Entrevistas

Celebrando el avance en la vacunación de los niños contra el COVID-19

Con la Dra. Mónica Pujadas,epidemióloga, infectóloga pediatra y diplomada en vacunología

“La pandemia nos sigue desafiando pero también nos da oportunidades, en especial la enseñanza de que sólo trabajando todos juntos podremos salir adelante. Y que la solidaridad y la empatía deben ser mucho más que una mera expresión de palabras. En especial porque debemos aprender lecciones para enfrentar otras situaciones pandémicas que es altamente probable que tengamos como sociedad”.

Recientemente comenzó en Uruguay la vacunación de una nueva capa etaria: los niños de entre 5 y 11 años. Como todo desde el comienzo de la pandemia, también esto fue discutido por quienes se oponen a las vacunas.

Para entender a fondo el tema, es bueno hablar con quien sabe y se especializa en el tema, la Dra. Mónica Pujadas. Es médica pediatra, epidemióloga, infectóloga pediatra y diplomada en vacunología. Como docente, es Profesora Agregada de Pediatría y Ex Profesora Adjunta del Depto de Medicina Preventiva y Social,ambas en Facultad de Medicina – Universidad de la República.

Es Miembro de la Comisión Asesora Técnica de Inmunizaciones del Ministerio de Salud Pública de Uruguay, Consultora de la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud, y también fue  Integrante del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) para el manejo de la pandemia por COVID19 en Uruguay.

Y es Vicepresidenta de la Sociedad Uruguaya de Pediatría.

 

P: Dra. Pujadas, gracias por aceptar esta entrevista. Creo que lo ineludible, ante todo, es preguntar, como pediatra e infectóloga ¿con qué espíritu vives el reciente comienzo de la vacunación de una nueva capa etaria, niños de entre 5  y 11 años, contra Covid-19?

R: Básicamente prevalecen los sentimientos de alegría y emoción por poder ampliar hacia los niños de 5 a 11 años la vacunación contra COVID, en especial en esta nueva situación epidemiológica donde los escolares se contagian en mayor proporción.  

 

P: ¿Dirías que fue difícil tomar esta decisión? O sea…¿fue un debate entre ventajas y desventajas o estaba claro que esto es lo necesario para proteger a los niños?

R: Desde que comenzamos a analizar y trabajar por las vacunas contra COVID era claro que en la medida en que las evidencias y la experiencia lo permitieran, iba a ser necesario ampliar los grupos etarios. El análisis requiere considerar por un lado la información sobre las vacunas en especial sobre inmunogenicidad, eficacia, efectividad y muy especialmente seguridad; pero por otro lado a su vez es importante seguir de cerca la evolución de lo que pasa con la infección por SARS-CoV-2 en los niños y la dinámica de transmisión. Porque claramente hubo un cambio. Los niños inicialmente no estaban comprendidos en las edades más afectadas pero a medida que los grupos de mayor edad se fueron protegiendo por la vacunación, o porque se fueron enfermando de COVID19, la infección se fue desplazando a edades menores. Esto fue especialmente importante frente a la aparición de nuevas variantes como Delta u Omicron que afectan fundamentalmente a personas no vacunadas. Por tanto este análisis integral mostró que el beneficio de la vacunación superaba ampliamente eventuales riesgos, y que vacunar a niños era una necesidad. En este marco la decisión no fue difícil, de hecho se aprobó por unanimidad en la Comisión Asesora de Vacunas.

 

P: Entiendo que son ya millones los niños de estas edades vacunados en otras partes del mundo y que los efectos secundarios registrados han sido menores inclusive que los de niños y jovencitos mayores. ¿Dirías que se emprende esta etapa con una sensación de gran seguridad?

R: Uruguay corre con la ventaja de poder contar con la experiencia comunicada por los países que iniciaron antes la vacunación, además de la información surgida en los ensayos clínicos de fase 3 publicados en revistas arbitradas y revisadas por pares. Y como tú bien señalas, en más de 8 millones de dosis administradas por ejemplo en Estados Unidos, ha sido extremadamente bajo el porcentaje de efectos adversos, Incluso menos que los reportados para la franja de edad adolescente que ya de por sí son pocos. Esta es una población por otra parte que habitualmente recibe vacunas, de diferente tipo, y que responde inmunológicamente muy bien. La plataforma que se está aplicando a niños en Uruguay, de ARNm (vacuna Pfizer) con la dosis adaptada  para niños, es la misma que se viene utilizando desde hace más de un año en todo el mundo con muy pocos efectos adversos reportados. Por tanto se consideran vacunas con un muy buen perfil de seguridad. De todos modos es importante vigilar activamente los eventuales eventos adversos que se puedan presentar, vigilancia que se lleva a cabo en nuestro país.

 

Y en términos generales

P: Quisiera dar “marcha atrás” por un minuto, o sea plantear unas preguntas sobre los niños y la pandemia, no sólo sobre esta nueva etapa de vacunación. Al principio la sensación era que los niños no se ven afectados por el Coronavirus. Con el tiempo quedó claro que sí se contagian y se enferman, aunque menos que los adultos, y que también pueden llegar a estar graves. ¿Cuáles serían tus apreciaciones generales sobre lo vivido en Uruguay en la pandemia en relación a los niños?

R: Si hay algo que viene caracterizando esta pandemia es que constantemente pone de relieve la necesidad de análisis permanente,  de seguir aprendiendo con humildad, de monitorear y adaptar las medidas a las distintas realidades, y muy especialmente que lo que en un momento parece una verdad clara más tarde cambia y nos obliga a adaptarnos a nuevas situaciones. Esto se dio también en Uruguay. La epidemiología de la infección por SARS—CoV- 2 en niños y adolescentes en nuestro país fue cambiando. Como comentábamos antes, los niños inicialmente no estaban comprendidos en las edades más afectadas pero a medida que los grupos de mayor edad se fueron protegiendo comenzaron a aumentar las infecciones en niños. Si bien los niños pueden cursar la infección en forma asintomática o con síntomas leves también pueden enfermar en forma más grave y requerir hospitalización o incluso fallecer. En especial en la edad pediátrica pueden presentarse complicaciones como el PMIS-C (síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico asociado a COVID, abreviado así por sus siglas en inglés) una condición que puede comprometer el corazón, pulmón, riñón, cerebro, piel, ojos y aparato gastrointestinal, neumonía, insuficiencia respiratoria y compromiso cardiovascular, pudiendo dejar secuelas. 

P: En Israel le llaman PIMS…

R: Pues te diré que además, al igual que en los adultos, se ha confirmado que los niños pueden presentar el llamado síndrome de COVID prolongado (long COVID) que se define como la presencia de síntomas y signos que continúan o se desarrollan después de un episodio agudo de COVID19 e incluye COVID19 persistente (desde 4 a 12 semanas) y síndrome post COVID19 (12 semanas o más). Las manifestaciones clínicas descritas en niños que cursan este síndrome comprenden síntomas de múltiples aparatos y sistemas incluyendo tos, dificultad respiratoria, dolor torácico, palpitaciones, taquicardia, fatiga, dolores musculares, diarrea, y dolor abdominal, debilidad e imposibilidad de reintegrarse a deportes, dificultades para la concentración, déficit atencional, ansiedad, depresión, bajo rendimiento escolar entre otros. 

P: ¿Hubo en Uruguay casos de niños que pasaron la enfermedad muy levemente o inclusive asintomáticos y luego tuvieron que hospitalizarse por el conocido síndrome PIMS---o PMIS-C ?

R: Sí, en nuestro país también se han presentado casos de síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico, algunos de ellos en pacientes que cursaron la infección por SARS-CoV-2 en forma asintomática. Y también estamos asistiendo a niños con síndrome de COVID prolongado.

 

P: Y está el tema de si contagian o no…

R: El rol de los niños y su capacidad de transmitir el SARS-CoV-2 también fue cambiando. Inicialmente era menos probable que contagiaran y se situaban al final de las cadenas epidemiológicas en los informes del MSP. Reflejaban lo que ocurría en la población general, se contagiaban de adultos y era muy raro que generaran brotes y/ o fueran caso índice. Esto incluso fue reafirmado al mostrarse el bajo impacto que tuvo el cierre escolar en la evolución de la epidemia en Uruguay. Sin embargo, dado el aumento porcentual de casos en niños se observó un mayor índice de contagios escolares reportados en el mundo y en nuestro país. También se constató aumento de los contagios entre pares, así como de niños a adultos y de niños que constituían caso índice. 

 

Números que hablan: niños y COVID en Uruguay

P: ¿Qué números resumen el tema del Coronavirus y los niños en Uruguay?

R: A modo de resumen según los datos comunicados por el Ministerio de Salud Pública los menores de 15 años con infección por SARS-CoV-2 desde el inicio de la epidemia el 13 de marzo de 2020 al 8 de enero de 2022 contabilizaban 66.000 con una tasa de incidencia de 9501 por 100.000 habitantes. Esto quiere decir que pasaron de ser el 1,3 % del total de casos notificados en Uruguay como era en el inicio a ser el 14,8%.

P: Impresionante el aumento.

R: Así es. Según el reporte del Departamento de Vigilancia en Salud del MSP con fecha al 23 de noviembre de 2021, se identifica un crecimiento de la tasa de incidencia de casos de niños a expensas del aumento significativo en niños de 5 a 11 años. A esa fecha en el país 491 niños habían requerido internación, (71 en cuidados intensivos) y se reportaban 3 fallecimientos en menores de 15 años. En relación a la dinámica de transmisión también en ese informe de DEVISA se mostró que durante el mes de octubre de 2021 se identificaron y rastrearon 33.641 contactos de COVID-19.  En el 42,6% de los contactos (14.337), el caso índice era menor de 12 años. En promedio los menores de 12 años generaron 11 contactos por cada caso confirmado, mientras que los mayores de 12 años generaron 7 contactos. 

P: ¿Y qué sabemos ya ahora sobre el Omicron y los niños?

R: Si bien se continúa analizando lo que sucede con Omicron y su presentación clínica, ya se sabe bien su alta eficiencia para contagiar y que afecta especialmente a los no vacunados, dentro de los cuales hasta ahora se encontraban los menores de 12 años.

 

Análisis no sólo médico sino emocional

Vacunación, una solución segura y recomendable. La Dra. Pujadas, cuando le llegó el turno

 

P: Mónica, una pregunta que va más allá del análisis científico. Sos tanto infectóloga como pediatra . Estás en contacto con niños y me permito adivinar que el tema no es solamente darles un remedio sino contenerlos, apoyarlos, prestarles atención. ¿Qué te parece que esta pandemia ha hecho a los niños?

R: Creo que el impacto de la pandemia en los niños es tan grande que identificar su real dimensión es difícil. Y que sin duda nos implica un gran desafío el poder revertir o al menos mitigar el daño, además de que probablemente lleve mucho tiempo. En primer lugar por lo que se dio en llamar la parapandemia, es decir, los fenómenos relacionados con las medidas que necesariamente los países debieron adoptar para enfrentar la pandemia. Esto incluyó desde interrupción de la presencialidad escolar, de actividades deportivas, de tratamientos ambulatorios de atención del desarrollo por ejemplo de entre otros. Se perdieron así oportunidades de promoción, detección e intervención del desarrollo trastornos de la salud mental de identificar situaciones de disfunción familiar o violencia.

P: Un tema sumamente difícil sin duda…muy doloroso.

R: Así es. Y por otro lado aumentaron significativamente los trastornos alimentarios, la obesidad, los trastornos del humor, la depresión, alteraciones del sueño. Vivimos esta situación a diario en la consulta pediátrica. Y dado que los niños reflejan el impacto de lo que sufre la sociedad toda, también hay que considerar que aumentaron las familias con necesidades básicas insatisfechas y los problemas socioeconómicos. Finalmente la alteración de los procesos educativos condicionó varios problemas de aprendizaje, todo lo cual va a requerir que la sociedad en su conjunto deba trabajar desde los distintos sectores (salud,educación, economía entre otros) para lograr revertir y mejorar esta situación.

 

Ciencia y Política en una sociedad en pandemia

P: Como médica y científica ¿dirías que esta pandemia ha cambiado a la humanidad, ha alterado-para bien o para mal- el vínculo entre ciencia y polítca, el lugar de la ciencia en la sociedad?

R: Creo que ha posicionado  el vínculo entre la ciencia y la política en un rol que no había quedado tan explícito antes. Ha quedado claro que cuando las decisiones se basan en recomendaciones sustentadas en evidencias, análisis e información como se hace desde la ciencia, los resultados son más auspiciosos. Y también hay que destacar la experiencia en Uruguay de la relación generada entre la ciencia y la población.

P:  En este sentido es ineludible recordar la actuación del GACH, que inspiró mucha confianza en la ciudadanía. Y tú fuiste miembro, una de las expertas parte del equipo, que por suerte iba más allá de los rostros más visibles, los responsables centrales, el Profesor Rafael Radi, el Profesor Henry Cohen y el Ingeniero Fernando Paganini. Mónica…¿Algo que desees agregar? Lo que quieras.

R: Como creo que hemos hablado en otras ocasiones, la pandemia nos sigue desafiando pero también nos da oportunidades, en especial la enseñanza de que sólo trabajando todos juntos podremos salir adelante. Y que la solidaridad y la empatía deben ser mucho más que una mera expresión de palabras. En especial porque debemos aprender lecciones para enfrentar otras situaciones pandémicas que es altamente probable que tengamos como sociedad.

Ana Jerozolimski
(22 Enero 2022 , 16:12)

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