Mundo Judío

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¿Qué Tiene que Ver esto con D-os? - Provocando las Bendiciones de D-os - Un Judío en Jeep - Tu B'Shvat

 

 

No. 190

Beshalaj
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Horario de velas en Montevideo, Viernes  3/2 19.32 hs.

Demás localidades ver en  www.jabad.org.uy

¿QUE TIENE QUE VER ESTO CON D-OS?

Por Yossy Goldman

¿Es posible ser espiritual y egoísta al mismo tiempo? Veamos unas palabras de Torá que arrojan luz sobre esta pregunta.

"Vaiasa Moshé et Israel miam suf" - "Moshé sacó a los israelitas del mar Suf" (Shemot 15:22). El gran milagro ya sucedió. El mar se partió y el ejército egipcio no existe más. La palabra "vaiasa" implica que Moshé tuvo que forzar a su pueblo a seguir adelante. ¿Pero por qué fue necesario? ¿Por qué no seguirán adelante por sí mismos?

De acuerdo a Rashi, el enemigo estaba tan confiado en su victoria contra los israelitas que adornaron sus caballos y carruajes con oro, plata y piedras preciosas. Esos tesoros ahora estaban apareciendo en la orilla del mar, y los judíos estaban recolectando las riquezas. Así que no tenían ganas de seguir adelante. Pero Moshé dijo que tenían una cita con D-os en el Monte Sinaí. Como el líder de la nación, tuvo que obligarlos a continuar su viaje.

El Zohar da una explicación más espiritual. Se nos enseña que la revelación Divina en la partición del mar fue una experiencia extraordinaria. "Lo que una simple sirvienta vio en el mar, ni los más grandes profetas tuvieron el privilegio de ver". De acuerdo con esta visión mística, no era la riqueza material con lo que estaban obsesionados, sino con las increíbles delicias espirituales que estaban experimentando.

De cualquier forma, Moshé tuvo que hacerlos avanzar hacia su cita con el destino. La pregunta es esta: si era oro y plata lo que estaba retrasando su viaje al Sinaí, podemos entender la necesidad de Moshé de apresurarlos. Pero si era la experiencia espiritual de una revelación, ¿por qué seguir adelante? ¿Por qué no quedarse lo más posible? Seguramente, ¡cuanto más Divina la revelación, mejor!

La respuesta es que D-os estaba llamando. Todo el propósito del Éxodo y los milagros en Egipto y el mar eran nada más que para recibir la Torá en el Sinaí. Esa era la Revelación que le daría al pueblo Judío su forma de vida única y su razón de ser. Sinaí representa nuestra misión y mandato. Sinaí nos hizo los mensajeros de D-os en la Tierra. No importa cómo entendamos el concepto de Pueblo Elegido, fue la experiencia en el Sinaí lo que nos hizo eso. Cualquier desvío o distracción del viaje al  Sinaí está por lo tanto fuera de cuestión, no importa cuan elevado o espiritual sea.

No es sorprendente aprender que el oro y la plata no son importantes como el Sinaí. Pero que la espiritualidad, también, deba quedar en un segundo lugar con respecto al Sinaí es una noticia importante. ¿Y qué es exactamente el Sinaí? Torá. ¿Y qué es la Torá? La voluntad de D-os. En otras palabras, lo esencial es: ¿Qué quiere D-os? ¿Cómo quiere que actuemos y vivamos nuestras vidas? La gran noticia aquí es que incluso las más increíbles experiencias espirituales, la más extraordinaria revelación, no es tan importante como hacer lo que D-os quiere que hagamos.

Este es un mensaje muy importante que surge de esta sola palabra "vaiasa". No es lo que nosotros queremos lo que cuenta, sino lo que D-os quiere. Si queremos dinero y diamantes, y El quiere darnos Su Torá, entonces dejamos el botín y vamos al Sinaí. Y aun si es una experiencia espiritual lo que buscamos, y D-os dice que vayamos al Sinaí, vamos al Sinaí y dejamos la inspiración espiritual para otro momento.

A veces podemos quedar tan atrapados en nuestra propia espiritualidad que nos volvemos muy egoístas. Espiritualmente egoístas por supuesto, pero no obstante egoístas. Al fin de cuentas, no importa si estamos en el materialismo o monoteísmo, dinero o metafísica. La pregunta decisiva, y de hecho la única pregunta es: ¿qué quiere D-os de mí en este momento? ¿Dónde debería estar y que debería hacer ahora?

Así que si se encuentra en una duda o en medio de un difícil dilema, pregúntese esto: ¿qué querría D-os? Puede no ser muy espiritual, pero si es lo correcto, eso lo hace Divino.

PROVOCANDO LAS BENDICIONES DE D-OS

[D-os le dijo a Moisés] “Toma tu bastón y levanta tu brazo sobre el mar.” (Shemot 14:15)

La partición del Mar de Juncos fue un evento milagroso y sobrenatural. Pero tenía que haber una acción natural que “encendiera” el milagro: D-os le ordenó al pueblo que siga adelante y a Moisés que levante su bastón sobre las aguas. D-os siempre requiere primero de algún acto humano y recién luego hace los milagros.

Esto es debido a que las cosas que ocurren sin nuestra participación no nos afectan verdaderamente. Sólo cuando hacemos algún esfuerzo apreciamos el milagro de D-os. Lo mismo se aplica a todas las áreas de la vida. Pedir las bendiciones de D-os no es suficiente; debemos hacer algún esfuerzo que pueda servir como conducto para la bendición.

Hitvaaduiot 5742, vol. 2, págs. 561-562.

Éxodo (Shemot)  13:17 – 17:16

La cuarta sección del libro de Éxodo comienza con el momento después de que el Faraón “expulsa” (Beshalaj en Hebreo) a los judíos de Egipto. Los judíos viajan hacia el Monte Sinaí para recibir la Torá, pero son perseguidos por el Faraón y el ejército egipcio. D-os parte el Mar de Juncos, permitiendo a los judíos pasar a salvo y luego ahoga a los egipcios en él. Los judíos continúan hacia el Monte Sinaí, con D-os proveyéndoles milagrosamente de comida (maná) que caía del cielo y agua que manaba de una roca. Cuando están por llegar a su destino, los judíos son atacados por la nación de Amalek.

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UN JUDÍO EN JEEP

Por Tuvia Bolton

Durante los días finales de la campaña militar de Israel en Líbano llamada "Paz en Galilea" en 1982, yo era parte de un grupo de diez Jasidim de Jabad que recibió el permiso del ejército para entrar en Beirut y animar a los soldados. Los soldados nos dieron la bienvenida como si estuviéramos anunciando el final de la guerra. La noche entera fuimos de grupo en grupo, cantando, bailando, hablando, riendo, y por supuesto, haciendo Lejaim (brindando).

No había tiempo para dormir. Al despuntar el alba, sacamos nuestros Tefilín de las bolsas y empezamos a preguntarles si querían realizar un mitzvá y ponérselos durante un minuto.

A esa hora de la mañana la mayoría de los soldados estaban todavía durmiendo. Di una vuelta buscando "clientes" y pasé delante de una línea de aproximadamente diez jeep abiertos, con dos soldados sentados en cada uno. Sus motores estaban encendidos y estaban esperando en esa helada mañana salir en una misión. Debe haber sido alguna clase de expedición de combate, porque estaban armados hasta los dientes y llevaban voluminosos chalecos a prueba de bala y cascos de acero.

Me acerqué al primer jeep y les pregunté si querían ponerse los Tefilín y un soldado estuvo de acuerdo. Cuando terminó, seguí con el próximo y le hice la misma pregunta al chofer del jeep de atrás, pero me llevé una sorpresa desagradable.

Apenas me escuchó, mirando hacia adelante, y ni siquiera reaccionó a mi pregunta. Así que estaba de pie allí esperando una contestación. Después de un segundo de silencio, se volvió a mí y dijo (literalmente): - "Sal de mi vista, parásito, ¡basura religiosa! ¡Si no sales de aquí, te despedazaré en segmentos! ¡Te odio, bicho!"

Entendí que la respuesta era negativa. Intenté forzar una sonrisa y encontrar algo que decir, cuando de repente el chofer del próximo jeep en línea, se dirigió a mí en un tono desesperado: - "¡Rabino, Rabino! Venga aquí. Yo quiero ponerme los Tefilín". Me volví, feliz de escaparme, y empecé a caminar hacia el tercer jeep. - "Dígame Rabino," dijo nerviosamente después de que había avanzado unos pasos y todavía estaba a una distancia considerable de él. "¿Si... si yo me pongo los Tefilín, D-os me protegerá?"

Era obvio que el hombre estaba muy angustiado. Ayer probablemente estaba sentado en su ferretería, vendiendo cañerías y herramientas cuando lo llamaron a cumplir con el deber de reserva, y repentinamente aquí estaba él, a punto de entrar en el frente de batalla.

- "Escuche, amigo", le aseguré, "D-os lo protegerá se ponga los Tefilín o no. No se preocupe. Él lo ama porque usted es un judío. ¿Pero si D-os lo protege sin pedir nada a cambio, por qué no hacer algo por Él gratuitamente, colocándoselos?"

Parece que el soldado en el segundo jeep, que antes me había maldecido, oyó todo esto, porque cuando terminé de colocar los Tefilín al soldado, me llamó: - "¡Eh Rabino! ¡Venga aquí!"

Me di vuelta y vi cómo enrollaba su manga, mostrando que deseaba colocarse los Tefilín y hacía señas para que me acercara. Caminé hacia él. - "¿Qué quiere? ¿Qué pasó?" dije

- "¡Escuche!", contestó "¿Qué importa? Quiero ponerme los Tefilín, también." Le miré e hice un movimiento con la mano al estilo israelí, como diciendo: - "¿Estás hablando en serio?" Y él contestó:

- "Escuche. Ponerse los Tefilín para ir al cielo o ser religioso, no es para mí. ¡Pero a colocarme los Tefilín sin ninguna razón... estoy más que dispuesto!"

Ésta es la esencia del alma judía en la acción. Rechaza todas las razones,  incluyendo las definiciones místicas de llevar a cabo una mitzvá, pues abraza el hecho propiamente dicho. Porque un judío aspira inherentemente a hacer lo que D-os desea; pues él no sólo es espiritualmente un sólo ente con D-os, sino también lo es, incluso más, a través de su vida física cotidiana.

TU B'SHVAT

¿Cuándo fue la última vez que le deseo Feliz Año Nuevo a un árbol? El día 15 del mes hebreo de Shevat (este año el domingo 5 de Febrero a la noche) es una gran oportunidad para hacerlo. Es conocido como Tu B’Shvat, el Año Nuevo de los Árboles.

¿Por qué los árboles celebran su Año Nuevo mucho después que nosotros? Tiene que ver con la temporada de lluvias en Israel, que comienza con la festividad de Sucot. Toma cuatro meses para que las lluvias saturen el suelo, nutran los árboles y los hagan producir frutos. Esto es importante saberlo si usted está planificando dar diezmos de sus frutos como se hace en la Tierra de Israel, porque los diezmos requeridos varian de año en año. Es también importante si usted es un árbol y busca algo que celebrar.

Nosotros los seres humanos también podemos celebrar con los árboles. Después de todo, la Torá dice que “El hombre es un árbol del campo”. Somos nutridos por raíces profundas, que vienen desde Abraham y Sara; nos extendemos hacia los cielos mientras estamos parados firmemente en la tierra; y cuando hacemos todo esto bien, producimos frutos que benefician al mundo, es decir, nuestras buenas acciones.

Observancias Tradicionales:

Coma alguna fruta este día. Mejor si puede conseguir algunas de las frutas por las cuales es famoso Israel: aceitunas, dátiles, uvas, higos y granadas.

La bendición de la fruta:

Baruj atáh Ado-nai Elo-hei-nu melej haolam, borei pri haetz.

Bendito eres Tu, Señor D-os Nuestro, Rey del Universo, que creas el fruto del árbol.

Si prueba una fruta por primera vez en la estación, recite la bendición de Shejeianu antes de decir la bendición de la fruta:

Baruj atáh Ado-nai, Elo-hei-nu melej haolam, shejeianu, vekiemanu, vehigianu lizman hazeh.

Bendito eres Tu, Señor D-os Nuestro, Rey del Universo, que nos otorgó vida, nos sustentó y nos permitió llegar hasta esta ocasión.

Algunos tienen la costumbre de comer arvejas. El maestro kabalista Arizal solía comer ¡quince tipos de frutas este día!

 

iSinaí es una publicación de Jabad Uruguay. Pereira de la luz 1130, Montevideo.
Artículos extraídos de www.Jabad.org.uy y www.Chabad.org, publicados con permiso.
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