La calle Balfour en el barrio Rehavia de la capital israelí es escenario este sábado 25 de julio de noche de la mayor manifestación registrada hasta ahora contra el Primer Ministro Biniamin Netanyahu. Se habla de por lo menos 5 .000 personas y hay quienes estiman que el número puede ser inclusive mucho mayor.
Lo claro es que toda la zona aledaña a la calle Balfour está bloqueada, repleta absolutamente de gente, que cubre la plaza París, la entrada al aledaño Hotel Kings (Hamelajim), todo muy cerca de la calle céntrica King George. Todo esto, es a escasos 100 metros de la residencia oficial del Primer Ministro.
Frente a esta concentración enorme, hay otra manifestación menor a favor de Netanyahu, de ciudadanos que con banderas de Israel y carteles de apoyo, gritan loas a “Bibi”, el apodo del Primer Ministro Biniamin Netanyahu.
La Policía creó una zona separatoria entre ambas protestas, colocando sus barreras de modo que los dos grupos no se puedan juntar.
Cabe suponer que la explicación de la multitudinaria presencia en la manifestación es el hecho que varios movimientos de protesta se juntaron en el lugar, aunque las agendas son muy variadas. Los manifestantes originarios frente a Balfour son los miembros del grupo “Las Banderas Negras” cuya crítica central es por el hecho que una figura en juicio con tres acusaciones penales, no puede ser quien esté al frente del gobierno. Sus seguidores manifestaron este sábado también en varios puentes por distintos puntos del país, llevando tanto las banderas negras como banderas de Israel.
Pero en Balfour, este sábado, se les sumaron los independientes, los dueños de restaurantes y los artistas, entre otros, sectores que se vieron seriamente afectados por la crisis económica producto del cierre en la pandemia. Todos ellos sostienen que el gobierno ha manejado mal la situación y que hay gente sin absolutamente ningún ingreso ni apoyo del gobierno, desde hace 4 meses. Estos no necesariamente piden la dimisión de Netanyahu sino un cambio radical en la política económica del gobierno.
A todos ellos se agregan también grupos de extrema izquierda que protestan contra la política israelí en el tema palestino.
“Esto es democracia pura, es el pueblo el que está acá”, declaraba una manifestante . “Que no digan que somos anárquicos, ni un puñado, porque ni una cosa ni la otra”.
Durante horas, flameaban las banderas de Israel en las dos manifestaciones enfrentadas. Se combinaban con numerosos y variados carteles. Un grupo de jóvenes se sentó en la calle a hacer meditación, todos con máscaras. En otra punta, otros jóvenes saltaban gritando rítmicamente “el pueblo quiere futuro”. Hasta el cierre de estas líneas, aunque hace ya una hora que expiró el tiempo dado por la Policía a los manifestantes, aún no había intervención de los efectivos policiales para dispersar la protesta. Por el momento no se registró absolutamente ningún incidente violento.
La única intervención directa de la Policía era que casi a medianoche pedían cédula a algunos manifestantes. Y a quienes no tenían máscara tapabocas, les daban una.
