Fuente:@DrParchizadeh
El analista político irano-estadounidense Reza Parchizadeh declaró a la cadena Roya News Network de los Emiratos Árabes Unidos que el reciente informe del Daily Telegraph, sobre la disposición de Irán a reducir sus actividades de enriquecimiento de uranio para evitar la activación del mecanismo de “snapback”, es una señal significativa. Agregó que, sea o no cierto el informe, refleja claramente la profunda preocupación de los funcionarios iraníes frente a la creciente presión de Occidente e Israel.
Parchizadeh explicó que, tras la guerra de 12 días con Israel, Irán parece estar atrapado, y que incluso contar con un arsenal nuclear no garantizaría la supervivencia del régimen frente a la determinación de Israel —o quizás de todo Occidente— de derrocarlo.
Los límites de la disuasión iraní
Subrayó que la disuasión nuclear requiere mucho más que unas pocas ojivas: se necesita un arsenal vasto y confiable, capaz de representar una amenaza existencial real. Irán no posee esa capacidad, y es poco probable que la logre en el futuro cercano.
Durante las dos últimas décadas, la estrategia de disuasión de Teherán se ha basado en un modelo híbrido: mantenerse en el umbral nuclear mientras fortalecía a sus apoderados regionales para expandir su influencia. Ese equilibrio le permitió proyectar poder sin confrontaciones directas. Sin embargo, la postura firme de Israel en los últimos años ha expuesto la fragilidad de esta estrategia y ha reducido la capacidad de disuasión iraní.
Complejidad geopolítica y el futuro del régimen
Parchizadeh señaló que las realidades geopolíticas complican aún más la situación de Irán. A diferencia de Corea del Norte, que existe en relativo aislamiento con pocos compromisos estratégicos, Irán se encuentra en el corazón de rutas comerciales globales y corredores energéticos vitales. Cualquier escalada nuclear de su parte provocaría no solo a sus adversarios regionales, sino también a una coalición global decidida a neutralizar la amenaza. En consecuencia, la búsqueda de armas nucleares podría acelerar la caída del régimen en lugar de garantizar su supervivencia.
Agregó que la historia confirma esta realidad: la Unión Soviética poseía el arsenal nuclear más grande del mundo y aun así colapsó por su decadencia interna. Irán, agobiado por la mala gestión económica y la rigidez ideológica, y sin armas nucleares, enfrenta un camino aún más empinado hacia el declive. Según Parchizadeh, el informe del Daily Telegraph sugiere que ciertos sectores dentro del régimen han empezado a reconocer esta dura verdad e intentan evitar un destino similar.
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