?!?!?!?!
Esa fue mi reacción cuando me enteré de la tragedia en Poway apenas terminó Pesaj.
Una vez más: dolor, lágrimas, incredulidad, enojo, condenas, mensajes de simpatía, mensajes de solidaridad.
Los expertos de todas las franjas y colores volverán a explicar por qué sucedió, de quién es la culpa y qué debe hacerse para evitar que vuelva a suceder.
?!?!?!
Mi respuesta instintiva ante la tragedia es el silencio. Al menos un rato. Eso es lo que la Biblia nos dice que Aarón hizo cuando le quitaron a sus dos hijos el día que se inauguró el Tabernáculo. Silencio. Eso es lo que hizo el Rebe de Lubavitch en 1956 cuando se le notificó del ataque terrorista que tuvo lugar en Kfar Jabad que acabó con la vida de cinco estudiantes y su maestro. Silencio.
Fue solo después de unos días que el Rebe envió un mensaje de consuelo y apoyo a la comunidad devastada de Kfar Chabad: "Serán consolados al continuar construyendo".
El dolor es inevitable; el sufrimiento es una elección personal.
Una vez que haya tomado el tiempo para absorber el impacto y su dolor, es hora de dejar de sufrir y responder. La respuesta más saludable es usar el dolor como catalizador para volverse aún más fuerte.
Esto es cierto a nivel personal y comunitario, como también a nivel nacional.
Así que ahora que mi período personal de silencio ha terminado, esto es lo que tengo que decir: si estás leyendo estas palabras y estás buscando respuestas, solo HAZ algo, cualquier cosa, para generar luz que ayude a llenar el agujero negro que apareció en nuestro camino.
No tengo la respuesta a "¿Por qué?". Esta es mi mejor respuesta a "?!?!?!".
* En honor a Lori Kaye הי״ד, el rabino Yisroel Goldstein y los demás héroes en Jabad de Poway.*