El Gran Rabino de la Kehila Max Godet, sobre el aniversario de Semanario Hebreo
Dos barcos navegaban cerca de la playa, cuenta el Midrash, uno en dirección al mar por primera vez y otro regresando al puerto después de un largo viaje. La gente allí reunida festejaban por el nuevo barco y le ponían poca atención al que llegaba. Un hombre sabio, que observaba la escena, sintió que había una gran contradicción. Para él, el barco nuevo que zarpaba no debía ser motivo de tanta alegría porque nadie sabía qué sería de sus viajes, cómo enfrentaría las tormentas y peligros en el mar. Pero sí debían saludar al barco que llegaba porque cumplía con su propósito al haber concluido exitosamente su misión.
Entre tantos nuevos proyectos que vemos surgir en la colectividad judía, ojalá que sean todos exitosos, debemos destacar siempre el arduo labor involucrado en los importantes pilares comunitarios que no solamente han sobrevivido sino que se han fortalecido durante décadas. Este es el caso del Semanario Hebreo, que nos acerca a través de cada nota, a la realidad de la Madre Patria de nuestro pueblo y del mundo judío en general, con un periodismo ecuánime y equilibrado.
Dice la mishná en Pirkei Avot: ''A los sesenta años, la vejez''. La palabra vejez, zikná, en hebreo está relacionada con la sabiduría, como aparece en el libro de Job (12.12) ''Los ancianos poseen sabiduría, y una larga vida acumula entendimiento''. La palabra utilizada en el texto para 'ancianos' es 'bishishim', que también se entiende como 'a los sesenta'. A los sesenta años, explica el Maharal de Praga, la fuerza de la razón y del entendimiento se expande y se asienta. En cada publicación del Semanario Hebreo, y en cada artículo, vemos reflejada esta sabiduría y entendimiento, fruto de décadas de dedicación, experiencia y pasión del gran pionero José Jerozolimski, de bendita memoria, y de nuestra querida Ana. Que siga siendo, por muchos años más, un orgullo para la colectividad judía uruguaya. ¡Mazal Tov!
