Este jueves a media mañana el gobierno de Israel encabezado por el Primer Ministro Yair Lapid aprueba el acuerdo marítimo con Líbano y Lapid lo firma en Jerusalem. Horas más tarde, se lleva a cabo una ceremonia de suscripción en el cuartel de la ONU en Nakura, junto a la frontera israelo libanesa, aunque Líbano rechazó que se trate de un acto conjunto, para no dar la impresión de normalización de relaciones con Israel.
Para evaluar la nueva situación, conversamos con el Brigadier General (ret) Assaf Orion, investigador en el Instituto de Estudios de Seguridad Nacional de Tel Aviv y en el Washington Institute, quien sirvió durante 32 años en las Fuerzas de Defensa de Israel. Entre otros temas, se especializó en el rol de los Cascos Azules de la Fuerza Interina de las Naciones Unidas en Líbano (FINUL, o UNIFIL en inglés), habiendo encabezado, durante sus años en Tzahal, la delegación de las Fuerzas de Defensa de Israel a las conversaciones tripartitas con la FINUL y con las FFAA libanesas. También participó en el diálogo de seguridad con Estados Unidos, representó a Tzahal en conversaciones con los palestinos y desempeñó funciones en el Servicio de Inteligencia.
Assaf Orion es Licenciado en Lengua y Literatura árabe y en Historia de Medio Oriente de la Universidad de Tel Aviv.
“Creo que tenemos aquí una combinación compleja. Por un lado hubo amenazas de Hizbala y por otro puede que aquí tengamos la forma de evitar un conflicto por el tema de la frontera marítima, aunque este acuerdo no quita del medio totalmente el potencial de otros enfrentamientos”, comenta Orion.
Cabe recordar que Hizbala había amenazado que si Israel comenzaba a extraer gas del yacimiento Karish antes de llegarse a un acuerdo, atacaría. Cabe recordar que Lapid dijo siempre que lo de Karish, que está claramente del lado israelí, no tiene nada que ver con el acuerdo con Líbano, y en efecto, apenas fue posible técnicamente, se comenzó (esta semana) a extraer gas.
“El acuerdo, si deja el control del otro yacimiento, Kana, del lado libanés, divide los recursos y permite en principio que Israel explote Karish sin interferencias, pero debemos tener presente que no es que Hizbala ha tenido reparos hasta ahora en atacar lugares que están dentro de Israel”, señala Orion.
Recuerda que mucho dependerá de la verdad en el terreno, que se sabrá más adelante: si realmente hay gas en el yacimiento Kana. Los expertos han dicho que sí pero se podrá confirmar recién cuando se comience a trabajar en el lugar.
“Es importante tener en cuenta que de fondo hay algunos elementos basados en suposiciones, aunque profesionales, y que hay que esperar que se concreten”, aclara Orion. “No dependen de nosotros. De todos modos, recordemos que la mayor parte de las serias dificultades económicas de Líbano no son producto de falta de recursos del país sino del hecho que se roba a si mismo. Alguien roba”.
Preguntamos, ineludiblemente, sobre Hizbala, que tanta fuerza tiene en Líbano y que constituye su principal fuerza armada. “Este acuerdo, por un lado, puede ayudar a que Hizbala se calme y deje de amenazar, y por otro lado puede creerse su propia propaganda y decir que ganó, presentar el acuerdo como resultado de sus amenazas y como señal que Israel es débil de lo cual podría deducir que le vale la pena presionar en otros puntos. Conocemos su mentalidad”.
El problema de fondo, cuando entran en juegos elementos cuya forma de pensar es tan distinta de la de un país occidental democrático, es que su lógica es muy distinta de la racional. Siempre hay que mantenerse alerta. “Básicamente, el potencial de escalada frente a Hizbala siempre existe por su forma de actuar, por su agenda, porque podemos chocar en Siria, porque seguiremos operando contra la instalación allí de Irán”, resume Orion. “El acuerdo es bueno, pero debemos tener presente que no es un acuerdo de paz que pone fin a la necesidad de estar bien atentos”.
Pedimos ajustar este último punto resumirlo en forma categórica: ¿Es o no el acuerdo bueno para Israel? Assaf Orion es claro: “Si Hizbala no logra crear la impresión equivocada que esto se dio porque doblegó a un Israel débil , sí, el acuerdo es bueno. Claro que Hizbala puede decir esto de todos modos, porque así habla. Pero puede, en su fuero íntimo, entender que la verdad es otra”.
Y agrega: “La superficie marítima sobre la que se pactó en el acuerdo, no es tierra ancestral de la patria. Al mismo tiempo, la gran ganancia en términos políticos, es un tanto abstracta ya que el tema del florecimiento económico libanés que supuestamente aportará estabilidad y tranquilidad, que permita que nos dejen en paz, la calma en términos de seguridad, todo eso es en cierto modo incierto. Pero así es también con acuerdos de paz. Cuando nos retiramos del Sinaí y lo entregamos a Egipto, no podíamos tener plenamente claro que Egipto había terminado realmente con la guerra. Llevó un tiempo más hasta que eso se estabilizó completamente”.
Preguntamos cuáles son los riesgos.
“Si al final no encuentran gas en el yacimiento Kana y Líbano se enfurece, aunque eso no depende de nosotros y fueron los expertos que ellos contrataron los que dijeron que hay gas, si Hizbala decide abrir un frente por cualquier cosa, eso no significa que Israel puede dar marcha atrás fácilmente del acuerdo. Es un compromiso político firmar un acuerdo internacional.Por otra parte, la esperanza que reine la paz, que haya tranquilidad, que no nos ataquen y todo lo que deriva de ello, es a otro nivel. Son cosas reversibles. El acuerdo es bueno, pero mucho dependerá de ahora en más de cómo Hizbala lo presente y de lo que quiera o no hacer Irán”.
