Foto: Ariel Jerozolimski
De cara a la “celebración” este miércoles 13 de diciembre del 35° aniversario de la organización terrorista Hamas, yo recuerdo.
Recuerdo a sus víctimas asesinadas. Hombres, mujeres y niños.
Recuerdo que así quedó el ómnibus número 18 que estalló en la calle Yafo de Jerusalem en uno de los númerosos atentados terroristas de Hamas en 1996, época de negociaciones. Uno de muchos. Sólo un ejemplo entre tantos otros, demasiado numerosos.
Recuerdo los explosivos en los ómnibus y los restaurantes, en los supermercados y discotecas, en tantos otros blancos puramente civiles.
No muertos por error ni daños colaterales no buscados, sino asesinatos de civiles muertos por ser israelíes y judíos o vivir con ellos, por la expresa intención premeditada de los terroristas de asesinarles.
Esta imagen tomada por Ariel Jerozolimski, fue tapa de Semanario Hebreo el 15 de enero del 2009, cuando Israel estaba llevando a cabo uno de los operativos anti terroristas contra Hamas en Gaza , siendo criticado por cada caso –lamentable por cierto- de civiles muertos en Gaza.
No es fácil observar esta foto.
Pero cuando parte del mundo condenaba a Israel por la muerte de civiles en Gaza, además de lamentar que inocentes palestinos pierdan la vida, consideramos necesario recordar que tras muchos años de contención, Israel no tuvo más remedio, finalmente, que responder y tratar de neutralizar la amenaza. También ahora, debe seguir defendiéndose en diversos frentes, del terrorismo que va cambiando a veces de forma, pero no desaparece. El terrorismo de Hamas comenzó antes de la invención de los cohetes Kassam que comenzaron a ser lanzados desde Gaza hacia Israel mucho antes de aquel 2009 del operativo “Plomo fundido”.
Ahora, al cumplir Hamas 35 años, recordemos que la organización que gobierna Gaza desde junio del 2007, con una responsabilidad de gobierno que no cumple en pro de su pueblo, sigue preparándose para la guerra, sigue sin reconocer el derecho de Israel a existir y tratando continuamente de prender fuego a Cisjordania para que Israel arda.
Con esta imagen, recordemos que el monstruo del terrorismo no ha desaparecido.
