Claro está que para Catar, anfitrión del Mundial,el evento futbolístico internacional es una herramienta para intentar blanquear su imagen. Y para ello, no quiere que nadie le arruine el ambiente. Por eso, al empezar el Mundial, Catar envió al embajador especial Muhamad el-Amedi a la Franja de Gaza, a dejar en claro a Hamas, que gobierna dicho territorio, que no quiere problemas de ningún tipo hasta que termine la competencia.
Sus esfuerzos fueron infructuosos y este sábado por la noche, fue disparado un cohete desde Gaza hacia territorio israelí.
Un fuerte estruendo se oyó en la zona del Consejo regional Shaar HaNegev en el sur de Israel, una de las áreas adyacentes a la Franja de Gaza, a raíz del impacto de un cohete lanzado segundos antes desde el territorio vecino. El disparo detonó las alarmas pero no activó el sistema de defensa Cúpula de Hierro, al parecer porque su computadora registró que la caída sería en una zona descampada y no en un punto habitado.
El lanzamiento tuvo lugar exactamente un mes después del último hasta el momento.
Si bien nadie reivindicó formal y oficialmente el disparo, en Israel hay prácticamente certeza que el ataque fue obra de la organización terrorista Yihad Islámica. Es que ésta prometió vengar la muerte de dos de sus jefes en la zona de Jenin, que murieron en enfrentamientos con tropas israelíes días atrás.
Cuando el representante oficial catarí llegó a Gaza hace pocas semanas, estaba claro que no era para mirar el primer partido del Mundial entre su país y Ecuador con los palestinos, sino para transmitir su mensaje. Pero parecería que en el Yihad Islámico, lo tomaron con pinzas.
Catar tiene palancas de presión sobre los palestinos ya que en los últimos años ha estado prestando ayuda humanitaria, tanto pagando cuentas de combustible y electricidad, como financiando una modesta ayuda a familias carenciadas, que para Gaza es muy significativa.
Si bien hubo un disparo ,no es de descartar que sin la presión catarí, habría habido un ataque mucho mayor.
