Los dramáticos sucesos ocurridos el miércoles por la tarde en Estados Unidos, cuando una muchedumbre de seguidores de Trump irrumpió violentamente al Congreso para impedir la confirmación de Joe Biden como Presidente electo, han sido condenados enérgicamente por distintas figuras oficiales israelíes.
El Primer Ministro Biniamin Netanyahu calificó lo sucedido de “vergonzoso” y aseguró que “es digno de la más dura condena”.
Resulta interesante que Netanyahu se pronunció sobre el tema justamente al finalizar una reunión con Steve Minuchin, Secretario del Tesoro norteamericano, o sea ministro en la administración Trump, y en su presencia.
“Durante generaciones, la democracia norteamericana constituyó una fuente de inspiración para el mundo y para Israel. Siempre fue para mí una fuente de inspiración”, dijo Netanyahu. “Tumultos violentos son exactamente lo contrario de los valores que norteamericanos e israelíes santificamos”.
“El asalto al edificio del Capitolo en Washington fue vergonzoso y debe ser condenado con absoluta firmeza. Pero no tengo duda ninguna que la democracia norteamericana prevalecerá, como siempre ha ocurrido”, resumió.
Cabe recordar que Netanyahu ha tenido una relación muy estrecha con el Presidente Trump, que adoptó posturas muy favorables a Israel en diversos asuntos regionales. Lo más reciente fueron los Acuerdos de Abraham con Emiratos Árabes Unidos y Bahrein , a los que se sumó precisamente este miércoles Sudán, que ya había anunciado su decisión de normalizar relaciones con Israel y ahora lo firmó formalmente en Khartum con el mencionado Steve Minuchin.
En sus declaraciones a la prensa, con Minuchin a su lado, Netanyahu precisamente agradeció al Presidente Trump por su apoyo en este sentido, y al mismo tiempo condenó-evidentemente sin mencionarlo a él- el ataque al Congreso.
El primero en condenar públicamente los hechos en el Capitolio fue el Ministro de Relaciones Exteriores Gabi Ashkenazi, a través de su cuenta de Twitter : “Me estremeció ver el ataque al Congreso norteamericano, bastión de la democracia mundial. Debe ser condenado con toda la firmeza posible. Desde su nacimiento, Estados Unidos, con quien nos une una profunda y sólida amistad, ha sido el faro de la democracia y los valores de libertad, justicia e independencia. Estoy seguro que el pueblo norteamericano y sus representantes electos sabrán repeler este asalto y continuar defendiendo con solidez los valores sobre los que fue fundado el país, importantes para todos nosotros”.
El Ministro de Defensa y Primer Ministro alternativo Beni Gantz tuiteó que “los sucesos de ayer en Estados Unidos son estremecedores y hieren el corazón de todo aquel que cree en la democracia”.
Gantz pasó rápidamente a hacer paralelismos con algunos desafíos con los que se lidia en Israel. “A fin de no llegar a situaciones extremas en las que no se acepta la decisión del pueblo o el veredicto de un tribunal , todo líder tanto en Israel como en el mundo, debe proclamar con voz clara: sean cuales sean las decisiones siempre aceptaremos la decisión del pueblo, las sentencias de los tribunales y las votaciones de la Kneset”.
Y agregó: “Nunca pensé que vería imágenes así de la democracia más fuerte del mundo. Esto demuestra que antes de rivalidades políticas, debemos ponernos de acuerdo respecto a las reglas del juego: cuidar el gobierno de Derecho, respetar los procesos democráticos y mantener un diálogo respetuoso”.
El trasfondo de las advertencias de Gantz es claro: los crecientes ataques en los últimos años al sistema jurídico israelí y distintas instituciones del gobierno de Derecho, por parte de políticos del oficialismo y del propio Primer Ministro Netanyahu, quien llegó a alegar que la decisión de mandarlo a él a juicio es “un intento de golpe de Estado judicial”.
Y Gideon Saar, hasta hace poco miembro del Likud y actualmente candidato a Primer Ministro como representante de su recién formado partido “Tikvá Jadashá” (“Nueva esperanza”) calificó las escenas transmitidas desde Washington de “tristes” . Y recalcó: “Lo sucedido nos recuerda el peligro de la polarización y la radicalización. No se puede considerar una obviedad la democracia y sus instituciones”.
