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La Educación Judía Según Labán - Trayendo a Casa al Distanciado - El Gato - Los Nombres Judíos

 

No. 181

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LA EDUCACIÓN JUDÍA SEGÚN LABÁN

Por Naftali Silberberg

Luego que Iaacov y su familia huyeron de la casa de Laban, este los persiguió y los alcanzó en el Monte Gilead. “Las hijas son mis hijas y los hijos son mis hijos,” exclamó. “¿Que les podría hacer a estas hijas mías hoy, o a sus hijos que han tenido?”

La Torá es polifacética, y aun afirmaciones aparentemente simples contienen profundos significados. Las palabras de Laban a Iaacov también pretendían comunicar un mensaje más profundo y mucho más siniestro. Iaacov en ese momento era un judío avanzado en edad, de casi cien años. El recibió su educación en los hogares de Abraham e Itzjak, y concurrió a una Ieshivá la mayor parte de su vida, el clásico judío de barba blanca de la vieja generación. Laban representaba el extremo opuesto; un astuto, comerciante impío que pasó toda su vida persiguiendo el peso extra. Cuando Laban vio que la intención de Iaacov era educar a sus hijos en el camino de Abraham e Itzjak, como abuelo preocupado le dio a Iaacov un consejo no solicitado.

“Tus métodos están bien para la 'vieja generación', pero los hijos son míos. La nueva generación debe ser adecuadamente educada para que sean profesionales exitosos, sin malgastar su tiempo enseñándoles leyes y filosofías que no les ayudaran a ganar un centavo.”

Iaacov, sin embargo, entendía que la sagacidad en los negocios no es la única clave para el éxito. Sí, la Torá dice que “D-os te bendecirá en todos tus emprendimientos”, significando que D-os espera que trabajemos, no que dependamos de maná del cielo; pero nuestro trabajo es meramente el canal a través del cual fluyen las bendiciones de D-os. Fortalecer nuestra conexión con D-os a través del estudio de Torá y la observancia de las mitzvot aumenta el flujo de bendiciones. Si los caños no están conectados a una fuente de agua, ¡agrandar el tamaño de los caños no solucionará el problema!.

La verdadera educación judía inculca dentro de los niños este entendimiento vital. Esto infunde en los niños la fuerza de salir al mundo, y no ser intimidados por él, porque es meramente una herramienta divina que nos provee con el sustento que ya está preordenado para nosotros.

TRAYENDO A CASA AL DISTANCIADO

[Raquel] lo llamó Iosef (José) [“Que El agregue” en Hebreo], diciendo, “Que D-os agregue otro hijo para mí.” (Bereshit 30:24)

La plegaria de Raquel resume la misión espiritual de José en la vida: el convertir a “otro”, es decir a un aparente extraño, en un “hijo”. Esta misión se expresa en tres formas. Primero, en hacer que el mundo material, que parece estar separado de D-os, reconozca y celebre su fuente Divina. Segundo, en el arrepentimiento personal, a través del cual nos transformamos de extraños “otros” en “hijos” que pertenecen. Tercero, en acercarnos a aquellos que parecen apartados de D-os, revelándoles que son hijos queridos de D-os, para quienes vivir la vida de acuerdo al plan de D-os es simplemente natural.

No nos sintamos fuera de lugar o incapaces de efectuar dichas transformaciones, porque no trabajamos sin ayuda. Raquel dijo “Que D-os agregue para mi otro hijo”, nosotros somos sólo instrumentos de D-os, y es realmente Él quien recibe cariñosamente a Sus hijos distanciados en casa.

Hitvaaduiot 5743, vol. 2, pág. 783. 

Hitvaaduiot 5745, vol. 2, pág. 1112.

Génesis (Bereshit)  28:10 – 32:3

La séptima sección del libro de Génesis comienza con la crónica del tercer patriarca, Jacob. Se inicia cuando el se va (Vaietzé, ‘él se fué’ en Hebreo) de Canaán para encontrar una esposa entre sus parientes en Aram. Se casa con cuatro mujeres allí y engendra una familia grande, y así también acumula una fortuna considerable con ayuda Divina. Después de veinte años, huye secretamente de Aram, temiendo que su posesivo suegro Labán intente evitar que se vaya. Pero después que Labán lo alcanza, hacen las paces.

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EL GATO

Por Yanki Tauber

El sexto Rebe de Lubavitch, Rabino Iosef Itzkak Schneersohn, fue desafiado una vez…

"¿Dígame, Rebe, cómo puede usted en estos días y tiempos, insistir todavía que la Torá es la pura palabra de D-os? ¿No duda de que tantos críticos de la Biblia y hombres de ciencia desechen sus creencias?"

El Rebe respondió con una historia:

Un joven inventor ambicioso trabajó durante muchos años en un proyecto. Finalmente, escribió a su mentor, gran ingeniero bajo cuyo tutelaje él había estudiado, diciéndole que él deseaba presentarle su trabajo para la crítica de su maestro. El gran ingeniero le contestó que estaría en la ciudad natal del hombre joven en unas semanas, y que estaría más que contento en verlo y ofrecerle sus comentarios sobre la invención de su querido estudiante.

A medida que el día designado se acercaba, el joven aumentaba su agitación. Sentía que ésta era la prueba más importante de su carrera. Veía su invención como la máxima encarnación de su creatividad; la opinión de su mentor sería la culminación de sus éxitos.

Cuando se despertó esa mañana, supo que no iba a poder enfrentar el veredicto de su mentor. Dejó su proyecto en la mesa de estudio, junto con una nota en que le pedía perdón por su ausencia y le pedía a su maestro que pusiera por favor por escrito sus comentarios. Después de decirle a su esposa que dirigiera al ingeniero al estudio, dejó la casa y salió a la calle.

Era tarde ya cuando volvió a su estudio. Tan pronto como miró hacia la mesa, lanzó un grito y se derrumbó en su silla. Su esposa, apresurándose al lado de su marido, lo encontró blanco como una hoja de papel y con una mirada de desesperación absoluta en sus ojos. En la mesa estaba el proyecto de su invento, tachado de lado a lado con unas grandes líneas de tinta negra.

"Parece que se arruinó, ¿no?," dijo a su esposa. "¿Pero puedes volverlo a dibujar de memoria?"

"¿Dibujarlo de memoria? Cada línea en ese diagrama está grabada en mi mente. Yo puedo dibujarlo en mi sueño. ¿Pero ése no es el problema, no?"

"¿Entonces cuál es el problema?", preguntó la buena mujer.

"¡El problema es que el más grande ingeniero de la tierra ha tachado los últimos diez años de mi vida!"

"¿Tu maestro?,"dijo la esposa del inventor. "Él envió un mensaje que no podía venir hoy. Lo que pasó fue que el gato se subió a la mesa y tiró el tintero."

LOS NOMBRES JUDÍOS

El nombre es mucho más que una mera etiqueta que facilita el reconocimiento de las personas. Al usar tu nombre judío, estás afirmando que estás orgulloso de tu patrimonio judío. La tradición nos cuenta que los judíos del antiguo Egipto conservaron sus nombres judíos. Esa fue una de las maneras con las que lograron mantenerse como un pueblo cohesivo y merecieron la redención.

Tu nombre judío es el canal a través del cual te llega la vida desde Arriba. De hecho, los cabalistas dicen que cuando los padres le ponen el nombre a su hijo, están experimentando una clase de profecía porque, de alguna manera, el destino de ese hijo está envuelto en la combinación de las letras hebreas que componen su nombre.

Las niñas lo reciben durante la lectura de la Torá en la sinagoga. El rabino o el líder de la Torá recita una plegaria para la salud de la madre y de la hija, y el padre pronuncia el nombre que eligieron ambos progenitores. Dado que la Torá es la fuente de todas las cosas buenas, dar el nombre en su presencia lo llena de bendición.

Los varones lo reciben en el brit milá (circuncisión), cuando entran al pacto de Abraham y se transforman en miembros de la nación judía como lo indica la ley.

Algunos detalles:

• ¿Nunca te pusieron un nombre judío? ¿Te estás por convertir al judaísmo? Elige uno con el cual te identifiques. A menudo, la gente elige uno que suene parecido al que tiene no judío o que tenga un significado parecido, o ambos.

• Tradicionalmente, los judíos les ponen a sus hijos los nombres de familiares o de personas santas. A veces, los judíos sefaradíes les ponen el nombre de un antepasado que aún esté con vida; pero no así los judíos ashkenazíes.

• Cuando oramos por alguien, tenemos en mente el nombre judío de esa persona y el de su madre. Pero cuando llamamos a un hombre a la Torá, usamos su nombre judío y el de su padre.

• El cambio de nombre puede producir un cambio de suerte. Es por eso que cuando alguien está muy enfermo y corre peligro de vida, muchas veces se le pone un nombre adicional.

 

 

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