Hablar de Semanari o Hebreo es hablar de la historia de la comunidad. Es pensar en Iero y recordarlo por la calle Pereira. Es ir a mi infancia y escuchar su audición radial. ¿De cuántas muertes se habrán enterado nuestros mayores por ese medio? En esa famosa audición, se pasaban todas las noticias del acontecer judío e israelí. El almuerzo en familia tenía como telón de fondo la voz de Iero. Soy la niña que escuchó la Idisheshu mientras comía sopa de pollo con mandelej. Las masitas eran de la Victoria de la calle Maldonado.
En mi memoria, Semanario Hebreo fue siempre la publicación de la comunidad judía. 60 años es mucho tiempo. Mantener en el tiempo una publicación escrita es casi un milagro divino. El papel tiene magia. El sonido de las máquinas y el olor a tinta en la imprenta son sensaciones inolvidables. Las atesoro como experiencia personal como editora de Kesher, la revista de Jabad. Trabajar en y para la comunidad judía es una tarea que da satisfacción y también implica firmeza y dedicación. Estas son cualidades que Ana tiene y ejercita. Siempre con un buen tono, tiene su espacio abierto para los que piensan como ella y los que no.
Vaya desafío juntarnos con Ana, para unir jai.com.uy, portal que Nicole Mitnik comenzó allá por el año 2000 al que una servidora se sumó en el 2010. Semanario Hebreo necesitaba la parte digital y Jai necesitaba contenido propio. En este mundo plagado de fake news, dónde la noticia la puede hacer cualquiera con un smart phone, nuestra misión es publicar información chequeada, sin correr detrás de la noticia.
El shidaj salió, y Ana aprendió a subir noticias al portal en tiempo récord con la ayda de nuestro programador de lujo Gustavo Boksar y la mía como traductora de códigos no conocidos para ella. Hoy día Ana, Nicole Mitnik, y yo conformamos un grupo de trabajo en el digital que funciona. La clave es trabajar mucho y siempre ver el vaso lleno. Sumar siempre nuevos artículos y temática que interese a nuestros lectores. Esto es lo que hacemos con Ana y Nicole. Y para vos Ana, felicidades! Tu papá seguro está muy orgulloso de vos, de donde esté. Lejaim!