Fotos: Gentileza de la familia, distribuidas por Hadassah
Un país entero esperó durante días una buena noticia desde el hospital Hadassah de Jerusalem, con ansias de oir que Lucy Dee (48), herida de extrema gravedad el viernes último en un atentado terrorista palestino, había logrado recuperarse. Pero este lunes temprano a la tarde de Israel, llegó la peor noticia posible: Lucy sucumbió a sus heridas.
“Los equipos médicos lucharon por salvar la vida de Lucy todos los últimos días, en la unidad de trauma, en el quirófano y en la unidad de Cuidados Intensivos”, comunicó la dirección de prensa de Hadassah. “La familia agradeció al personal de Hadassah por haber hecho todo lo posible para salvar a Lucy hasta los últimos momentos. A pesar del dolor y el gran desgarramiento, la familia decidió donar los órganos de Lucy para salvar vidas de otros”, agregó el hospital.
La situación es desgarradora. Cabe recordar que en el atentado en el que Lucy resultó herida, fueron asesinadas dos de sus hijas, Rina (15) y Maia (20), que iban con ella en el coche en camino a una vacación familiar, mientras su esposo y los otros tres hijos iban en otro auto más adelante. Dos terroristas dispararon al automóvil y uno de ellos bajó, se acercó y a distancia cero abrió fuego, un total de 22 balas que cobraron tres vidas inocentes.
En el desgarrador funeral de Rina y Maia en el cementerio de Kfar Etzion, el padre dijo en medio del llanto, aferrándose a la esperanza, “¿Cómo le diré a Lucy cuando despierte del coma, que hemos perdido a dos de nuestros ángeles?”. Pero ya no se lo podrá decir.
La familia Dee, originaria de Gran Bretaña, se radicó en Israel hace 9 años y se instaló en Efrat, no lejos de Jerusalem. Efrat , ubicada en Gush Etzion, es una comunidad mayormente religiosa, ejemplo de los buenos valores del sionismo religioso tradicional, que mantiene además buenas relaciones con sus vecinos árabes. Numerosas oraciones públicas se llevaron a cabo en los últimos días rogando por la recuperación de Lucy y pidiendo por el alma de las dos jovencitas Rina y Maya , que ahora ya no están.
Y ya circulan por las redes sociales en Israel mensajes de profunda tristeza por la muerte de esta mujer, expresiones de dolor de parte de quienes no la conocieron personalmente, pero hoy lloran su desaparición física, agravada por la dimensión de la tragedia de la familia, que en un abrir y cerrar de ojos perdió a la esposa y madre, dos hijas y hermanas.
Bendita sea la memoria de las tres.Y que la familia no sepa más de dolor.
