Javier Artigas

Javier Artigas

Javier es uruguayo, presidente de las empresas Connectus Medical Group, Emotional Skills & Intelligence y MobilCue, estas última con sede en Israel. Como paciente con insuficiencia renal crónica y más tarde, trasplantado renal, trabaja para el programa MIT Solve del Massachussets Institute of Technology buscando soluciones para enfermedades crónicas a través de inteligencia artificial y emociones. Entusiasta de la artimética de las emociones, la inteligencia de señales (Sigint) y la tecnología en general, es un entusiasta de nuevos desafíos.Ha sido ganador de premios tales como: Premio MIT Technology Review, Premio Startup Nation Jerusalem, mención especial WSIS ONU, Premio Emprendo del diario El Observador de Uruguay entre otros

Columna de opinión

Uruguay y la Startup Nation en Mérida

Un amigo a quien quiero mucho, muy a menudo critica fuertemente mi posición respecto a la admiración que despierta en mí el Estado de Israel.

Invoca razones que para mí son equivocadas y que esgrimen la mayoría de personas -que aún conociendo mucho de la formación de este Estado- tienen una visión que no es la real, la que yo vi, la que admiro.

Por eso, nuestra última discusión amable -pero discusión al fin- sobre el tema, culminó cuando le dije: “Bueno, buscame un estado libre, joven, respetuoso de todas las religiones, pujante, que surgió de la nada, sea potencia y me genere admiración y quizá cambie de opinión, mientras tanto, seguiré pensando lo mismo”.

Nunca me trajo “ese nuevo país al que admirar” porque es obvio que en la actualidad hay pocos países con sistemas democráticos plenos y dentro de ellos menos aún que sean países de alta evolución tecnológica y un involucramiento de toda la población en ese resurgimiento, para mi no lo hay y no lo habrá por mucho tiempo. Porque Israel avanza a pasos agigantados día a día sin tregua. Por eso, aún hoy cuando escribo, para mí no lo hay.

Hay países pujantes pero no han convertido el desierto en vergel; hay países que conmueven pero no hasta el punto de querer volver todo el tiempo. En ocasiones me maravillo de áreas impactantes de un país. Este caso fue uno de ellos.

Muy animado viajé hace unos días -invitado especialmente por ANDE- (Agencia Nacional de Desarrollo de Uruguay) a la ciudad de Mérida en Yucatán, México para participar del FLII 2019 (Foro Latinoamericano de Inversión de Impacto ) y visitar al sistema emprendedor yucateco. Me alegré mucho cuando pisé este suelo milenario donde mucho es historia y todo nos retrotrae a civilizaciones plenas de sabiduría y conocimientos ancestrales que hacen que uno quede absorto.

Así quede impactado con sus museos, que mostraban esa vida de avanzada que cualquier turista duda si estas maravillas fueron creadas por hombres. Sorprende enormemente estas hazañas y logros arquitectónicos y de ingeniería así como astrológicos y científicos.

La naturaleza desborda y en cada cenote (extensiones de aguas transparentes entre turquesa y esmeralda) uno se siente extasiado ante tanta belleza.

En Mérida siendo invierno, la sensación térmica era de 46 grados a nuestro arribo, por lo que fue difícil para nosotros siquiera caminar o razonar con ese calor. Pero, lentamente el cuerpo se adapta y aparece Mexico en todo su esplendor.

Fueron días de gran trabajo con jornadas que debían paralizarse por momentos cuando el calor era insoportable, pero no por ello fueron menos fructíferas. Nuestra delegación, heterogénea y conformada por emprendedores sociales de áreas totalmente diferentes, pudo conocer e introducirse en el interior de la creación de emprendimientos uruguayos que en común llevan la idea de ayudar al otro de la mejor manera posible.
Todas surgieron por la necesidad imperiosa y acuciante de resolver un problema de un ser querido, de alguien conocido, de algún hijo, o de uno mismo.

Pudimos mostrar junto con Cecilia Aguirrezabala Directora de Rabbit (Rabbit® es una Incubadora de Startups con foco en hardware) los
conocimientos que adquirimos del sistema emprendedor de Israel, lo que hicimos orgullosos frente a personas interesadas en temáticas diversas.

Para Cecilia Aguirrezabala, en México en general y en la ciudad de Mérida en particular, existen excelentes condiciones (incluso mejores que en China), para que emprendedores que desean escalar la productividad e internacionalizarse, puedan hacerlo desde allí.

Ella destacó para esta nota algunos puntos importantes para emprendedores:

• Proximidad con USA y acuerdo NAFTA entre países (US, MX y
Canadá): lo que permite exportaciones rápidas entre países y libres
de ciertos impuestos, así como otros beneficios de suma importancia.

• Tamaño de la población Mexicana combinado con su alto nivel de consumo: lo que permite planear un buen plan de internacionalización en México y que producto del éxito que se pueda tener allí, se entre orgánicamente al mercado Norteamericano.
• Costos sumamente accesibles: De oficinas, espacios de cowork y otros costos asociados. Ej: www.coworker.com/search/merida/mexico

Para quien le interese, Cecilia Aguirrezabala estará dando una charla este domingo en Campus Party en Punta del Este. Aquí los detalles para quienes quieran estar presentes: Charla el Domingo 17 a las 12 hs con su charla: “Diseñados para emprender: Lecciones de la Startup Nation para un país que quiere un futuro emprendedor”  https://campuse.ro/events/campus-party-punta-del-este-2019/talk/ceciliaaguirrezabala/

En resumen, contactamos con el sistema de emprendedurismo mexicano muy fraternalmente y nos sentimos felices de estar allí: un país con enormes fortalezas que aún desarrollándose en la parte tecnológica en búsqueda de la excelencia no duda en buscar aportes de extranjeros como nosotros.

Volvimos muy entusiasmados después de conocer a nuestros nuevos amigos mexicanos, comer todo lo picante que pudimos y traer el famoso “papel picado”, las guirnaldas festivas de papel con que se suelen decorar calles y casas por cualquier evento. En ese mix de cultura, negocios, comidas con chocolate y picante a la vez, tecnología, naturaleza y lujo creativo ya no éramos más extranjeros porque aprendimos a hablar el idioma de sus universidades maravillosas y el del ritmo de esa naturaleza avasallante que empodera.


México resultó ser la tierra de las maravillas. Gracias ANDE, gracias Cecilia Aguirrezabala, amigos mexicanos, universidades, emprendedores, todos. Fue un verdadero placer compartir esa experiencia con nuestro team uruguayo y con todos los que hicieron posible este viaje.


Yo, mientras tanto, sigo esperando que mi amigo me traiga un país al que pueda admirar más que a Israel por sus logros.
Quizá me sugiera Mexico, por infinitas y milenarias razones.


Mientras tanto, yo ya saqué un pasaje a Jerusalem también por infinitas y milenarias razones. Hasta la próxima

Javier Artigas
(13 de Marzo de 2019 a las 15:10)

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