenta de que me había vuelto muy dependiente de vos. Así que le pedí al Universo olvidarte Y te olvidé, no del todo, pero pude continuar con mi vida. De esta no historia pasaron dos años tres meses y quince días.

Te mando un beso, escríbime que quiero saber de vos,

 

Lucy

Hola, Lucy, lamento mucho haberte hecho sufrir así. No fue mi intención. Yo nunca te prometí nada. Ni siquiera te dije que te amaba .La pasábamos muy bien juntos y no me refiero al sexo exclusivamente, que era grandioso. Compartíamos gustos de cine y eramos un buen team. Nunca te quise como pareja. Debí ser más claro, más contundente, qué se yo. Hablar con el diario del lunes siempre es fácil. Con Lucrecia fue todo distinto. Fue un flechazo. Me enamoré al instante, y me duró muy poco tiempo. No era una buena mina, por lo menos no lo fue conmigo. Nada le venía bien, tenía muchos mambos familiares. Como vos sabés la paciencia no está entre mis virtudes. Así que la relación duró poco. Por supuesto, que no te llamé después. No soy tan caradura como vos pensás. No me arrepiento de haber terminado contigo, fue positivo para vos, yo no te amaba. Ahora se habla tanto del romance casual, viste que no es tan así, siempre alguien sale lastimado. Yo te extrañé mucho. Tu apoyo incondicional, tu forma de retrucarme todo lo que te decía, el estar siempre disponible para mí, son cualidades que recordaré por siempre. Me enseñaste muchas cosas sobre mí mismo, nunca me había visto soberbio hasta que te conocí y me lo hiciste notar. Ya no tengo a quien mandarle fotos de librerías cuando viajo. Ni con quién comentar los libros. Te acordas cuando vimos juntos “Whateverworks” de Woody Allen y la disfrutamos como locos. Después nos fuimos a mi casa e hicimos el amor con música de los Beatles como si tuviésemos cincuenta en lugar de treinta y pico. Nos pedimos una pizza con tomate y albahaca, cosa impensable para mí hora. ¿Sabés cuánto hace que no como pizza? Casi seis meses. Tengo diez kilos de más y son super rebeldes. No me quieren abandonar. Voy al gimnasio y entreno una hora todos los días. Yo sé que parece increíble, pero así es.

¿Vamos a vernos?  Quiero que seamos amigos. No quiero un romance casual. Prometo portarme bien.

Hola , Carlos.  Te parece bien el lunes a las 18 h encontrarnos en el cafecito  de la calle 26 de marzo donde venden masitas de Pellegrin, vos estás a dieta pero yo no.  También tengo que bajar unos kilos, pero me estoy haciendo la loca. Me gusta mucho la cerveza, el otro día descubrí una artesanal con albahaca y limón.

Te mando un beso

 

Hola Lucy, qué lindo fue verte. Qué linda que estás, ya me había olvidado de lo lindo que te queda el color azul. ¿Ya no tomás más coca light? Me acuerdo cuando vos venías siempre con una coca light en la mano.

 

Link a "No me olvidé de vos": https://open.spotify.com/show/53YLtfWzv0BRpjYQDMESY9?si=SHNY1pgPRGuPVQm0ftYYSQ

 

 

Janet Rudman
(12 de Febrero de 2020 a las 18:04)

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