El escritor Fernando Butazzoni, orador central en el acto en memoria de David Fremd

El 8 de marzo se cumplieron tres años del asesinato de David Fremd en Paysandú. La colectividad judía uruguaya convoca a un acto en su memoria, al que seguramente también asistirán tanto figuras políticas nacionales como amigos no judíos que  quieren acompañarnos en tan solemne momento de recuerdo, compartiendo el valor del repudio al odio y el antisemitismo.

No podía elegirse mejor orador para este acto que el escritor Fernando Butazzoni, de pluma valiente y principista.

En el 2014, cuando a raíz de la guerra entre Israel y Hamas, las críticas a Israel se manifestaron en expresiones antisemitas también en Uruguay, una de  las voces  que más categóricamente salieron a condenar el fenómeno, fue la del escritor Fernando Butazzoni. Escribió en términos categóricos contra el antisemitismo, acusando inclusive a su propio campo político, la izquierda, de pecar de  ello.

Fue por eso que en aquel momento, a raíz del asesinato de David en Paysandú, le pedimos que comparta con Semanario Hebreo sus pensamientos y sentimientos. Decidimos no publicar la entrevista completa, dado que será mejor escucharlo en vivo este jueves en la NCI.

Pero es oportuno sí recordar algunas de las citas principales de la misma, precisamente para que el público todo comprenda por qué afirmamos que el acto de este jueves, es un compromiso ineludible.

-          “Es terrible, pero no me sorprendió demasiado. Desde hace años he denunciado con insistencia que existe en la sociedad uruguaya un sentimiento larvado, minoritario pero real, de antisemitismo muy agresivo. De gente anónima y gente muy conocida. Esa lacra es un estilete muy finito, pero nos atraviesa como sociedad. En esa actitud hay gente de izquierda, de centro y derecha. No es una cuestión política, sino ideológica”.

-          “El peor error que se puede cometer es restarle trascendencia al episodio. Fue gravísimo. Como escribí hace unos días: tenemos a un yihadista entre nosotros. Tan uruguayo él como su víctima. Ese tipo no nació en un frasco. Es también el resultado de una prédica, y de una tolerancia mal entendida por parte de la sociedad. No sé si hay una clara conciencia de eso”.

-         “No se puede  minimizar ni relativizar el episodio. Es gravísimo. Un acto de terrorismo en suelo uruguayo. Un musulmán que asesina a un judío con un cuchillo en el nombre de Alá. El tipo estará loco, pero eso no importa. Lo que tenemos que hacer es darle la real dimensión al hecho y prevenir actos de imitadores. No tener miedo es lo más importante. No hay que tener miedo”.