En la vida hay ocasiones que nos brindan un profundo sentido de lo trascendente, como el nacimiento de un niño, el día de la boda o un gran logro.
Es entonces que experimentamos una sensación sublime, como si el mundo se nos revelara en su perfección. Sentimos que esos momentoes están colmados de suprema alegría, y que a través de cada uno de ellos nuestras vidas valen la pena.
Esto es lo que se esconde detrás de la parte de la Hagadá que llamamos Dayenu (\'hubiera sido suficiente para nosotros”).
Dayenu enumera los hitos más significativos que ocurrieron en la vida de nuestros antepasados a la salida de Egipto, por ejemplo:
Si Él hubiera dividido el mar por nosotros, y no nos hubiera llevado a través de él en tierra firme, Dayenu, ¡nos hubiera bastado!
Si Él nos hubiera llevado a través del mar en tierra firme, y no hubiera ahogado a nuestros opresores en él Dayenu, ¡nos habría bastado!
Si Él hubiera suplido nuestras necesidades en el desierto durante cuarenta años, y no nos hubiera dado el maná Dayenu, ¡nos habría bastado!
Si Él nos hubiera dado el maná, y no nos hubiera dado el Shabat Dayenu, ¡nos hubiera bastado!
Si Él nos hubiera dado el Shabat, y no nos hubiera traído antes del Monte Sinaí Dayenu, ¡nos hubiera bastado!
Si Él nos hubiera traído ante el Monte Sinaí, y no nos hubiera dado la Torah Dayenu, ¡nos hubiera bastado!
Si Él nos hubiera dado la Torá, y no nos hubiera traído a la tierra de Israel Dayenu, ¡nos hubiera bastado!
Después de mencionar a cada uno de los actos maravillosos, exclamamos ¡Dayenu! ¡Hubiera sido suficiente para nosotros! No porque no hubiéramos necesitado más, sino porque la experiencia de cada jalón en el camino de liberación hubiera sido suficiente motivo de celebración.
Dayenu es parte del Seder porque nuestra libertad se basa fundamentalmente en la idea de que el mundo es valioso, y, por lo tanto, también lo son nuestras elecciones. Anhelamos ser libres para elegir y lograr vidas plenas y realizadas.
Cuando somos lo suficientemente afortunados como para experimentar una \'vivencia Dayenu\', se nos recuerda en lo más profundo de nuestro corazón, que nuestras vidas son importantes, nuestras decisiones son fundamentales; y percibirlo en toda su dimensión es reconocer que es de hecho suficiente.
Daniel Kripper