Con el anhelo de paz que ha sido una constante en el Comité Central Israelita del Uruguay en toda su historia, saludamos el alto al fuego acordado en la noche de ayer entre Israel y la Yihad Islámica. Israel logró evitar incursiones terroristas que estaban a punto de ocurrir. Esto no implica cambios en los objetivos a largo plazo de la Yihad ni tampoco que el grupo vaya a pagar algún precio dentro de Gaza por las muertes que ellos mismos causaron con disparos fallidos que afectaron a la propia población gazatí.
Con el anhelo de paz que ha sido una constante en el Comité Central Israelita del Uruguay en toda su historia, saludamos el alto al fuego acordado en la noche de ayer entre Israel y la Yihad Islámica.
Somos conscientes de que esto no traerá la paz dado que la esencia misma del grupo autodenominado Yihad Islámica es la guerra. Su objetivo, claramente enunciado, es la guerra por tiempo indefinido hasta la destrucción de Israel. Sus miembros se ejercitan en forma permanente con el fin de perpetrar atentados y ataques de diversa índole, preferentemente a la población civil de Israel. Su fuente de financiamiento y de armamentos es el régimen islamista de Irán, el cual desde el mismo momento que llegó al poder en 1979, declaró su intención de exportar la revolución islámica, lo cual no es otra cosa que una pretensión hegemónica –mundial- de su cosmovisión teocrática-totalitaria.
El significado de este alto al fuego es que Israel logró evitar incursiones terroristas que estaban a punto de ocurrir y la Yihad Islámica no pudo sostener por más tiempo la pulseada. Esto no implica cambios en los objetivos a largo plazo de la Yihad ni tampoco que el grupo vaya a pagar algún precio dentro de Gaza por las muertes que ellos mismos causaron con disparos fallidos que afectaron a la propia población gazatí.
COMITÉ CENTRAL ISRAELITA DEL URUGUAY
